Universo Marvel 3.0


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Mensajes - Taneleer Tivan

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1
Pues venga. Yo me encargo entonces de la tercera  :birra:

2
Yo creo que trocearlo en tres partes estaría bien.
Sergiox presidía esta sesión. Artemis no sé si quería darle caña también a reseñar, que apunta maneras  :lol:

La primera tanda sería hasta Avengers#345 ¿no?

Por aclarar las cosas, que veo un poco de confusión. El orden de lectura de lo que nos tocaría leer en los próximos meses es el siguiente:

- Avengers # 343 y 344

- Operación Tormenta Galáctica.

Si queréis leer los veinte números en una sola tanda, pues no hay mucho más que decir. Y si al final decidís dividir la lectura en tres partes, podemos seguir la misma estructura con que en su día fue publicado el crossover a lo largo de los tres meses en que acabó apareciendo. Es decir:

· Ronda 1.
   Captain America # 398
   Avengers West Coast # 80
   Quasar # 32
   Wonder Man # 7
   Avengers # 345
   Iron Man # 278
   The Mighty Thor # 445
· Ronda 2.
   Captain America # 399
   Avengers West Coast # 81
   Quasar # 33
   Wonder Man # 8
   Avengers # 346
   Iron Man # 279
   The Mighty Thor # 446
· Ronda 3.
   Captain America # 400
   Avengers West Coast # 82
   Quasar # 34
   Wonder Man # 9
   Avengers # 347
   Captain America # 401

- Avengers West Coast # 83

A ver, con este AWC # 83 puede que tengamos algún problema a la hora de ver dónde lo leemos. Cronológicamente su ubicación correcta es entre el AV # 347 y el CA # 401, pero no tiene absolutamente nada que ver con la Tormenta Galáctica y puede romper bastante el ritmo que tiene el final de la saga en el Capi # 401. Yo le veo más sentido leerlo junto con los números que nos toquen en la siguiente reseña de los wackos (AWC # 84-86), o incluso con esta tanda de anuales que viene ahora justo a continuación. Pero vamos, cómo lo veáis.

- Anuales Vengadores 92: Ciudadano Kang.

- Avengers West Coast # 84-86

- Avengers # 348-351

- Anuales Vengadores Costa Oeste 92: Asalto a la Ciudad de la Armadura.

- Avengers # 352-354

- Avengers West Coast # 87-88

Cuando lleguemos a este punto, volvemos a darle otra vuelta al tema y vamos viendo lo que sigue.

:birra:

3
Ahora nos tocaría leer los Avengers # 343 y 344; de hecho, la última página del 344 es un poco el preludio de la Tormenta Galáctica.

En cuanto a la saga en sí, además de los números principales que has puesto, en mi opinión que hay que leerse también el Captain America # 401, que es el epílogo directo de la saga. Aparte, hay también otros dos epílogos más en la serie de Quasar (# 35 y 36) pero de esos dos números de Quasar creo que sí que podemos prescindir ya que van de las consecuencias de lo que sucede en el espacio y no aparecen para nada los Vengadores.

¿hay que leerlo todo todito?

Pues me temo que hay que leérselo absolutamente todo. El crossover funciona como un continuará directo de un número a otro, de manera que no te puedes saltar ninguno.

Lo que nos lleva a que esta vez nos toca leer un total de 20 números si incluimos ese epílogo del Capi # 401. No sé, puede que sean muchos tebeos para leerlos y comentarlos de un tirón. Creo que deberíamos plantearnos si esta vez nos leemos la saga en dos o tres veces, en tandas de cuatro o cinco episodios, etc.

:birra:

4
¿no os da un poco de pena la evolución del personaje y su actual rol? Es cierto que antes de Bendis no es que fuera demasiado importante, pero que es la transformación que Bendis hizo de él en mi opinión terminó por matarlo y fijaos la importancia que tiene que no dudan en cambiarle el color de la piel en la serie.

Yo no puedo decir que Wonder Man sea uno de mis vengadores preferidos, pero igual que digo esto, también digo que a mí me parece un buen personaje que nunca ha desentonado en los Vengadores hasta la llegada de Bendis.

Como bien dices, yo también creo que el mayor destrozo que ha sufrido el personaje se lo hizo precisamente Bendis al convertirle por sus santos huevos en un villano que buscaba la desaparición de los Vengadores, algo que me pareció una gilipollez de calvo adolescente y pretencioso. Ahora bien, también es verdad que el papelón que le hicieron interpretar durante la Guerra Civil, yendo por ahí con Ms. Marvel cazando a su amiga Spiderwoman (bueno, en realidad en esa historia aparece ya por primera vez como Aracne) y a Mortaja, delante de la pequeña Rachel, fue también para que se hiciera mirar las neuronas el gran responsable de todo, que fue Tom Breevort, un editor muy sobrevalorado que, para mí, se ha tirado 25 años dando por culo y haciendo dejación de funciones ante cualquier escritor que ha ido pasando por los Vengadores.

Dicho esto, que para mí es así, para ser justo, también creo que esta caída a los infiernos de Simon Williams se inició en esta época de los años noventa que estamos leyendo ahora, y no fue precisamente en la serie de los wackos donde se inició, sino en la serie regular que le dieron a Simon, que iba bastante a su bola y que no llegó ni a los 30 números, cerrando por sus malas ventas. En cualquier caso, en la ficción de los tebeos, debido a lo que le sucedió al final de la Tormenta Galáctica la carrera de Simon como actor se acabó yendo por el retrete, y en la realidad de su vida editorial como personaje, el cierre de su serie regular se tradujo en su posterior “muerte” en Force Works (o Fuerza de Choque, como prefiráis) a modo de reclamo publicitario para llamar la atención sobre ese título, permaneciendo “muerto” durante unos años y regresando como una especie de “fantasma” de energía iónica ya en la época de Busiek y Pérez, que fueron los primeros en tratar de rehabilitar al personaje y devolverlo a los Vengadores.

El problema fue que cuando se marchó Busiek, el personaje prácticamente dejó de aparecer y Bendis decidió descubrir América con él.

No sé, creo que hoy en día es un personaje irreconocible y totalmente defenestrado como vengador. Muy bueno y con mucho pelo tiene que ser el escritor que ahora mismo se atreva a trabajar con él y hacer un trabajo interesante, o cuanto menos coherente con su trayectoria.

:birra:

5
Pues nada, nos toca hablar en esta tanda de cuatro episodios de Infames Monstruos de Hollywood, o lo que es lo mismo, la saga que nos presentan los Thomas en estos AWC # 76-79. La historia básicamente trata del Ahorcador (en realidad el segundo Ahorcador, puesto que el primero había pasado a mejor vida en el Bizarre Adventures # 31) intentando traer al demonio Satannish a la Tierra. Para ello se sirve del Turno de Noche, como algunos recordaréis por su anterior aparición en el WCA # 40, un grupo de villanos con cierto toque Halloween que en esta historia acaban siendo los clásicos peones de toda la vida, siendo ese el motivo de que se acaben enfrentando a los wackos en esta saga con la que los Thomas homenajean el cine de Hollywood y las clásicas revistas de terror de los años setenta.

Bueno, sin ser nada del otro mundo, a mí sí que me parece una saga entretenida, yo diría que bastante mejor que la de los Señores del Pacífico, aunque efectivamente tampoco es que sea una cosa como para tirar cohetes. A efectos de caracterización, destaca el que Ojo de Halcón siga haciendo el capullo con Pájaro Burlón (quien como vemos no ha desaparecido, sino que sigue interaccionando con el grupo) al mismo tiempo que intenta ligarse (de manera infructuosa) a Spiderwoman, quien por otra parte está más preocupada por los problemas que tiene con su hija y con su ex que de hacerle el menor caso. También me llama la atención el intento que suponía esta historia de mover un poco al personaje de Simon Williams (especialmente su relación con Wanda y su carrera como actor), aunque desgraciadamente ese intento se iba a acabar quedando en nada al darle Marvel su propia serie regular a Wonder Man y quedar así el personaje fuera del control de los Thomas y del editor Nel Yomtov, siendo en esa serie donde ahora pasaban a desarrollarse todo este tipo de cuestiones, incluida su relación con Wanda.

En cuanto al Departamento de Curiosidades Curiosas, me temo que en esta saga de los Infames Monstruos de Hollywood no voy a tener que hacer ningún Departamento de Curiosidades Curiosas, pero más que nada porque prácticamente toda ella es un Departamento de Curiosidades Curiosas. Teniendo en cuenta esta circunstancia un tanto sui géneris, la mayoría de guiños y referencias con que en esta ocasión nos obsequian los Thomas, giran básicamente en torno a dos motivos principales: el cine de Hollywood (para lo que les viene genial la presencia de Simon Williams en los wackos y su carrera como actor), y un antiguo cómic del propio Roy Thomas y de Barry Smith que apareció publicado en los meses previos a que ambos hiciesen su debut en Conan, y al que el propio Roy Thomas no deja de hacer referencia a lo largo de toda la saga: el Tower of Shadows # 5, un tebeo publicado en el año 1970 que sin embargo, tal y como nos ha apuntado System, juega efectivamente un papel bastante importante en esta historia.

