Tengo tebeos de la JSA en casa de mis padres desde hace años y este ha sido un buen momento para ponerme con algunos de ellos. He empezado por los más antiguos.
Para el que no lo sepa, y si no me equivoco, estos son unos tebeos de finales de los 70 que recuperan una serie propia para la JSA después de que revivieran al grupo tras la creación del concepto de Tierra 2 y los encuentros con la JLA.
En la base de la idea está lo mejor de estas historias. Los héroes de los 40 han envejecido, han cambiado y algunos hasta han tenido hijos. Junto a ellos aparecen héroes más jóvenes que se les presupone el relevo generacional, algo que se trabaja a lo largo de los dos tomos. Aunque las historietas por su disposición son, por un lado muy deudoras y homenajean a la Golden Age y por otro hijas de la DC de los setenta, lo que puede hacerlas algo pesadas a veces, transmiten el paso del tiempo y la evolución como no lo hacen los tebeos de pijameros. Aunque al final no haya ocurrido, o sí, o depende del reinicio que se tome como referencia, a los héroes se les ve un final; se sabe de donde vienen, en qué punto vital están y cómo encaran su ocaso. Como digo, lo mejor de la serie.
Las historias en sí, pues ya os podéis imaginar. Son un esquema repetido hasta reventar. Mientras se va resolviendo una trama, se va generando expectación con el comienzo de otra. Luego todas se solucionan muy abruptamente con un par de hostias bien dadas, por lo que llegas a perder el interés. De todas formas tener a Levitz a los guiones garantiza un mínimo, la interacción de los personajes es bastante digna así como el trasfondo de los mismos, vamos, que están muy bien tratados. Eso sí, que nadie olvide que son tebeos de payasos en pijama. A mí los que más me han gustado son el gilipollas de Wildcat, el cenizo de Dr Fate y el pepino de Power Girl.
Me ha llamado la atención el papel reivindicativo que tiene la bomba rubia. Feminista y luchadora, pero joven e impetuosa, que va templando su carácter para dejar las consignas de manifas para adquirir una postura más madura sin renunciar a sus principios. Una lástima que lo que parecía un icono de eso, de Power to the Girl, se haya quedado en la cáscara, en un cuerpazo de escándalo; el derecho de vestir como le salga del potorro a una chica joven, inteligente, justa, rebelde y luchadora con los pasos de los años parece un objeto para los pajilleros aficionados a los cómics. Ojo que me refiero a los pajilleros, cómo la usan guionistas nefastos como Loeb y cómo DC ha vendido a veces su imagen, porque a falta de leer su serie post Infinite Crisis, Levitz en los N52 muestra mucho respeto por la Power Girl original... y ya sabéis cómo se pusieron los de los granos por quitarle el escote
ni los calzoncillos de Superman generaron tanta polémica.
Por cierto, que los cameos de los veteranos Superman y Bruce Wayne molan un huevo. La HISTORIETA del segundo está muy bien y me remito a lo de la evolución y ocaso de los personajes. También Helena contribuye a esa sensación de avance en la vida de los personajes. Ah, y la escena de las dos chicas cenando en la terraza de un rascacielos... esa está homenajeada en el World's Finest de los N52, ¿no? Ta guay eso, como el origen del grupo que luego recuerda Ostrander en su Spectre.
En fin, que estas historias tienen mi aprobado. Al que quiera hacer arqueología deceíta le puede interesar si va con la idea de enfrentarse a un tebeo con cierto hedor a naftalina pero con muchas cosas positivas: lo peor, las aventuras;lo mejor, los personajes y su interacción.