Pero lo cierto es que hay un montón de potenciales compradores de comics que no viven en las grandes ciudades ni cerca de centros comerciales que, lamentablemente, no tienen otro canal de compra que no sea el kiosko. Y esa gente se quedará sin comics Marvel, o cambiarán a DC.
En esto tienes toda la razón del mundo. El kiosco suplía las bajas colaterales (Hellpop dixit) de los que no viven cerca de un MediaMarkt. De todas maneras, tampoco pierdas de vista la realidad de que los kioscos de las pequeñas localidades nunca traían (ni de lejos) la totalidad de novedades que se sacaban al mes por cualquier editorial, ni tampoco pedían (o si lo pedían, no se los traían) más de tres ejemplares de cualquier novedad, por lo que si había cuatro personas que querían el mismo número de la Patrulla X, el problema seguía siendo el mismo. O sí querían seguir la serie de Batman en una localidad en la que nunca llegaba ningún número, o sólo llegaban un mes sí y dos no.
De esto, supongo, los únicos que ganan son las librerías especializadas, que como dice JoeParker, venderán más por correo de lo que vendían antes. Eso sí, siempre y cuando, la baja colateral no desista de su afición a comprarse tebeos a la vista de los obstáculos que tiene que sortear para seguir las cinco o seis series que le gusten y decida iniciarse en el entretenido mundo del porno, que milagrosamente encuentra fertil distribución en todos los rincones de la peninsula.
O lo que es lo mismo, tal vez Panini, Planeta, Astiberri, Glenat, Norma, etc, deberían dedicarse al porno y así no existirían tantos problemas.
En todo caso, en lo que a los tebeos se refiere, la librería especializada es el futuro, nos guste o no. Y la realidad siempre es mejor aceptarla que pelearse contra ella.