Empecemos por el principio. En primer lugar, como suele ocurrir de manera más o menos habitual con los títulos en esta serie, el de esta saga (Infamous Monsters of Hollywood) es un evidente guiño/homenaje a una de las revistas norteamericanas de cine más míticas y populares del siglo pasado: Famous Monsters of Filmland, una revista de culto dedicada al cine de terror (y de ciencia ficción) que James Warren estuvo publicando desde finales de los años cincuenta a principios de los ochenta. Por cierto, ya que estamos, en la portada original USA del AWC # 76, el título de la saga que aparece en ella es Infamous Monsters of Filmland (rotulación que por cierto desapareció en la portada de la versión española de Forum), aunque en los siguientes números de la saga ya aparece correctamente nombrada como Infamous Monsters of Hollywood. Me imagino que a alguien le debió fallar el subconsciente.

Más cosas. Las alusiones y referencias al cine de Hollywood a lo largo de los cuatro números que componen la saga ya hemos indicado que son muchas. Así a vuela pluma, en un momento u otro de la saga se cita a Eduardo Manostijeras, Rebelde sin Causa, a Nicholas Ray, a Dorothy y Lilian Gish, a John Gilbert, Stanley Kubrick, Sean Penn, Sean Young, se hacen comentarios irónicos sobre el aliento de Clark Gable, sobre las puñaladas que se dan en Hollywood, los habituales retrasos en los rodajes, etc; de hecho, como bien se ocupan de destacar de forma expresa los Thomas, el final de la saga en el AWC # 79 transcurre en uno de los lugares más emblemáticos del cine de Hollywood: el Observatorio Griffith, que posiblemente así de primeras no os suene de nada, pero en el que se han rodado multitud de películas y series de televisión que habéis visto centenares de veces. Así, por poner algún ejemplo, los cinéfilos más veteranos lo recordarán como el lugar de la pelea a navajazos entre James Dean y Corey Allen en Rebelde sin Causa, mientras que los más jóvenes (y sus queridas y nunca suficientemente valoradas parejas, que siempre entra dentro de lo posible que fuesen quienes les llevasen/arrastrasen a verla) lo recordarán en cambio como el lugar donde se encuentra el planetario en el que se citan Enma Stone y Ryan Gosling en la más reciente La La Land. Y desde luego, la imagen del Observatorio Griffith que cualquier buen fan del fantástico va a tener siempre en mente es aquella en que el T-800 interpretado por un desnudo Arnold Schwarzenegger llegaba al presente en la primera de las pelis de Terminator y se hacía con algo de ropa a costa de un jovencísimo Bill Paxton y los dos individuos que le acompañaban. Por cierto, como el propio Roy Thomas comentaba en alguna entrevista de la época en el Marvel Age, toda vez que él mismo residía habitualmente en el sur de California, acostumbraba a enviar fotografías a los dibujantes con los que trabajaba en los wackos para que éstos pudieran reproducir con mayor exactitud los escenarios típicos de la costa oeste por los que se movía el grupo (el tipo de edificios, la abundancia de palmeras, etc.). Pues bien, la imagen del Observatorio Griffith que aparece en la página inicial del AWC # 79, tiene toda la pinta de proceder una de esas fotografías, toda vez que Dave Ross, aparte de que era canadiense, llegó a comentar en alguna entrevista que nunca había estado en la Costa Oeste. Lógicamente, también entra dentro de lo posible que fuese él mismo quien tomase esa referencia visual del Observatorio Griffith de algún libro de cine o similar, aunque conociendo cómo trabajaba Roy Thomas, permitidme que me incline más por la primera opción.

Por otra parte, esta saga se queda un poco coja de leer si al hacerlo no tenemos muy presente el citado Tower of Shadows # 5, un tebeo no demasiado relevante (por decirlo de alguna manera) que veinte años atrás habían llevado a cabo Roy Thomas y Barry Smith. Sin ir más lejos, este nuevo Ahorcador que ahora se presentaba en Infames Monstruos de Hollywood, era efectivamente Jason Roland, el protagonista de la historia que abría el Tower of Shadows # 5 y que precisamente llevaba por título “El demonio que devoró Hollywood”, que, si os fijáis, es exactamente el mismo título que tiene la película que se está rodando en esta saga de los Vengadores Costa Oeste y en la que se ven envueltos Simon Williams y el resto de los wackos.

Al tratarse de un tebeo muy poco reeditado, creo que no está de más hacer un mínimo resumen a fin de poder situar en contexto todo lo que nos cuentan los Thomas en esta saga. En dicha historia, Jason Roland, un actor de segunda fila, hacía un pacto con un desconocido demonio al que no se llegaba a nombrar (pero que ahora, en esta saga de los noventa, descubríamos que se trataba de Satannish) para que le ayudase a alcanzar el éxito en el competitivo mundo del cine de Hollywood, siendo así como Satannish le proporcionaba un extraño tipo de maquillaje que le otorgaba un gran realismo a sus interpretaciones y le hacía triunfar en las películas de terror de la época. Sin embargo, Roland incumplía el pacto al que había llegado con el demonio y al final de la historia quedaba atrapado dentro del disfraz de monstruo con el que estaba rodando su última película, desapareciendo en plena noche sin que nadie volviera a saber nada más de él. En aquella historia también aparecía su novia, otra actriz que respondía al nombre de Stella Houston y que igualmente vuelve a reaparecer ahora en Infames Monstruos de Hollywood como personaje secundario. Señalar también que aunque en tiempo real habían pasado 21 años desde que Marvel había publicado aquella historia, en el AWC # 78 lo que se mencionaba era que únicamente habían pasado 7 años desde que esa película que estaban rodando en el Tower of Shadows # 5 hubiese quedado interrumpida por la misteriosa desaparición de Roland.

Otra curiosidad relacionada con este Tower of Shadows # 5y que también tiene su reflejo en esta saga hollywoodiense de los Costa Oeste, es que el anfitrión y conductor de las historias que aparecían en Tower of Shadows (imitando de alguna manera el papel que desempeñaba el Guardián de la Cripta en los comics de EC) era precisamente un personaje que también aparece en esta historia: el Enterrador, personaje que acabaría siendo trasladado desde esas presentaciones de Tower of Shadows al Universo Marvel tradicional de la mano de Mark Gruenwald, en este caso formando parte de la formación original del Turno de Noche que aparecía en el Capitán América # 330, que era donde se reunía por primera vez este grupo de villanos, por mucho que la mayoría de ellos tuviese sus raíces en los primeros números de la serie de la Spiderwoman original de Wolfman e Infantino, que como recordaréis transcurría también en la Costa Oeste, y en el último número de su serie, del que fue editor el propio Mark Gruenwald, siendo desde ese último número de la serie de Spiderwoman desde donde Gruenwald se los llevaría a la serie del Capi, y de ahí al WCA # 40.

Con todo, el homenaje a Tower of Shadows que me parece más divertido (y original) de todos los que aparecen en esta saga era el que se hacía por parte de Thomas y el dibujante David Ross en la página 11 del AWC # 76, es decir, en la primera página en que aparecía la Torre de las Sombras, que como a estas alturas ya sabéis, resulta ser también el cuartel general que el Turno de Noche utiliza como base, puesto que no fue sólo la figura del Enterrador lo único que este grupo de villanos de cierta orientación macabra tomó prestado de la vieja cabecera de Tower of Shadows, sino que también iba a quedarse con lo que ahora era su cuartel general, es decir, la Torre de la Sombras, una especie de mansión encantada situada en lo alto de una colina que aparece y desaparece del lugar donde se encuentra, y que si no me falla la memoria se presentó por primera vez en una de las historias del Solo Avengers # 3, en concreto la que escribía Roger Stern y estaba protagonizada por el Caballero Luna y Mortaja.

Pues bien, si os fijáis en la imagen que aparece en la primera viñeta de esa página del AWC # 76, en concreto, en su margen superior izquierdo, o lo que es lo mismo, en el mismo lugar en el que venía situado el cajetín con los personajes que tradicionalmente aparecía en todas los comics Marvel, veréis que esa viñeta con la imagen de la Torre de las Sombras, y su situación en ese margen superior izquierdo de la página, coincidían con la icónica imagen que en su día ilustraba el cajetín de Tower of Shadows y que no era otra que la de la famosa casa encantada situada en lo alto de la colina que daba nombre al tebeo.



Aparte del Turno de Noche, los otros dos villanos de la historia también tienen su pequeño comentario. Como creo que ya os habréis percatado, los Thomas están utilizando en esta serie a muchos de los personajes creados por el propio Roy Thomas durante su primera etapa en Marvel: Ultrón, el Segador, Fuego Solar, Arkón, Thundra, etc. Pues bien, lo mismo vuelve a suceder en esta historia con la aparición del demonio Satannish, también creado por Roy Thomas, en este caso durante su recordada andadura junto a Gene Colan y Tom Palmer en la serie del Dr. Extraño, y con Jason Roland, como hemos visto, otro personaje también creado por Thomas, en este caso dentro del Tower of Shadows # 5, y que era quien en esta historia se convertía en el segundo Ahorcador reemplazando al original. En cualquier caso, no será la última vez que sepamos de ellos, puesto que ambos volverán en la que creo que para muchos fue de un modo simbólico la verdadera saga de despedida del grupo.

