He leído los dos primeros tomos de
Superwoman.
Mejora al final, pero, en general, se me ha hecho un tostón. Tenía muchas ganas de que me gustara porque Lana Lang es un personaje que, sin saber mucho de él, me atrae mucho, por el concepto que propone: confidente y amiga de la infancia de Kent con bonitas localizaciones granjeras de fondo para recrear estampas bucólicas de «la vida auténtica del campo».
Me he encontrado con cosas buenas y malas. Iba con tantas ganas que al final me ha acabado defraudando un poco. Empezando por lo bueno, me gusta, y mucho, cómo Superwoman añade más capas (eviten chiste fácil, que Lana lleva un traje -chulísimo- sin capa) a la franquicia, más datos de contexto a lo que podría llamarse «universo extendido» de Superman.
No se trata solo de Superwoman, sino de todo el elenco que la rodea (Acero, Traci, Natasha...)... todos interesantes personajes que me han gustado bastante, y que apenas conocía. John Irons me ha caído especialmente bien, aunque ese es el objetivo que creo que se busca con el personaje.
Además, otra cosa buena que queda muy lograda es la sensación de universo cohesionado que ofrece el cómic. Desde este punto de vista, se convierte en una pieza interesante del puzzle de Superman, con frecuentes referencias a las series madre, sobre todo Action Comics. Y así vemos cómo
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Lo malo es todo lo demás. A Phil Jiménez le pasa algo muy parecido a Bryan Hitch: plantea una trama apocalíptica completamente deslavazada que se extiende por siete interminables (por tediosos) números que conforman el primer arco. Explosiones, ostias, el mundo se acaba tal y como lo conocemos, bajo la amenaza de una
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
El problema del reto de enfrentarse a este nuevo apocalipsis de martes cualquiera es que su resolución se deja a deus ex machina pseudocientíficos, pseudotecnológicos y directamente mágicos que nos dejarían indiferentes de no ser porque tantos rayos y colorines acaban por darnos algo de cefalea.
El trato que se da a Lex me resulta ambivalente: pir una parte, se representa a Lex con un trasfondo más oscuro, manipulador y psicótico que en Action, lo que creo que le hace más justicia. Por otra parte, Jiménez se mete en un jardín Luthor que no resulta adecuado en la medida en que Jurgens ya lo estaba tratando en Action. De esta manera, da la impresión de que Lex Luthor está en todas partes, y eso queda un poco raro. De la misma manera que Superwoman hace frecuentes guiños a sucesos de Action que encajan bien
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
, no pasa lo mismo a la inversa, por lo que tendríamos un desastre casi bíblico en esta serie que encaja regular en las tramas de Action y Superman.
La verdad es que la trama y el guion no funcionan, es todo demasiado simplón y aburrido. Sin embargo, como he dicho antes, hay ciertos momentos de reivindicación de Lana que están muy logrados. Eso sí, los pensamientos y diálogos (más bien, monólogos) de Lana hacen la lectura un tanto árida y recuerda un estilo de hace tiempo, pero que por alguna razón no acaba de funcionar en este cómic moderno. Probablemente porque la historia es pobre, y eso no lo levanta directamente una buena caracterización.
Sinceramente no lo recomendaría mucho, de hecho me pillé estos dos tomos baratos de segunda mano, pero nunca habría pagado su precio de portada porque realmente no merece la pena pagarlo.