Wanda, uno de mis personajes femeninos favoritos sin duda.
No en vano fue de los primeros personajes que conocí, en la mítica Biblioteca Marvel: Patrulla-X. Ahí era poco más que el componente femenino obligado en casi todo grupo, en este caso la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Un poder que no tenía ni utilidad ni sentido en ese momento, convirtiéndola en el miembro menos útil de todos si no fuera por el Sapo, la chica guapa y atractiva que se llevaba todas las babas y halagos de Mortimer y Mente Maestra... No parecía que fuera a tener un gran futuro como personaje.
Pero Stan Lee hizo que tanto ella como su hermano Mercurio fueran unos villanos a la fuerza, unos jóvenes mutantes que tan solo encontraban tranquilidad junto a Magneto, en un mundo dispuesto a odiarles. El señor del magnetismo les había salvado la vida, y estaban en deuda con él, lo que les impedía irse con el Profesor-X y su Patrulla, grupo con fines mucho más loables.
Gracias a esa faceta de "villanos a la fuerza", aquello no podía durar mucho. Después de bastantes números luchando contra los pupilos de Xavier, apareció el Extraño, y con ello Magneto abandonó la Tierra y estuvieron libres para encontrar un camino propio. Y qué camino.
Nada más y nada menos que "el cuarteto loco del Capi", es donde fueron a parar. Debió resultar raro en aquella época, que dieran un salto tan sustancial, seguro que más de uno esperaba que recayeran en la Mansión de Wetchester. Quién sabe. La cuestión es que llegaron a los Vengadores, y ya pasaron a formar parte de ellos, convirtiéndose Wanda en uno de sus personajes centrales, una fuerte columna sin la cual no se entiende al grupo. Mercurio se convertiría en un personaje mucho más "viajero" y diferente, pero eso es otra historia.
Aún con un poder todavía raro y no muy eficaz, Wanda se desenvolvió bastante bien en los Vengadores, a pesar de convertirse en más de una vez en la dama en apuros (cosas de la época). Mítica su atracción hacia el hombre físicamente perfecto, Steve Rogers, atracción que se calló tanto que parece que al funal se disipó y quedó en nada. Eso sí, era la única que no le ponía pegas al rubio, mientras su hermano y cierto arquero de morado se las hacían pasar canutas al "abuelete". El tiempo pasó, y aunque Hank Pym y la Avispa volvieran al grupo, aunque Hércules decidiera compartir estancia con los Héroes más poderosos de la Tierra... ella seguía ahí, al pie del cañón y cada vez con mayor control sobre su vida y sus poderes. Curiosa de nuevo su relación con Hércules, con el que más de una vez flirteó (igual la querían convertir en la ligera de cascos del grupo, a saber). Pero al final pasó lo que tenía que pasar. Magneto volvió y no podía permitir lo que había pasado. Con unos poderosísimos dibujos de un John Buscema en estado de gracia, pudimos ver cómo un desgraciado "incidente" con una bala dejaba a Wanda malherida, supuestamente por un humano. Aquello puso como una fiera a Pietro, y sin preguntarle a ella ni nada, decide que ambos se van con Magneto. Puede resultar una actitud "machista" por parte de Roy Thomas, pero es que Pietro era el más irascible, y sino no hubiera pasado así. La cuestión que esta situación dio pie a uno de los mejores crossovers de la Casa de las Ideas, con la Patrulla-X y los Vengadores luchando entre sí con Magneto moviendo los hilos y unos confundidos Pietro y Wanda que ya no sabían ni quien era bueno ni quien era malo. ¿Solución? Largarse junto a Sapo por ahí.
Lo siguiente que supimos de Wanda es que, oh, había sido capturada por Arkón, que no hace más que secuestrar macizorras, todo sea dicho. Aquí la cosa ya estaba un poco fuera de lugar, pero bueno... la historia estuvo bien y Wanda supo demostrar que Arkón tenía un corazoncito debajo de tanto pectoral. Y es que Wanda valoraba más la palabra que los puñetazos, los golpes y el sudor. Punto a su favor.
Wanda y Pietro volvieron al grupo... un grupo donde estaba cierto androide llamado la Visión. Aunque la Legión Letal o el Escuadrón Supremo no dejaban mucho tiempo para reflexiones interiores, algo estaba pasando en el corazoncito de Wanda. Ni soldados perfectos, ni semidioses... se enamoró de un androide, como pudimos descubrir en una de las viñetas más impactantes que se recuerdan, en plena Guerra Kree-Skrull.
El romance siguió un paso firme y seguro. La sorpresa de sus compañeros les debió durar un día o dos, porque enseguida aceptaron a la pareja y todo parecía que dejaba a todo el mundo feliz… pero estaba Pietro. Mercurio no podía consentir aquello. ¿Su hermana con una máquina? ¡Aquello no era una persona! Y Pietro se convirtió en todo aquellos que odiaba, en un contenedor de prejuicios. Magnífico giro a este personaje, que nunca volvió a ser el mismo.