En cuanto a la participación del Dr. Extraño en esta saga, tampoco nos debe extrañar demasiado que aparezca en ella como invitado, toda vez que los guionistas que en ese momento se encargaban de su serie regular eran también los Thomas, por lo que la aparición del personaje en una saga de los Vengadores Costa Oeste que involucraba demonios y brujería resultaba bastante lógica; de hecho, creo que puede ser importante destacar que es en el AWC # 79, el número con el que concluye esta saga, donde el Dr. Extraño invita por primera vez a la Bruja Escarlata para que sea su discípula en las artes místicas, algo que se iría viendo en su serie y que como sabemos incidirá en el futuro en los poderes de Wanda. Por otra parte, a efectos de continuidad, señalar también que la aparición del Dr. Extraño en esta saga de los Costa Oeste tiene lugar entre los Dr. Strange, Sorcerer Supreme # 36 y 37, de los cuales, si no me equivoco, sólo el primero de ellos llegó a publicarse aquí.

Y bueno, eso es todo. Al igual que sucedía durante la saga de Los Señores del Pacífico, en estos números de los wackos tampoco se hace ninguna alusión al estado de salud cada vez más irreversible del Hombre de Hierro puesto que éste sigue manteniendo el tema en el más absoluto de los secretos. No obstante, para aquellos que quieran tener una visión más completa de lo que está sucediendo con Stark y entender un poco mejor algunas de sus reacciones durante la Operación Tormenta Galáctica, puede ser interesante la lectura de La Semilla del Dragón (IM # 267-275), que además vendrá bastante bien para cuando más adelante nos toque leer el crossover Las Manos del Mandarín (por cierto, si no recuerdo mal, traducido aquí de manera bastante imaginativa por parte de Forum como Las Garras del Mandarín).

Y por cierto, System, compañero, casi me descompongo en factores primos de la risa que me ha entrado con el guiño que has hecho a la Gran Superproducción. Pero eso sí, la errata del Famosos Monstruos de... Halloween en el título de la reseña, por muy inocente que sea, también es buenísima. Perdóname, pero es que soy de risa fácil y no sé con cuál me he reído más.

Como diría aquel, qué puñetero es el subconsciente cuando nos gusta la fiesta :lol: :lol:

:birra:

6
Lo que más me gustó fue la relación Arkón/Thundra, que diría ha caído en el olvido. Tendré que investigar si estos dos siguen siendo pareja o no  :sospecha:

La verdad es que son personajes que han caído en el olvido, pero aún así me suena que aparecieron en la etapa de Busiek y aún seguían juntos si mal no recuerdo.

Si, en la etapa de Busiek seguían. Pero luego
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
  :sospecha:

Si me permites el chiste fácil, para separarlos, el guionista y el editor de turno tendrían que haber sabido antes que eran pareja, lo que no estoy muy seguro de que haya llegado a ocurrir.

Oye pues es muy curioso lo del origen de Arkon y su relación con los tebeos de Green Lantern de DC, no tenía ni la menor idea ya que como casi todos supongo, lo vinculaba principalmente a un origen relacionado con el mundo de la brujería y los personajes tipo Conan.

Bueno, es que se trata de un tebeo muy antiguo y que además tampoco ha tenido muchas reediciones en Estados Unidos, por lo que no es que sea un material demasiado conocido fuera de los coleccionistas de toda la vida de DC. A ver, es posible que este desconocimiento cambie en breve, o al menos en un futuro más o menos cercano, ya que DC hasta ahora ya ha publicado lo que se podrían considerar como los “hipotéticos DC Finest # 2 y 3” de Green Lantern, así que supongo que en algún momento acabará publicando lo que sería el “hipotético DC Finest # 1” de Green Lantern, que es el que debería traer los Showcase y los primeros 18 números de su serie, que sería precisamente lo que faltaría por publicar de estos inicios de Green Lantern y donde aparecería este Green Lantern # 2. Supongo que el día en que se publique, habrá más gente que se fije en este tema, pero más que nada porque será un mayor número de gente la que tenga acceso al tebeo, no porque sea algo complicado de fijarse.

De todas formas, es curioso que para ser un tebeo tan antiguo y tan poco conocido en general, este Green Lantern # 2 se haya llegado a publicar por dos veces en nuestro país, o al menos yo lo tengo dos veces, una en la edición de Novaro (a ver, digo que está publicada aquí porque yo me hice en su día con este tebeo de Novaro y lo conseguí aquí en España, no en México, así que me imagino que éste fue uno de los que llegaron a publicarse aquí antes de que se censurasen los superhéroes), y la otra en la más reciente y conocida serie de Clásicos DC dedicada a Green Lantern que sacó Planeta hace ya casi 20 años.

Como el coleccionismo de la DC Pre-Crisis es aquí todavía más minoritario que en los USA (o sea, entre minúsculo e inexistente para entendernos), pues sí, resulta bastante lógico que no se hable demasiado de este tema fuera de los círculos habituales de venerables abuelos que se dedican a pasar el día tocándose las bolas y hablando de la DC Pre-Crisis entre otras frikadas.

Empezando por lo peor, el Avengers #340 me ha parecido atroz en casi todos los sentidos. Empezando por la historia, no funciona en casi ningún momento este villano que tiene a sus hijos militarizados, al más puro estilo de Sonrisas y Lágrimas solo que más exagerado aún. La historia no hay por dónde cogerla.

:lol: :lol:

Truños y Lágrimas. Sólo con ese título hasta yo podría montar un musical en la Gran Vía. Algo así como una versión punk de la historia de la familia von Trapp 40 años después de haber emigrado a los USA.

Citar
Thomas me aburre bastante, como ya dije en la tanda anterior. La perspectiva de leerme su etapa al frente de los whackos no es que me emocione.

Hay un par de sagas más adelante que me parece que están bastante bien, o al menos por encima de la media de lo que los Thomas hicieron en la serie. No voy a decirte cuáles son para no crearte expectativas cuando las leas, pero bueno, ten paciencia que a lo mejor sí te acaban gustando.

A mí los wackos de Thomas me parecieron una serie discreta, pero que a pesar de todo tenían su interés y sus virtudes. Era una serie con oficio que se movía bien entre su público, aunque éste no fuese muy mayoritario. Me imagino que ya hablaremos de su final cuando llegue, pero la verdad es que fue más un relanzamiento que un cierre, aunque ese relanzamiento acabase saliendo mal.

De todas formas, también es verdad que a muy pocos escritores les fue bien en su segunda época en Marvel, como podrían atestiguar los Claremont, Englehart, etc.

:birra:

7
Pues en esta tanda nos toca reseñar historias de ambas series de Vengadores, los Avengers # 340-342 por un lado, y el AWC #  75 por otro. En ambos casos se trata de historias de transición que no creo que nos hayan dejado mucho poso positivo a ninguno tras su lectura, pero en todo caso alguna de ellas sí que tiene ciertos puntos de interés que merecen la pena ser comentados, así que como se suele decir en estos casos, Valor y al Toro.

Comenzando en primer lugar por el AV # 340, la historia de los críos militarizados y el padre completamente pirado, no es que me resulte un poco floja, sino que directamente me parece un horror, encuadrándose claramente en ese grupo de historias fallidas que el compañero asylum ha venido a denominar como el montón de “relleno, anuales y purria” que apareció en estos años junto a la etapa de Harras en los Vengadores. En cualquier caso, sea cual sea la opinión que nos merezca esta historia, estamos ante un fill-in que carece de mayor interés y cuya única razón de ser fue que el episodio inicial de La Obsesión por Coleccionar había salido justo antes de dar comienzo la periodicidad quincenal, por lo que era necesario un comic más para completar los seis que tenían que salir durante los tres meses de verano.

Como se indica en los propios títulos de crédito, la historia era un argumento de David Micheline que me imagino que debía estar guardado en algún cajón por si en algún momento de emergencia era necesario tirar de él (lo que se conoce en el mundillo editorial como la típica historia de inventario) al que luego le ponía los diálogos un Scott Lobdell que me da toda la impresión de que se hallaba en piloto automático y puso estos diálogos como podía haber puesto otros en cualquier otro idioma diferente (esquimal, bantú, etc.). El dibujo era de otro recién llegado, Paul Abrams, otro de esos jóvenes dibujantes con escaso bagaje profesional que acababan de aterrizar en Marvel y que tampoco es que se luciese mucho en esta historia, por decirlo de algún modo que no suene demasiado brusco. Y eso que unos años más tarde el tío llegaría a ser un pintor con cierto reconocimiento, llegando incluso a exponer su obra en varias galerías, pero la verdad es que aquí le daba una paliza al pobre lápiz que lo dejaba temblando.

En cualquier caso, la historia me parece tan olvidable como prescindible y no creo que tenga mucho más que contar. Está protagonizada únicamente por el Capi, la Avispa y Jarvis, siendo las apariciones del Hombre de Hierro, Hulka y Hércules meramente anecdóticas con motivo de su asistencia a la inauguración de un Hospital. Si acaso, mencionar que la referencia que hace el Hombre de Hierro a los hospitales está relacionada con los graves problemas de salud que estaba atravesando en ese momento en su propia serie regular a causa del disparo de la zumbada de Cathy Dare (IM # 242) y la tensión que llevar la armadura le estaba produciendo a su sistema nervioso tras lo sucedido en la Segunda Guerra de las Armaduras (IM # 258-265).

