Yo en el razonamiento que hizo en Instagram sobre acreditar a sus colaboradores en sus obras lo vi muy correcto.
Aunque también es cierto que las condiciones editoriales actuantes y hace 40 años no son equiparables.
Yo es que no entro en que lleve o no lleve razón, sino en que es un faltón y siempre que algo le contraría se dirige a los demás con desprecio y malas formas (aunque no le hayan hecho nada personalmente, como es el caso de Ibáñez). Lo mismo que está haciendo ahora con Ibáñez lo hizo hace no mucho con Stan Lee, y por los mismos motivos (no acreditar o invisibilizar a algunos de sus colaboradores). Y ojo, que la crítica puede ser muy acertada, pero en lugar de comportarse como un adulto sensato y exponer el motivo de su queja educadamente, busca siempre la forma más pueril y ofensiva de expresar lo que piensa.
Y cuando no son otros artistas, son otros usuarios de Twitter. El otro día puso unas fotos de sus estanterías (según él, para mostrar al mundo cómo tiene a tantos maestros a mano en casa, pero vaya, que al final era por fardar como todo hijo de vecino), y terminó repartiendo leña a todo el que osaba comentar algo que no le gustara. Diciendo que él tenía cómics para leer, no para coleccionar como hacen otros (como si fuesen conceptos incompatibles, en fin). La cuestión, al final, es que él siempre tiene que estar un peldaño por encima del resto.
Me parece un tipo absolutamente inaguantable. Y no le sigo por redes, pero al final siempre acabo enterándome de estas cosas por retweets o comentarios de gente a la que sigo.
Una cosa es tener opinión y otra como la expresas.
El problema de Rubín siempre es el mismo, puedes compartir (o no) su opinión, pero las formas que tiene siempre son muy cuestionables. Y que cuando se enroca con un tema se pega día tras días dando la turra con él
Rubín es un maleducado, y como todos los maleducados no está tranquilo si no demuestra constantemente lo maleducado que es.
A eso voy