He leído 100% Marvel Puño de Hierro: Arma Viviente Nº 1: Rabia.
Kaare Kyle Andrews acomete en solitario la nueva etapa de Danny Rand y el resultado es bastante mediocre. Coincido bastante en el comentario de manolo, que empieza con bastante fuerza, pero a medida que se desarrolla la trama y comienzan a surgir los giros impactantes todo se desinfla hasta límites insospechados. Y la verdad es que lo que seguramente el autor pretende que sea una sorpresa superlativa es precisamente lo que menos me ha gustado de la historia. Bueno, eso y que el autor hace un repaso a los orígenes del personaje a su estilo, desvirtuando la historia original y modificando aquellos elementos que le vienen bien para encajar su idea, aunque sea a martillazos.
Pero el origen de Puño de Hierro no es lo único que fusila Andrews, ya que también desvirtúa a los personajes. Danny se presenta como alguien totalmente alejado de la filosofía oriental y es un personaje prácticamente irreconocible. Para ello, Andrews se dedica a extender la infancia del protagonista, volviendo a introducir cualquier cosa que justifique su actuación en el presente. También se ha desposeído a Puño de Hierro del rico entorno que introdujera Brubaker y Fraction, o ha ignorado vilmente todo lo que hemos visto de él en su faceta como vengador. Un reinicio en toda regla que nos presenta a alguien que difícilmente podemos asociar con el Danny Rand que conocemos y que parece estar anclado en un trauma pasado que superó hace décadas. Además, se muestra como alguien salvaje, impulsado por la rabia y la venganza, otra lección que aprendió hace mucho. Lo curioso es que el autor muestra dos facetas diferentes del personaje a lo largo de la historia, por lo que no solo muestra una caracterización errónea, sino que además es incongruente.
A todo esto hay que sumarle un horrible dibujo tan desproporcionado como irregular que a mí no me ha gustado nada. En algunos momentos incluso me saca de una lectura que, dicho sea de paso, se atraganta a medida que pasan las páginas. La trama se llena de explosiones y peleas, algunas sin demasiado sentido, las cuales sirven para intentar cubrir las carencias de un guión que no se sostiene demasiado bien. Asimismo, no solo desproviste al personaje de su entorno familiar, sino que aquello que utiliza lo hace desde una perspectiva nueva y sin demasiada coherencia. Sin lugar a dudas, un proyecto fallido carente de alma que se muestra aburrido por momentos y que me alegro de no haber comprado, porque la decepción sería aún mayor. Solo queda un tomo, pero me pensaré si me lo acabo leyendo, porque realmente poco o nada me interesa el desenlace de este esperpento de tebeo. Me parece una oportunidad desperdiciada, ya que la nueva iniciativa de Marvel me parece interesante, pero con series como esta, dudo mucho que los grandes secundarios de la Casa de las ideas puedan brillar como se merecen. Lo que podría considerarse un glorioso regreso al hogar, no es más que un regreso al infierno...