Vamos ahora con la segunda saga, la que aparece en los Avengers # 341 y 342 y que me parece que es la mejor de esta tanda, o al menos la que tiene mayor interés. Como pequeño apunte personal, una cosa que me parece curiosa de estos tres números de los Vengadores es que fuera Scott Lobdell el primero en echarle una mano a Bob Harras durante ese periodo de dos/tres meses que éste necesitaba para empezar a preparar los guiones de los Vengadores, y que el otro escritor encargado de darle ese tiempo a Harras fuese Fabian Nicieza, el guionista que se encarga de hacer esta minisaga de dos números previa a la llegada definitiva de Harras a la serie. Pues bien, como a estas alturas ya sabéis, por esas casualidades de la vida, Lobdell y Nicieza fueron los dos escritores que Harras puso al frente de la Patrulla X tras la desbandada de Lee, Portaccio y Liefeld a Image, un hecho que no quiero dejar de mencionar por lo curioso que me resulta. Y otra cosa que quiero destacar es que Steve Epting y Tom Palmer actúan ya en estos dos números como el nuevo equipo artístico oficial de la serie, empezando a ser evidente la mejora que los Vengadores están empezando a mostrar en su apartado gráfico.

Más cosas. Como nos ha señalado Job, la principal intención que tenía esta saga era la de sacar a Rabia de los Vengadores. Parece ser que Harras no estaba por la labor de tener a Rabia dentro del grupo, así que todos los implicados (es decir, Harras, Macchio y Nicieza) decidieron que lo mejor era sacarle del equipo antes de que Harras se hiciese cargo de la serie, siendo el propio Fabian Nicieza quien ofreció la solución de incorporarle a los Nuevos Guerreros, aprovechando la edad del personaje y sobre todo que él era el guionista de la serie, aunque como es lógico, esa incorporación tenía que llevarla a cabo dentro de la propia serie de los Nuevos Guerreros, como de hecho así sucedió. Posiblemente, ese fuese el motivo de que los Nuevos Guerreros participasen tan abiertamente en esta historia y de que abarcasen tanto protagonismo en ella como los propios Vengadores.

En relación a esta salida de Rabia del grupo hay que hacer también una pequeña matización. Es cierto que Rabia deja de ser vengador activo en el AV # 342, al descubrir los Vengadores que es menor de edad y que sólo tiene 14 años, pero no es en esta saga que Nicieza nos presenta dentro de los Vengadores donde se produce su expulsión y salida definitiva del grupo. Muy al contrario, si no recuerdo mal, esa expulsión tiene lugar apenas unos meses más tarde en New Warriors # 26, tras haber robado un Quinjet de los Vengadores para ayudar a los Nuevos Guerreros a desplazarse hasta Camboya (NW # 22-25), siendo tras esa salida definitiva de los Vengadores cuando se une a los Nuevos Guerreros.

En cualquier caso, Rabia es el personaje sobre el que Nicieza hace recaer todo el peso de una historia que hay que situar en el marco de los conflictos raciales que en ese momento constituían la gran preocupación de los ciudadanos norteamericanos y que de hecho iban a acabar desembocando en los importantes disturbios que tendrían lugar en la Costa Oeste apenas un año más tarde. De acuerdo con las intenciones con las que Larry Hama había introducido a Rabia en los Vengadores, lo cierto es que este trasfondo argumental le venía como anillo al dedo al personaje, pero también es verdad que Nicieza aprovechaba estos dos números para incidir en sus motivaciones mucho más de lo que lo había hecho Hama, en este caso haciendo que actuase como elemento catalizador la tremenda paliza que había sufrido su mejor amigo (otro menor de edad) a manos de la policía mientras se hallaba esposado, una paliza que además le había dejado hospitalizado en estado crítico.

Toda esta caracterización que Nicieza hacía del personaje tiene bastante importancia a la hora de comentar esta saga, puesto que la misma encuentra su inspiración en un suceso real muy importante que tuvo lugar en ese año 1991 en los Estados Unidos, tal y como pone de manifiesto la propia splash inicial con que se abría el AV # 341. En concreto, esa paliza filmada que recibía en la ficción el personaje de Carmelo Martínez (el amigo de Rabia) a manos de la Policía de Nueva York, y de la que se hacía eco ese reportaje televisivo que con el que comenzaba la saga, estaba inspirado en la brutal paliza que en marzo de ese mismo año había sufrido el ciudadano afroamericano Rodney King a manos de varios agentes de la policía de Los Ángeles y que daría lugar al año siguiente a los importantes disturbios y manifestaciones que luego se irían extendiendo por toda la ciudad, circunstancia que como podéis ver resulta bastante similar a la que se producía en esta historia que aquí aparecía ambientada en la ciudad de Nueva York y en el barrio neoyorquino del Bronx, que es donde se desataba el conflicto entre los manifestantes y los Hijos de la Serpiente en el que se veían involucrados los Vengadores y los Nuevos Guerreros.

Los villanos de esta saga resultan ser el nuevo Aborrecedor y los Hijos de la Serpiente, seguramente los más adecuados para protagonizar una historia de este tipo. Respecto del nuevo Aborrecedor (una entidad maléfica llamada Animus que no tenía nada que ver con ningún clon de Hitler o similar), se trata de una creación propia de Nicieza que aparecía por primera vez en esta historia sin que se llegase a explicar mucho más de él o de su origen; de hecho, no volvería a aparecer más por la serie, aunque sí volveríamos a verle en la historia de Máquina de Guerra que aparecería en el AWC # 100 y que luego tendría su continuación en el serial que el propio Rhodes protagonizaba en los Marvel Comics Presents # 152-155 y en el que aparecerían también los Hijos de la Serpiente.

En cuanto a los Hijos de la Serpiente (o lo que es lo mismo, la versión Marvel del Ku Klus Klan), únicamente mencionar a modo de curiosidad que la aparición en esta historia de esa base que aparecía situada en los sótanos del Edificio Richmond, está relacionada con la última aparición de este grupo de villanos supremacistas en Defenders # 22-25 y con quien era su principal valedor en aquella historia, JC Pennysworth (sí, efectivamente, el apellido es el mismo del personaje en el que pensáis, porque Halcón Nocturno es un reflejo marvelita de ese otro personaje en el que también estáis pensando), el hombre a quién Kyle Richmond había confiado la dirección de Richmond Enterprises.

Por último, a efectos de continuidad, apuntar también que Hércules y Quasar no aparecen en estos AV # 341 y 342 porque ambos se encuentran muy ocupados en The Mighty Thor # 437, donde el nuevo Thor, Hércules y Quasar se enfrentan a la Encantadora, aprovechándose ésta de la circunstancia de que Hércules pretende “entrenar” e “instruir como guerrero” al voluntarioso e inexperto Eric Masterson, en este caso llevando a cabo un enfrentamiento simulado contra Quasar (aunque desgraciadamente se olvida de advertir a Quasar de que se trata de un combate simulado), combate que lógicamente acaba como el rosario de la aurora debido a las manipulaciones de la asgardiana. En todo caso, destacar también que Quasar obtiene su nuevo uniforme, con el que ya le vemos en esta historia y con el que le iremos viendo a partir de ahora, en Quasar # 26.

Y después de comentar estos tres números de los Vengadores, toca finalizar con el AWC # 75, que si no me equivoco fue el primero de todos los episodios de esta tanda en aparecer publicado. Se trata como vemos de una historia única que funciona como un número conmemorativo de las 75 entregas de la serie y en la que de nuevo nos encontramos con los juegos de palabras que tanto le gustan a Roy Thomas a la hora de ponerle título a las historias de los wackos. En esta ocasión, el título Rehenes de Fortuna hace referencia a la situación producida cuando se utiliza a la familia de alguien como rehén, y que según tengo entendido es una expresión que procede de los ensayos del pensador inglés Francis Bacon, por lo que me imagino que Thomas está sacando a relucir aquí su faceta de antiguo profesor de literatura para proporcionarnos el título de una historia cuyo trasfondo es el secuestro de los hijos de los Richards y de Spiderwoman. Por otra parte, como habréis visto, estamos ante un número especial de 38 páginas, cuya extensión se debe precisamente a esa conmemoración que suponía haber llegado al número 75 de la serie; de hecho, me imagino que esta extensión es la principal responsable de que fuese Herb Trimpe quien se encargase de dibujar esta historia en lugar de Dave Ross y Tim Dzon, quienes recordemos que en ese momento acababan de aterrizar en la serie y seguramente necesitasen de algún tiempo para ponerse al día.

La historia no deja de ser otro número de transición intercalado entre dos sagas que a mí personalmente me viene a resultar también bastante floja a pesar del interés que pueda conllevar el tener a los 4F como invitados. El dibujo de Herb Trimpe tampoco es que me ayude a mejorar mucho esta apreciación. En todo caso, por precisar la autoría del dibujo de este AWC # 75, matizar que todo el trabajo a lápiz y a tinta es obra de Herb Trimpe, aunque es ayudado por Charles Barnett en el entintado de las páginas finales. A modo de curiosidad, según el propio Trimpe llegaría a confesar años más tarde, en esta época de principios de los noventa empezaba a serle cada vez más difícil encontrar trabajo, circunstancia que le acabaría llevando a imitar descaradamente el estilo de los dibujantes de la época con el fin de conseguir que los editores le contratasen, y no puedo dejar de pensar que algo de ese Herb Trimpe intencionadamente noventero se empieza ya a dejar ver en algunas de estas páginas. En cualquier caso, desde mi muy personal punto de vista, este AWC # 75 es una historia únicamente disfrutable por aquellos que seamos seguidores de los Vengadores. El resto de mortales es bastante posible que se sientan un tanto excluidos de ese disfrute.