Pero hablamos de Wanda. Su hermano dejó los Vengadores y se fue con los Inhumanos, o más bien con Crystal (para desespero de la Antorcha Humana). Su vida se auguraba tranquila. Sin Magneto, con su hermano siendo feliz, militando en los Vengadores junto a Visión… lo único un poco de fuera de lugar era haber tenido que rechazar a Ojo de Halcón cuando este le mostró sus sentimientos… pero llegó Mantis. Si hay algo muy destacable en la etapa de Englehart al frente de los Vengadores, es lo mucho que aportó a la faceta más personal de los personajes del grupo, y el caso del cuadrado (que no triángulo) amoroso entre Wanda, el Espadachín, Visión y Mantis, es el mejor y más claro ejemplo. Menuda tensión se palpaba número a número, viendo como Mantis se arrimaba a la Visión, este dudaba, el Espadachín se hundía, y Wanda se desesperaba. Sin duda alguna, estos eran los mejores personajes del grupo, por mucho que Thor o Iron Man repartieran los sopapos a diestro y siniestro. Destacar de esta etapa, además, su adquisición de mayores conocimientos mágicos, bajo la tutela de Agatha Harkness, convirtiéndose en una fuerza muy a tener en cuenta.
El tira y afloja era genial, pero no podía durar eternamente, e hizo falta la muerte del Espadachín para que todos comprendieran el mal que se estaban haciendo unos a otros, y en la que es sin duda la boda más extraña de la historia de Marvel, Inmortus declaró marido y mujer a Wanda y Visión.
Comenzaba una nueva etapa para la Brujita, que se las prometía felices con su marido. Una paradisíaca luna de miel no hizo más que confirmar tal hecho. La pareja regresó a los Vengadores, y con ellos militaron durante algunos años sin demasiados altibajos, a excepción de la importante revelación de sus orígenes, relacionados con C’thon, y nada más y nada menos que la llega de dos supuestos padres, el Zumbador primero y Django Maximoff después. Se lo merecían. Era hora de que sus tribulaciones dejaran paso a las del Hombre Maravilla, las de Bestia, las de Yocasta…
No fue hasta que estos tres últimos y ellos mismos dejaron el grupo para tomarse un tiempo de respiro, que pasaría algo de nuevo destacable en sus vidas. Aviso de que a partir de este punto voy a hacerlo todo mucho más resumido, porque a partir de aquí me falta bastante material y no puedo opinar pormenorizadamente.
Después de comprar una casita para los dos, pasearse por las páginas de los Defensores, y descubrir que su papaíto no era otro que Magneto, que tantos problemas había dado a él y a su hermano, Wanda empleó todo el poder a su disposición para quedarse embarazada (por razones obvias, Visión no podía hacer mucho en ese aspecto). Pero las tragedias se sucedieron una tras otra, y la pareja volvía a ser el centro de atención de todas las miradas, en este caso en las páginas de los Nuevos Vengadores (o Vengadores de la Costa Oeste). Sus hijos resultaron ser fragmentos de Mefisto, y le fueron arrebatados. Visión, su marido, fue desmantelado por el gobierno por su intento de controlar la red de ordenadores mundial. “Aquello” no era su Visión, sino una máquina insensible más. Simon Williams, a quien pertenecían las pautas mentales que otorgaban personalidad a Visión, se negaba a repetir el proceso porque estaba enamorado de ella. Sus hijos, su matrimonio… lo perdió todo, en uno de los giros más crueles dados a un personaje, pero hecho con coherencia.
A partir de aquí, para mi desgracia, tengo un montón de lagunas. Sé que se convirtió en Bruja Escarlata oscura, pero no de repente como pasaría años después. Sé que pasó a formar parte de Fuerza de Choque, grupo formado tras la disolución de os Costa Oeste y que no duró mucho. De ahí a Onslaught, con todo lo que ello conllevó (desaparición de escena durante un año). Y de ahí a la etapa de Busiek.
En esta etapa, el autor decidió llevar a los personajes un paso más adelante, y se centró en ella y su alrededor, que daba gusto. La Visión revelaba que aún la amaba. Comenzaba una relación con Simon Williams, a quien ella misma había devuelto a la vida. Se convertía en una eficiente co-líder de los Vengadores, revelándose como uno de sus personajes más fuertes y capaces. Sus poderes, en relación con la magia del caos, se encontraban a pleno rendimiento, convirtiéndola en un personaje poderoso y peligroso, con pleno control. Wanda había madurado, y se encontraba en uno de sus mejores momentos…
Y llegó Bendis. Insultar. Escupir. Como se quiera decir. Pero es lo que hizo este autor con el personaje. De repente, Wanda no recordaba lo ocurrido con sus hijos, de repente se convertía en una parodia de sí misma que se volvía loca de la noche a la mañana y mataba a sus compañeros. A partir de entonces, no era más que “la tía que se volvió loca y acabó con los Vengadores y la población mutante”. Su evolución, todo… tirado a la basura. Convertida en un tópico sobre la locura en los personajes Marvel. Una auténtica lástima.
Pero siempre nos quedaran sus años dorados, que así a bote pronto son más de 40. Es un personaje clave en el universo Marvel. Quizá nunca haya destacado más allá de las series de Vengadores, pero es sin duda de esos personajes que aunque no son de los más conocidos en general son auténticos tesoros a descubrir. Uno de los personajes femeninos mejor construidos y usados. Un ejemplo de heroísmo y superación.
Va por ti, Wanda.