Vaya, reconozco que no me había metido nunca (al menos que yo recuerde) en este hilo, y veo que hay temas interesantes...
¿Es raro ser coleccionista de cómics? Pues no lo veo nada raro. Yo mismo los colecciono

En mi entorno inmediato no hay ningún otro coleccionista de cómics. Y todo el mundo sabe que es uno de mis hobbys (tal vez el principal). Y bien orgulloso que estoy de llevar mi llavero de Spiderman colgando del bolsillo

No hay que darle mayor importancia. A mí por ejemplo no me atrae absolutamente nada la Fórmula Uno, y no me importa que a mis compañeros de trabajo les apasione (aunque no es un paralelismo perfecto: la Fórmula Uno es un deporte, y el cómic es un arte. Lo he puesto como ejemplo porque en general me gustan todas las artes). El cómic es un ARTE y criticar el cómic como medio, tacharlo de infantil o de raro, no me entra en la cabeza. Se puede criticar una obra en concreto pero ¿un medio? ¿un arte (en general)? Sería de necios.
Sólo quiero añadir una cosa: yo me he llegado a emocionar disfrutando de ese maravilloso arte que es el cómic. También me ha pasado con otras artes como la música o el cine. No se trata de comparar artes, pero sí de darle al cómic el lugar que se merece, el de ARTE con mayúsculas, al lado de (y nunca por debajo) la música, la pintura, la arquitectura, la escultura, la literatura o el cine.
El cómic no se puede comparar con una obra de Shakespeare. Hilando fino, podríamos comparar un cómic en concreto con una obra de Shakespeare. Y no es plan, toda comparación es odiosa, porque toda obra de todo arte tiene su encanto ¿podría compararse una obra de Shakespeare con una sinfonía de Mozart? ¿o con un tema de Barón Rojo? ¿o con el David de Miguel Ángel? ¿o con el templo de Abu Simbel? No son comparables, cada obra de arte es distinta. Pero ya os digo, hilando fino dudo que cualquier obra de Shakespeare vaya a gustarme más que el Spiderman de Stan Lee y John Romita

(evidentemente, unas artes me gustan más y otras menos, pero todas, absolutamente todas, tienen su encanto, y todas cuentan con verdaderas obras maestras).
Tachar el cómic de infantil sería como decir que la música clásica es "para abuelos". Nada más lejos de la verdad. El arte es para todo el que lo quiera disfrutar.