A efectos de continuidad, la historia tiene como trasfondo argumental la guerra interdimensional desatada entre las respectivas realidades de Arkón y Thundra, siendo utilizada por los Thomas con un doble propósito. El primero es presentar en la serie a Rachel Carpenter, la hija de Spiderwoman, y hacer que la pequeña averigüe la doble identidad de su madre para luego así poder jugar con esta circunstancia dentro de la serie a la hora de caracterizar a Spiderwoman como heroína y madre al mismo tiempo. El segundo tiene más que ver con los personajes que interpretan el papel de villanos en este AWC # 75, y que son precisamente dos personajes creados en la década de los setenta por el propio Roy Thomas y el gran John Buscema: Arkón (AV # 75) y Thundra (4F # 129), los respectivos gobernantes de Polemachus y Femizonia. Pues bien, como ya habréis visto, aparte de ese descubrimiento por parte de su hija de la doble identidad de Spiderwoman, la otra gran consecuencia que queda a la conclusión de esta historia es que Arkón y Thundra se acaban uniendo como pareja (una pareja de trogloditas si se quiere, pero pareja al fin y al cabo), situación que será la que mantendrán en su aparición al año siguiente dentro de la serie principal de los Vengadores de Harras.

Y no me parece que esta historia tenga mucho más que comentar. Si acaso, a modo también de curiosidad, mencionar que la aparición de los 4F como invitados en este número de aniversario de los wackos tiene lugar entre el final de la trama de la Agencia de Variación Temporal (TVA) con que concluía la etapa de Simonson (4F # 354) y el comienzo de la etapa de Tom DeFalco en el 4F # 357. Y otra cosa que también quiero volver a destacar es que Wanda vuelve a aludir una vez más al recuerdo de sus hijos en esta historia, por mucho que Bendis decidiese ignorar años más tarde esta circunstancia.

Departamento de Curiosidades Curiosas: aprovechando que Arkón interpreta el papel de uno de los villanos de esta historia, no viene mal traer a colación algunas circunstancias no demasiado conocidas sobre el origen de Arkón, que recordemos es una creación del propio Roy Thomas junto a John Buscema cuya primera aparición tuvo lugar en las páginas del AV # 75 (supongo que por esas casualidades de la vida, el mismo número que éste de los wackos). Pues bien, la versión más o menos oficial sobre el origen de Arkón procede del propio Roy Thomas y tenéis una mención a ella en esta entrevista publicada dentro de la revista Alter-Ego que Roy Thomas le hizo a John Buscema poco antes de su fallecimiento. Según esta versión de Thomas, Arkón es un reflejo del espíritu de los guerreros bárbaros que se hallaban de moda a finales de los sesenta, inspirado por la creciente popularidad que estaba consiguiendo el entonces llamado género de Espada y Brujería entre los aficionados. De este modo, Arkón se presentaba como una mezcla entre el Conan de Howard y el John Carter de Burroughs, algo que no dejaba de resultar bastante evidente si tenemos en cuenta el parecido físico existente entre Conan y Arkón, especialmente cuando quien los dibuja es Buscema.

Ahora bien, como vais a poder ver a continuación, en Arkón hay más de lo que habitualmente se dice. En concreto, si bien lo que cuenta Thomas es algo que se puede apreciar a simple vista, también es verdad que a esa inspiración bárbara del personaje hay que añadirle además otra serie de elementos que Thomas siempre ha evitado mencionar al referirse a la creación de Arkón, puesto que quienes se encuentran detrás de esos elementos son unos antiguos personajes de DC Comics que no dejan de ser también unos de los villanos más antiguos de la serie de Green Lantern: los Armeros de Qward. Para que veáis más claramente por dónde van los tiros, a continuación tenéis la portada del Green Lantern # 2, publicada en 1960 y obra de Gil Kane, y la portada del Avengers # 76 que Buscema vino a realizar diez años después de la anterior y que fue la primera que presentó a Arkón como protagonista.



En esta portada de Green Lantern se ve a Hal Jordan enfrentándose por primera vez a uno de los Armeros de Qward, quienes tal y como estáis viendo, utilizan como principal arma ofensiva los llamados Qwa-Bolts, los cuales no dejan de ser idénticos a los rayos dorados que utiliza Arkón, rayos que los Armeros de Qward llevan además en un carcaj idéntico al que utiliza Arkón, y quienes también, al igual que éste, utilizan como parte de su equipo un casco y un escudo que también resultan bastante similares a los que utiliza Arkón; de hecho, aunque esto es bastante más lógico, si os fijáis en ambas portadas, el movimiento del emperador de Polemachus al arrojar sus rayos a los Vengadores no deja de recordar bastante al que dibujaba Gil Kane del Armero que se enfrentaba a Hal Jordan en la portada de ese Green Lantern # 2. A mayor similitud, ambos personajes, tanto Arkón como los Armeros de Qward, resultan tener en común un origen extraterráqueo, puesto que uno procede de un universo extradimensional y los otros de un universo de antimateria.

Que yo sepa, nunca se ha llegado a comentar nada sobre si estas similitudes entre Arkón y los Armeros de Qward tuvieron su origen en los elementos descriptivos que aparecían en el guion que Roy Thomas le proporcionó a Buscema, o si por el contrario las mismas tuvieron su base en una “inspiración” directa del propio Buscema en esa portada de Green Lantern obra de Gil Kane. Lamentablemente, como habréis podido leer en esa entrevista que le hizo en su día el propio Roy Thomas, Buscema ya no se acordaba de nada de lo sucedido con Arkón. Una lástima. En todo caso, antes de cerrar el tema, no viene mal tener en cuenta el contexto en el que se produjo esta aparición de Arkón en el Universo Marvel. Y es que apenas unos meses antes, en el AV # 69, Roy Thomas también acababa de presentar en las páginas de los Vengadores al Escuadrón Siniestro (para los que no lo sepáis, una más que evidente parodia de la Liga de La Justicia de DC que sería reciclada más tarde por el propio Roy Thomas en el Escuadrón Supremo de la Tierra 712). Toda vez que DC respondió a esta parodia de sus personajes dentro de la propia serie de la Liga de la Justicia con los Campeones de Angor (JLA # 87), que eran a su vez una evidente parodia de los Vengadores, la cosa no pasó de ahí y la cuestión quedó zanjada, pero en cualquier caso no está de más tener también en cuenta este contexto a la hora de situar esta creación de Arkón y sus semejanzas con los Armeros de Qward.

:birra:

8
A ver, partiendo de la base de que me apunto a lo que sea que decidáis hacer, en mi opinión no sería bueno meternos con una lectura del Guantelete del Infinito.

Me explico. En primer lugar, una cosa es que los Vengadores participen en el Guantelete del Infinito, y otra muy distinta es que los Vengadores sean los protagonistas del Guantelete del Infinito, o que incluso ésta sea una saga de los Vengadores. Por ser, casi que sería más bien una saga de Estela Plateada y de Adam Warlock (de hecho, ya sabéis que originalmente ésta historia era una saga pensada para tener lugar dentro la propia serie de Estela Plateada). El problema es que hoy en día el cine nubla un poco nuestras percepciones (vamos, como el alcohol) y hemos acabado viendo al Guantelete del Infinito como una saga de los Vengadores, cuando en realidad el Dr. Extraño es incluso más protagonista de esta historia que los propios Vengadores.

Y además otra cosa que me parece casi más importante que la anterior. Para disfrutar como se merece de la lectura del Guantelete del Infinito, otra cosa que deberíamos tener en cuenta es que no se puede decir que ésta sea una historia demasiado independiente. Más bien es un tercer acto de una saga que Starlin comienza en Silver Surfer # 34-38, continúa en la serie limitada Thanos Quest # 1-2 (y en varios números más de Silver Surfer entre el # 44-50) y finalmente concluye en estos seis números que componen el Guantelete del Infinito. Y además, esto de que la saga “concluye” en el Guantelete del Infinito no deja de ser una manera mía de hablar bastante suigéneris, porque como bien sabéis, la historia luego continúa en la Guerra del Infinito y luego en la Cruzada del Infinito. Los Vengadores participan en ambas y entiendo que entonces también nos las tendríamos que leer cuando tocase.

No sé, me parecen demasiados números fuera de la serie de los Vengadores y además con poco protagonismo de los Vengadores.

Pero oye, que lo que queráis hacer, me parece bien, aunque eso sí, yo no recomendaría aprender a montar a caballo utilizando un tigre de bengala ni tampoco leer la Saga del Infinito dentro de la propia serie de los Vengadores :lol:

Ah, y que no se me olvide decir que sois todos muy buena gente. Un placer participar en esto con vosotros.

:birra:

9
ETAPA 81º  Avengers # 334-339
La Obsesión por Coleccionar


Formación: Capitán América, Viuda Negra, Sersi, Quasar, Visión, Rabia, Hércules (reservista en sustitución de Thor), Caballero Negro (reservista en sustitución de Hulka), Hombre de Hierro (para vosotros Iron Man), Pantera Negra, Dr. Henry Pym, la Bestia (estos tres últimos reclutados para formar el equipo científico de los Vengadores).

