Gringo de Carlos Giménez y Manuel Medina
En la web:
https://paranoiasecuencial.wordpress.com/2018/07/09/gringo-de-carlos-gimenez-y-manuel-medina/"Yo sólo defiendo la razón, sin reparar en qué lado de la frontera está."
Carlos Giménez es, sin lugar a dudas, uno de los autores de cómic españoles más reconocidos, tanto a nivel nacional como internacional. Pero antes de sus míticas obras y su estilo tan personal, hubo un origen.
En 1963, y tras pequeños proyectos y trabajos como ayudante de diversos dibujantes como
Esteban Maroto,
Carlos Giménez recibe el encargo que se convertiría en su primer éxito europeo;
Gringo.
Gringo nació como uno de los trabajos de
Selecciones Ilustradas para el extranjero. Esta editorial, se dedicaba precisamente a eso; crear obras por encargo o por iniciativa propia en base a ideas originales o guiones de fuera que necesitaban dibujantes, que luego eran comercializadas en diversos mercados más allá de nuestras fronteras. En el caso de
Gringo, el personaje es invención de
Manuel Medina, quien se encargaría de los guiones durante varios años. Pero a nivel artístico, la creación surge de los lápices y la creatividad de
Carlos Giménez. El propio
Carlos considera
Gringo su primera obra de autor.
No fue hasta 2010 que se pudo disfrutar en España de los 24 episodios que dibujó
Carlos Giménez y guionizó
Manuel Medina gracias a la edición de
Glénat. Hasta ese momento, sólo se habían publicado parte de las historias y en algunos casos con las páginas remontadas.
Gringo es el pseudónimo de
Syd Bicking, un joven americano que se dedica a repartir una justicia imparcial a ambos lados de la frontera mexicana. Su aspecto es un tanto prototípico; rubio, alto, delgado y apuesto. Pero frente al racismo que pudieran mostrar sus compatriotas,
Syd se posiciona en el lado opuesto; hasta tal punto que en su indumentaria podremos ver toques de la cultura mexicana que defiende.
Quizás este sea el punto original de la obra; el apego del protagonista a la gente sin importar su procedencia.
Syd Bicking no se deja llevar por el pensamiento general y demuestra tener unas ideas avanzadas. Pese a que el apodo de
Gringo nace como una burla de los mexicanos hacia su persona en la primera aventura, finalmente se establece como el nombre de una figura reconocida y respetada por todos.
Más allá de algunos pequeños destellos de originalidad,
Gringo es una obra estándar del género. Ambientada en el lejano Oeste, vemos en ciertas ocasiones construcciones que recuerdan más a pueblecitos españoles que a aldeas típicas de la zona (aunque éstas también aparezcan). El género es el del
western de aventuras; capítulos autoconclusivos de 20 páginas que no guardan ningún tipo de orden si exceptuamos el primer número, que sirve de génesis al personaje. De esta forma, se pueden leer las historias sin importar el orden, además casi todas siguen la misma estructura; un problema en un pueblo que precisa la ayuda de
Gringo,
Gringo llega y con su astucia ve algo que los demás han pasado por alto y la última página muestra a los aldeanos agradeciéndole a
Gringo su ayuda.
Ciertamente,
Gringo es un cómic bastante entretenido, que hace pasar un rato ameno, pero el principal problema es que se queda muy en la superficie y sólo aporta ésa diversión. Por supuesto, no hay que olvidar ni la época en la que se gestó ni el público al que iba dirigido. El fallo más acusado para mí, es la absoluta carencia de personajes secundarios; ni un sólo personaje aparte del propio
Syd Bicking aparece en más de una historia. Por supuesto, esto ayudaba a que se pudiera leer un número cualquiera sin perderse el más mínimo detalle sin necesidad de haber leído nada más. Otro fallo, sería el tema de la violencia, que exceptuando el primer número y la recta final del segundo tomo, se muestra muy descafeinada, sobretodo teniendo en cuenta lo hostiles que suelen ser los
western.
A modo de curiosidad, querría señalar que esta relación tan amistosa con los mexicanos y esta figura del protector de los mismos, se ideó como estrategia para trinfar en el propio mercado mexicano. Obviamente, esto no funcionó, puesto que la idea que aquí se daba a entender de que un colectivo necesite la ayuda de una persona ajena al mismo para resolver sus problemas, no tiene que ser algo agradable para los integrantes de ese grupo.
Apartado GráficoCreo que está claro que todo aquel que se acerque a esta obra, lo hará atraído por el nombre de
Carlos Giménez. Pero que no espere al
Carlos Giménez tal y como le conocemos en la actualidad ya que aquí nos encontramos con un dibujante que bebe mucho del dibujo de cómics más clásico, que se esfuerza por aprender en cada página y demostrar lo que vale.
Su narración gráfica es perfecta, el dinamismo de sus personajes, la expresividad de los rostros y la ambientación... todo ello jugando simplemente en blanco y negro, sin grises que ayuden en los volúmenes. Podremos incluso ver la evolución de su arte, que va siendo menos "correcto" y empieza a soltarse un poco más. Cambia los planos y, en vez de centrarse en la acción principal, de vez en cuando enfoca en primer plano un objeto sin ninguna relevancia, para dejar en segundo plano el hilo de la historia.
Y los caballos y los aperos... mención aparte merecen. Una maestría sorpendente.
Simplemente por la limpieza del dibujo y la facilidad de lectura de la obra, merece la pena acercarse a curiosear en la génesis de un autor legendario, de tal forma, que se podría decir que los episodios aquí recopilados son historia de nuestra historieta al ser la primera piedra del castillo de
Carlos Giménez.
EdicionesAntes comentaba que hasta que
Glénat saco dos volúmenes (diciembre de 2009 y febrero de 2010) con los 24 episodios que dibujó
Carlos Giménez,
Gringo había sido publicada sólo parcialmente. Editoriales como
Ibero Mundial de Ediciones o
Ediciones Alonso, trajeron algunas aventuras, pero nunca su totalidad.
Es por eso que recomiendo fervientemente la compra de la edición de
Glénat de dos tomos encuadernados en cartoné de 256 páginas, que además de 12 episodios por número, incluyen interesantes textos sobre la colección y el propio
Carlos Giménez, además de las portadas realizadas por éste para
Ibero Mundial de Ediciones y las nuevas con motivo de esta edición. Unos volúmenes muy cuidados, con índice de contenidos, un papel poroso y una calidad de negros muy potente.
Los tomos están descatalogados, pero es muy fácil encontrarlos saldados a muy buen precio o de segunda mano.