Bueno, pues leído queda. A mí me ha divertido. Aunque se supone que es algo serio y épico no he podido evitar la risa en varios momentos (la Princesa Poder después de rodar el anuncio, o la ruptura de Hyperion y su novia). Oh, venga ya, una mona con un vestido verde en una silla de ruedas con orugas de tanque, ¿no es genial?
También me ha gustado el guiño de la máquina de escribir gigante.
No es la repanocha, pero al menos intenta ser original.