Personajes invitados: Mercurio, Crystal (solicitando su ingreso en los Vengadores), Mandíbulas, los Inhumanos (Rayo Negro, Medusa, Gorgón, Tritón, Karnak, Timberius), el Vigilante, Nick Furia.

Personajes secundarios: Jarvis, Peggy Carter.

Villanos: El Coleccionista, la Cofradía (principalmente, el maestre Thane Ector, la dama Sybyl Dorn y el Bufón, los tres como élite dirigente de su raza).

Bueno, pues al final he decidido hacer un alto en la lectura que estaba haciendo por mi cuenta de estos años de los Vengadores y me he vuelto a leer otra vez esta historia para poder comentarla con vosotros un poco más adecuadamente, y lo primero que tengo que decir es que esta primera aparición en sociedad del equipo formado por Harras, Epting y Palmer no está nada mal; de hecho, si la pongo en contexto, me parece un buen aperitivo para todo lo que va a venir después. Eso sí, en relación al dibujo, creo que se nota un poco lo verde que estaba Steve Epting, sobre todo hacia el final de la saga, lo que me hace sospechar que a esas alturas debía ir bastante mal de tiempo, algo que no creo que se le pueda achacar del todo a él, puesto que en principio sólo iba a hacer tres números y al final se encontró con que tuvo que acabar haciendo cuatro y medio. En todo caso, tener a todo un clásico como Tom Palmer haciendo las veces de “guardaespaldas artístico” de su trabajo, no le pudo venir mejor a un Steve Epting recién llegado a Marvel y que prácticamente estaba en los comienzos de su carrera profesional.

Por cierto, al hablar del dibujo de Steve Epting en esta saga, no hay más remedio que hacer una puntualización importante: los créditos oficiales que Marvel indica en el AV # 335 (y por tanto, los de todas las ediciones españolas y americanas de este tebeo) están mal. Incluso a simple vista, creo que resulta bastante evidente que el AV # 335 es obra de dos dibujantes distintos, no de uno solo, como de manera errónea se indica al acreditar únicamente a Steve Epting como dibujante. Las primeras trece páginas (es decir, el primer capítulo de los dos en que se divide la historia) quien las dibuja es Jeff Moore. Para que lo ubiquéis, le acabamos de ver en varias de las historias de complemento que salían en los anuales de las Guerras Subterráneas que nos acaba de reseñar System, y (desgraciadamente) volverá a aparecer más adelante en otras historias también relacionadas con el grupo. De ellas, seguramente la que más os suene es una serie limitada protagonizada por el Hombre Gigante que apareció como flipbook dentro de la propia serie de los Vengadores y que aquí publicó Forum de manera independiente, aunque también es el responsable de aquella historia corta de Harras sobre los kree que salió en el Avengers Strikefile y de alguna otra cosa más que ahora mismo no recuerdo (desde mi punto de vista, todas ellas para salir corriendo, aunque si eres coleccionista de los Vengadores, pues ya sabes lo que te toca).

Este error a la hora de identificar a los artistas que se habían encargado del AV # 335 (o el de las orejas de Pietro en el AV # 334, que también es de traca), tiene mucho que ver (por no decir todo que ver) con el sindiós que estaba teniendo lugar en esos días dentro de la oficina de los Vengadores. Para que os podáis hacer una idea, y de paso aprovechar para poner esta saga en su contexto, en un periodo de más o menos un mes/mes y medio, los Vengadores se quedaron sin Dibujante, sin Guionista y sin Editor. En concreto, el primero en desaparecer fue Paul Ryan. En este caso, coincidiendo con la salida de Simonson de los 4F, fue el propio editor en jefe Tom DeFalco quien se hizo cargo de los guiones de la serie, llevándose con él a Paul Ryan como dibujante, seguramente con el importante incentivo profesional de que no sólo se iba a encargar de dibujar la serie sino que además iba a participar activamente en todas las historias como coargumentista. Apenas un mes después de salir Ryan, fue Larry Hama el que se marchó, y aquí la cosa estuvo un poco más brusca. Parece ser que todo se lio porque a Hama le acabaron tocando bastante los huevos (por decirlo de alguna manera, no por ofender) desde la oficina de Spiderman con las quejas que le hicieron llegar a DeFalco por haber metido al Hombre de Arena en los Vengadores y mantener además a Spiderman como reservista, exigiéndole a DeFalco que pusiese fin a aquella situación. Hama no quería líos con nadie así que decidió seguir los pasos de Ryan y marcharse de la serie, una decisión en la que me da que también debió influir bastante el hecho de que se sintiese más a gusto escribiendo series como GI Joe y Lobezno, en las que, además, también me da que debía estar ganando bastante más pasta que en los Vengadores dados los sustanciosos royalties de ventas que en esta época percibían los autores de los tebeos que mejor se vendían, algo que sucedía en ambos casos.

Finalmente, por si fuera poco el haberse quedado sin dibujante y sin guionista, el que se marchó fue el jefe de todo el tinglado, Howard Mackie. La razón no fue otra más que Mackie había decidido que era un guionista estupendo y que a partir de ese momento se iba a dedicar exclusivamente a escribir, dejando así de editar todos los tebeos que tenía a su cargo –si se me permite una pequeña nota de sarcasmo, dicen las malas lenguas que ese día en el que Mackie decidió dejar de ser editor hasta los angelitos dieron un fiestón brutal en el Cielo al enterarse de la noticia–. Al final, el único que se quedó en la serie fue Tom Palmer, algo con lo que creo que tuvimos bastante suerte, porque desde mi punto de vista era lo mejor que en ese momento tenían los Vengadores en plantilla. En todo caso, para mayor aquelarre editorial, todo este cúmulo de salidas se produjo en un momento verdaderamente inoportuno, puesto que al tebeo le tocaba empezar a salir quincenalmente de manera prácticamente inmediata durante los tres meses siguientes.

Bueno, pues no sé muy bien cómo lo hicieron, pero la verdad es que, de manera (para mí) sorprendente, la historia que acabó saliendo de todo aquello quedó lo suficientemente bien como para que La Obsesión por Coleccionar le acabase gustando a mucha gente, entre los que obviamente no tengo más remedio que incluirme. Parece ser que Ralph Macchio, que además de ser muy amigo de Harras, era una especie de mentor suyo, le insistía constantemente a éste para que escribiera más a menudo porque entendía que lo hacía muy bien, y que fueron entre él y Mark Gruenwald quienes le convencieron para que se encargase de escribir esos seis números quincenales que ese verano se iban a necesitar para los Vengadores, aunque sin previsión de hacer ninguno más. Sin embargo, lo cierto es que Tom DeFalco iba a acabar nombrando a Ralph Macchio como nuevo editor de la serie sustituyendo a Mackie (posiblemente porque Macchio era en ese momento el editor de otras dos series muy relacionadas con los Vengadores, en este caso el Capi y Thor), y seguramente, aparte del gusanillo que le debió entrar a Harras por volver a escribir, ese nombramiento de Macchio como editor de los Vengadores debió ser también muy importante para convencerle de que continuase en la serie más allá de esos seis números, algo que debió de producirse mientras estaba escribiendo el tercer o el cuarto número de La Obsesión por Coleccionar. Luego os comento porque creo que esto fue así.

Lo del dibujante fue bastante más circunstancial. El caso es que, antes de salir por piernas, Mackie había llegado a un acuerdo con dos dibujantes novatillos para que se encargasen de la saga quincenal que tenía que publicarse ese verano. Uno de ellos era un principiante Andy Kubert y el otro un recién llegado llamado Steve Epting, quien en ese momento apenas había llevado a cabo algún episodio suelto de Dreadstar y alguna que otra cosa más para la difunta First Comics sin demasiada trascendencia. En un principio, lo que estaba previsto es que los dos se alternasen durante los seis episodios que debía durar la saga, es decir, lo mismo que habían hecho el verano anterior el propio Paul Ryan y Rik Levins en aquella otra saga quincenal que respondía al nombre de La Línea a Cruzar (o La Línea Divisoria, para aquellos como yo que tengan la edición de Forum).

Pues bien, como habréis visto, al final Kubert sólo llegó a dibujar el primer episodio de La Obsesión por Coleccionar, dejando de lado los dos episodios que todavía le faltaban por hacer para dibujar en su lugar los dos números de la Patrulla X con los que concluía la famosa Saga de la Isla Muir, que era precisamente la que daba paso a la esperadísima nueva serie de los X Men, una oferta que me imagino que en aquella época debía ser algo así como imposible de rechazar, de manera que Macchio tuvo que solucionar el marronazo que le cayó encima ofreciéndole a Steve Epting que se encargase del resto de números de la saga. Al no darle tiempo a Epting para hacerse cargo de todas las páginas adicionales que de repente le tocaba dibujar, no hubo más remedio que echar mano del bueno de Jeff Moore y del veterano Tony DeZúñiga en el AV # 335. El caso es que a pesar de su inexperiencia, aunque eso sí, con el inestimable apoyo de Tom Palmer, Epting se iba a acabar desenvolviendo lo suficientemente bien como para acabar siendo el nuevo dibujante regular de la serie.

