Seguramente, mi peli de ciencia ficción favorita. Un clasicazo. Y en cuanto a mi gusto personal, una puta obra maestra.
Ahora bien todo esto tengo que explicarlo un poquito porque también me gusta el relato/novela corta de Dick y en muchas cosas el relato y la novela se parecen como un huevo a una castaña. Y lo normal es que cuando la adaptación cinematográfica se folla al relato original, a mí este tipo de cosas me suele producir el efecto de que la peli me parezca una puta mierda (¿por qué hay que retocar algo que de por sí está muy bien?). Y sin embargo, en Blade Runner esto no me acaba importando mucho.
Por ejemplo, en el relato de Dick, la Tierra está prácticamente deshabitada a causa de las guerras y las colonizaciones a otros planetas. En la peli, Los Angeles está tan poblada como siempre (además, en el relato, no es Los Angeles, sino me parece que es San Francisco). Los cazadores de androides no reciben ningún nombre especial; aquí no sólo lo tienen, sino que encima da el título de la peli. Igualmente, el término "replicante" no aparece por ninguna parte del relato. La novela está ambientada en los años veinte del siglo XXI y la peli a principios de los noventa, pero del siglo XX. Rachel y Pris son el mismo modelo de androide, y, sin embargo, en la peli son dos actrices diferentes. Y así con un montón más de cosas.
Además, encima Blade Runner es un conjunto de despropositos, improvisaciones, imposiciones de la productora, cortes, recortes, añadidos de otras pelis, que tal y como se planteó debiera haber sido un fracaso absoluto, y que luego, sin embargo, contra toda lógica y sentido común, el resultado final, aunque de chiripa, resulta ser sorprendentemente brillante. Algo parecido a lo que sucedió con Casablanca, donde los actores trabajaban sin tener ni puta idea del guión porque se iba escribiendo sobre la marcha. Aquí el guión sí estaba previamente escrito, (o reescrito, porque se escribió varias veces) pero luego se cambiaba o incluso en el montaje se le añadían escenas (incluso procedentes de otras pelis, como es el caso del final que pertenece a una toma del Resplandor de Kubrick que el propio Kubrick había descartado en su día y que estaba rondando por ahí y la metieron de capón al final porque Ridley Scott estaba ya hasta los huevos y les mandó a tomar por culo cuando le dijeron que había que rodar otro final) o se las quitaban.
Coño, si hasta el tema de Vangelis (la versión específica que se escucha en la peli y que todos hemos oído mil veces) al principio no estaba por ninguna parte de la BSO que te vendían de la película (hoy, sí), y hasta muchos años después (cuando se convirtió en una peli de culto) fue imposible hacerse con él.
Y sin embargo, a pesar de todo esto, el resultado final me convence tanto que me obliga a ver la película hasta el final (hablo siempre de la versión original, no del montaje del director ni polladas de estas que hacen que te compres tres veces una peli que ya tienes).
La verdad es que la peli, no sé muy bien cómo, consigue reflejar muy bien la ambientación y la atmósfera del relato de Dick, gracias a unos diseños que resultan muy deudores al Metal Hurlant. El rollo del mercerismo (especie de filosofía pseudoreligiosa) que impregna el relato original además está bien reflejado en la peli y en esa constante duda sobre lo que es realidad (humano) y lo que no lo es (replicante). La constante duda sobre si Deckard es humano o androide (aunque todo parece indicar que es humano), también puede apreciarse en la peli; de hecho, si Deckard no es humano, el final de la peli carece de sentido, aunque la ambiguedad que a veces mueve el personaje de Harrison Ford te plantee la primera vez que estás viendo la peli las mismas dudas que el relato.
Y lo que me parece genial, y para mí es la razón fundamental del éxito de la peli, es toda la escena del final con el monólogo de Rutger Hauer. Impresionante. Y lo más impresionante es que encima el monólogo no aparecía por ninguna parte del guión: Hauer se lo montó sobre la marcha mientras rodaba la escena para gran alucinación de Scott, que, por supuesto, se dio cuenta nada más rodarlo de que allí había un filón y mantuvo intacta la escena.
La voz en off, que le da el genial punto de serie negra a la peli, originalmente no existía y Scott no quería saber nada del tema: los productores se lo impusieron una vez ya rodada la película. Los actores se llevaron mal entre ellos y con Scott durante el rodaje. Harrison Ford ni siquiera ha querido hablar nunca de esta peli. Sean Young acosaba constantemente a Scott y a los productores para recibir más protagonismo (tal vez de ahí venga todo el final) del que tenía y todos estaban hasta los cojones de ella.
Y, sin embargo, a pesar de todo, me encanta Blade Runner. Y me encanta aún más que se haya acabado convirtiendo en una peli de culto. Es una especie de reflejo de cómo un patito feo puede convertirse en un cisne. Casi como en la propia vida real.
Parker me va a fusilar un día de estos.