En este punto, creo que también puede ser interesante tener en cuenta lo que era La Obsesión por Coleccionar desde el punto de vista editorial. No sé si lo voy a saber explicar bien, pero más o menos para entendernos, este tipo de sagas quincenales que Marvel empezó a publicar en algunas series entre 1990 y 1992, en el caso de los Vengadores eran básicamente lo mismo que los anuales, es decir una historia especial que se publicaba una vez al año, salvo que en este caso no se trataba de un número especial con más páginas de lo habitual, sino de seis números que conformaban una historia independiente especialmente hecha para la ocasión. De ese modo era cómo había aparecido el año anterior La Línea Divisoria (que no es que Fabian Nicieza abandonase los Vengadores, sino que tan sólo fue contratado para hacer esa saga quincenal de seis números y de paso terminar lo de Byrne), y como al año siguiente aparecería Temed al Segador, saga a cargo de Len Kaminski que en esta ocasión sólo iba a durar tres números (afortunadamente) puesto que los otros tres se acabaron encuadrando dentro de la continuidad que Harras estaba llevando a cabo en ese momento dentro de la serie. Pues bien, comparando estas tres sagas quincenales que aparecieron durante esos tres años, La Obsesión por Coleccionar me parece de largo la mejor de las tres. Es más, no sólo me parece la mejor de esas tres sagas veraniegas, sino que también me parece que está bastante mejor que los tres anuales que salieron en esa misma época y las sagas en que se encuadraron (El Factor Terminus, Las Guerras Subterráneas y Ciudadano Kang).

Después de haber soltado todo este rollo para poner esta historia en su contexto, tengo que ser consecuente y decir que a mí la Obsesión por Coleccionar me parece una historia perfectamente válida. A pesar de que su planteamiento argumental no iba más allá de presentar una historia cerrada de seis números, su interés me parece que acababa siendo bastante superior al de la gran mayoría de historias que habían estado apareciendo en la serie durante los últimos tiempos, especialmente si pienso en las escritas por Hama. Por otra parte, también se puede decir que anticipa algunos planteamientos que el propio Bob Harras va a introducir en la serie una vez que se haga cargo definitivamente de ella: una mezcla de personajes clásicos del Universo Marvel, muy reconocibles además para los seguidores más veteranos de los Vengadores (el Coleccionista, el Vigilante, o incluso los propios Inhumanos al comienzo de la historia), junto con otros personajes nuevos y totalmente desconocidos que aparecen por primera vez (en este caso la Cofradía y su triunvirato formado por el maestre Thane Ector, la dama Sibyl Dorn y el Bufón). Incluso, rizando un poco el rizo, quizá podría hablarse también de un posible triángulo amoroso entre Thane Ector, Sersi y Sibyl Dorn.

Vamos ahora con los episodios. A mi modo de ver, toda la premisa argumental sobre la que se plantea la saga está muy bien construida en el capítulo inicial (AV # 334), que argumentalmente me parece el mejor de los seis números que forman La Obsesión por Coleccionar. Creo que este episodio inicial funciona muy bien como motor de la historia y proporciona además suficientes incógnitas e interés como para mantener viva la trama hasta su conclusión. El giro argumental de la última página del # 334 me parece sobre todo especialmente atractivo de cara a los seguidores más veteranos de los Vengadores, sobre todo porque son los primeros en identificar automáticamente al Coleccionista y deducir lo que está sucediendo sin necesidad de muchas más explicaciones.

Un mal día lo tiene cualquiera

A continuación, los AV # 335 y # 336 forman una especie de unidad. Las citadas trece páginas de Jeff Moore y Tony DeZúñiga del # 335 me parecen un bajonazo importante. Creo que no soy el único que piensa que estas trece páginas suponen el punto más bajo de la saga, aunque también es verdad que luego remonta en la segunda parte de ese mismo número, la que ya dibujan Epting y Palmer. En todo caso, lo único que hace esta primera parte del # 335 es lastrar con plomo una parte que me parece bastante importante dentro de la saga, como es el primer enfrentamiento en la Tierra entre los Vengadores y la Cofradía, y sobre todo el tema de la captura de Sersi, que no me resulta nada creíble (no sé si es que venía así de chapuceramente escrita en el guion, o si es que Moore tenía menos imaginación que una página en blanco).

De la segunda parte del # 335, la dibujada por Epting y Palmer, sí que me gustaría destacar en cambio un par de cosas de manera positiva. Aunque seguramente lo primero con lo que se le podía relacionar a Harras era con los mutantes, para sorpresa de todo el mundo (o al menos para mí), Harras de repente se revelaba no sólo como un buen conocedor de la historia de los Vengadores (ya había dado indicios de ello en aquella revisión de la historia del grupo a través de los ojos de Jarvis que había aparecido durante la época de Roger Stern) sino también de algunas situaciones emblemáticas de los Vengadores que a base de homenajes y reinterpretaciones se han acabado convirtiendo en situaciones clásicas o recurrentes dentro de la propia historia del grupo. Así, por ejemplo, con la mirada puesta en el alucinante viaje del Hombre Hormiga por el interior de la Visión en el histórico AV # 93, el viaje del equipo científico de los Vengadores por el vivario del Coleccionista es un evidente homenaje a una de las películas pioneras del género de ciencia ficción, El Viaje Alucinante de Richard Fleischer, que (y aquí es donde está la gracia) ya en su momento había sido la principal fuente de inspiración para Neal Adams y Roy Thomas al abordar aquel recordado capítulo de la Guerra Kree-Skrull.

Con diferentes variaciones de todo tipo (en este caso lo que se encoge es una nave, como en la propia película), el “Viaje Alucinante” por el interior de otro organismo se ha acabado convirtiendo en un tema recurrente y muy característico de los Vengadores, asociado siempre al recurso que proporciona la presencia de Henry Pym (o de las partículas Pym) en el grupo. Sin necesidad de romperme mucho la cabeza, creo que no soy el único al que ahora mismo se le viene a la mente aquella otra historia de Steve Englehart en el AV # 140 en que la Visión le devolvía el favor a Hank en una situación bastante similar pero esta vez con una variante inversa de crecimiento, o aquella otra que tendría lugar años más tarde en el Mighty Avengers # 6, en la que Bendis y Frank Cho reducían de tamaño a Ares para introducirlo dentro de Ultron. O incluso fuera de la serie, pero también en historias siempre relacionadas con el grupo, cuando Scott Lang se introducía en la armadura del Hombre de Hierro en IM # 133 para solucionar diversos problemas técnicos. Todo este tipo de historias de los Vengadores homenajean la historia original del AV # 93, y a la vez, el Viaje Alucinante de Fleischer, y ésta del AV # 335 es otra más de ellas, para mi gusto una de las más originales.

Más cosas. La splash inicial del AV # 336 me parece puro John Buscema, una de las influencias artísticas más directas y reconocibles de Steve Epting. Ni noventero ni cojones. Y no lo digo por el evidente tono clásico que proporciona el acabado de Palmer. Esa página ante el trono de Thane Ector muestra una pequeña corte formada por tres bárbaros, el monarca, la dama y el bufón, que hubiera podido firmar perfectamente el propio John Buscema. De hecho, como veremos más adelante, en otras páginas de Steve Epting de esta misma época, este tipo de guiños al Gran John llegan a ser todavía más evidentes e intencionados.

Y otra cosa más. La salvadora aparición de Crystal en la última página de ese AV # 336 solicitando su incorporación al grupo, pone de manifiesto que Harras ya tenía claro a esas alturas que se iba a seguir encargando de escribir los Vengadores más allá de esa saga quincenal. Ningún guionista que se encuentre de paso por una serie introduce un nuevo miembro en un grupo para que se lo coma con patatas el siguiente guionista que entre en ella; de hecho, en el número siguiente, Crystal ya era aceptada por el Capitán América como vengadora, aunque con un estatus provisional que dejaba pendiente su incorporación oficial hasta que se solucionase el problema que en ese momento tenían entre manos. Lo mismo sucede con la aparición del Caballero Negro durante el transcurso de la saga (hasta ese momento prácticamente inédito, como Hércules), o cuando Rabia empieza a mostrar dudas en sus pensamientos sobre su pertenencia al grupo. En cierto modo, es como si más o menos hacia la mitad de La Obsesión por Coleccionar, Harras aprovechase esta historia veraniega para empezar a dar forma al grupo del que se iba a empezar a encargar en apenas unos meses.


Tengo que hacer horas extras para alimentar a este bicho

Los dos números siguientes profundizan en el misterio de la Cofradía (creo que muy bien llevado por Harras) y son los que conducen la saga hacia su final. Toda la parte de Sersi ya he mencionado que me viene bastante lastrada por la torpe ejecución de su captura en la parte dibujada por Moore, pero al menos ahora me parece que se salvan un poco los muebles, en el sentido de que entiendo que Harras necesita que Sersi conozca y se familiarice con la Cofradía para hacer posible el final que tiene en mente. Lo que en cambio sí que me convence más es la escena en la que el Bufón y Thane Ector se dan su pequeño banquete en las cloacas de Manhattan (AV # 337). No todos los días se ve en un tebeo Marvel a un personaje comiendo mierda, literalmente, por muy apetitosa y nutritiva que esta desprestigiada sustancia pueda llegar a ser para cualquier forma de vida bacteriana que se precie de serlo, aunque esta última frase tampoco es que se ajuste demasiado bien a este caso concreto, ya que la Cofradía sí que se avergüenza de su origen y constituye uno de los secretos mejor guardados de su raza. Y desde luego, el diálogo del Bufón mientras Thane Ector satisface su apetito a dos manos, desvela algunas incógnitas sobre el misterio de la Cofradía y añade más impacto a esta revelación alimenticia, aunque dejando para el último capítulo de la saga (AV # 339) el relato más pormenorizado y completo sobre quién es la Cofradía y su relación con los Celestiales.


Una pista: no es Nocilla

El final también me parece que está bastante bien construido, sobre todo teniendo en cuenta que había que terminar rápidamente el tema al tratarse de una historia cerrada de seis números. Siguiendo las convenciones más o menos propias del género, la gran revelación que tiene lugar en las páginas finales del AV # 338, lo deja todo dispuesto para el enfrentamiento definitivo del AV # 339. En este tramo final de la historia es donde el título La Obsesión por Coleccionar adquiere para mí todo su significado. Si bien durante la famosa Saga de Korvac, el Coleccionista se había revelado como una especie de Noé cósmico cuya finalidad era algo parecido a la preservación de especies, lo cierto es que tras su muerte en dicha saga y su posterior resurrección en la famosa serie limitada de la Contienda de Campeones (o como quiera que la haya traducido ahora Panini), el Coleccionista ya no parece tener ninguna otra razón para su existencia, y lo único que le ha quedado es su obsesión por seguir coleccionando especies. En todo caso, lo que a mí me parece curioso de este personaje es que considere que sus colecciones tienen más valor si la raza que le interesa ha sido previamente extinguida y colecciona a sus supervivientes. La verdad, así entre nosotros, me parece propio de un auténtico pirado. Si me permitís la broma, es como si para aumentar el valor de mi colección de tebeos voy a vuestras casas y le prendo fuego a todos los vuestros. Evidentemente, mi colección adquiriría más valor porque entonces vuestros comics serían pavesas y los únicos tebeos que quedarían para ser leídos y coleccionados serían los míos, pero francamente no me parece que sea una actitud muy positiva para cualquier coleccionista que se precie de serlo. En cualquier caso, supongo que en este punto lo mejor es no dar ideas. Nunca se sabe.

La revelación del verdadero aspecto del Coleccionista no sé si será del agrado de todo el mundo (del mío desde luego que no), pero puede llegar a ser cierto que su actualización y sus métodos resultaban bastante más interesantes de lo que lo habían sido hasta esta saga de Harras. De todas formas, aunque a mí me guste más verle como un pirado obsesionado que como un naturalista, otra cosa muy diferente es esa transformación física que tiene lugar a la conclusión de la historia. A mí me parece un poco innecesaria. Si no me equivoco, creo que salvo en estos años de Harras al frente de los Vengadores, no se le ha vuelto a ver más con este aspecto.

Y lo que por supuesto hay que hacer notar, además de la introducción de Crystal y del Caballero Negro en esta historia, es que la conclusión de la saga en ese AV # 339 servía también para preparar un importantísimo subargumento que Harras iba a presentar en primer plano dentro de su etapa en los Vengadores (desde mi punto de vista, otro indicio más de que Harras ya era plenamente consciente en este momento de que se iba a encargar de escribir la serie regularmente), ya que la Unimente que Sersi ayudaba a formar a los dos supervivientes de la Cofradía, iba a ser el origen del famoso Mahd W´yry (sí, esa cosa inescribible e impronunciable que aparece también en la peli de los eternos) y de los problemas mentales a los que Sersi iba a tener que hacer frente a lo largo de la etapa de Harras.


Moraleja: no se hace unimentes con desconocidos. Te pueden pegar cualquier cosa

Y supongo que eso es todo. Os dejo a continuación algunos tebeos cuya lectura me parece que puede ser interesante para quien quiera tener una visión de conjunto sobre todo lo que estaba sucediendo en este momento alrededor de los Vengadores.

· The Mighty Thor # 431 a 433 (Recomendados para saber por qué Thor desaparece de los Vengadores y no interviene en esta saga).
· The Mighty Thor # 434 (Eric Masterson acude a la mansión de los Vengadores e informa al Capitán América de su identidad y de lo sucedido con el verdadero Thor).
· El Guantelete del Infinito LS # 1-6 (Primera parte de la Trilogía del Infinito. Los Vengadores participan en pleno, así como el nuevo Thor, que interacciona por primera vez con el grupo. Se puede ubicar cronológicamente a continuación de La Obsesión por Coleccionar).

Departamento de Curiosidades Curiosas: Al que le interese averiguar cómo se resolvió el conflicto entre Larry Hama y Bob Budiansky (el editor de Spiderman) por el tema del Hombre de Arena, y saber por qué Flint Marko ya no aparece con los Vengadores durante La Obsesión por Coleccionar, decir que Budiansky y Micheline recuperaron sus juguetes (y dejaron de dar por culo a papá DeFalco) en el Amazing Spiderman # 348, en el que el Hombre de Arena dimitía de los Vengadores y abandonaba el grupo, para gran descanso, por cierto, de unos cuantos aliviados seguidores de los Vengadores entre los que no tengo más remedio que incluirme. Y por supuesto, por si había alguna duda, Spiderman no volvió a aparecer por los Vengadores.

:birra:

10
Dos semanas me parece perfecto. Si no me fallan las cuentas que diría Clint Eastwood, estamos hablando del finde del 14-15 de este mes que viene, ¿no?

De todas formas, para ir cuadrando Tormenta Galáctica en ambas series, el siguiente corte no le correspondería a los wackos sino a los Vengadores, que ese verano fueron quincenales y salieron más veces que los wackos. O sea, que lo que nos tocaría ahora es La Obsesión por Coleccionar (Avengers # 334-339). El orden sería el que nos puso hace unos días la Gárgola:

Avengers 334-339 (con el Amazing Spiderman 348 opcional, antes de la saga, solo para ver como el Hombre de Arena se va)

Avengers West Coast 75

Avengers 340-342

Avengers West Coast 76-79

Avengers 343-344

Tormenta Galáctica

Pongo el WCA 75 solo, (es doble), para cuadrar con Tormenta Galáctica ambas series, pero se puede modificar

Lo que quizás habría que ir dándole una vuelta es al tema del que nos advertía la Gárgola al final de este mensaje, sobre cómo comentar el siguiente corte que vendría a continuación de La Obsesión por Coleccionar, es decir, el del AWC # 75 que es un número doble que contiene una única historia. Me refiero a si comentar el AWC # 75 en solitario o al mismo tiempo que los Infames Monstruos de Hollywood (AWC # 76-79). No tenemos por qué planteárnoslo ahora, pero podemos ir pensando por nuestra cuenta en el tema para cuando nos surja la cuestión, que será en breve.

:birra:

11
La verdad es que Subterránea es una parte del Universo Marvel que nunca me ha interesado demasiado y en la que no creo que tampoco haya pasado nunca nada interesante, más allá de que el Hombre Topo inaugurase los 4F y con ello el Universo Marvel, que ya puestos, me parece un dato casi anecdótico. En todo caso, salvo esta posible excepción del Hombre Topo, en mi modesta opinión su principal galería de villanos ya estaba un tanto obsoleta a principios de los noventa, es decir, en el momento en que aparecieron estas Guerras Subterráneas.

Como habréis visto indicado en los propios créditos de la saga, las Guerras Subterráneas son una idea original del dibujante Paul Ryan, dándose la desafortunada circunstancia de que en el momento de llevarse a cabo esta saga se acababa de marchar de los Vengadores, con lo que de entrada este proyecto se vino a quedar huérfano antes incluso de que se empezase a llevar a cabo su elaboración. Al desentenderse de ella su ideólogo y principal valedor argumental, la saga fue heredada por Roy y Dann Thomas, que da toda la impresión de que se limitaron a cumplir con el encargo recibido y escribieron una historia que me parece claramente hecha para salir del paso. De hecho, los mejores anuales de la saga son el de Hulk (para mí el mejor de todos) y el de Namor, que lo peor es que encima resultan ser bastante tangenciales respecto de la historia principal escrita por los Thomas.

Por otra parte, hay que hacer también una pequeña advertencia argumental a efectos de continuidad. La situación de la que parte todo el conflicto que se narra en esta saga, está indirectamente relacionada con otra historia previa (cómo no, escrita también por los Thomas) que había aparecido un poco antes que estas Guerras Subterráneas, un número especial (One-Shot) que se titulaba El Factor Herodes. En este especial de los Eternos tenía lugar la abdicación de Kro como gobernante de los Desviantes, abandonando Lemuria para partir en busca de Thena. Pues bien, ese vacío de poder creado por la abdicación de Kro era el que ahora ocupaba Brutus, que hacía su primera aparición en esta saga y motivaba que el Hombre Topo, Tyrannus y Grotesko se unieran para tratar de hacerle frente y detener la invasión de los Desviantes.

En cuanto a la saga en sí, la verdad es que no sé ni qué decir de ella. El Anual # 20 de los Vengadores me parece uno de los peores anuales que han tenido los Vengadores a lo largo de su historia, y eso que en sesenta años ha habido algunos que eran bastante malos. Su dibujo me parece absolutamente lamentable, en ocasiones tan estático como mal ejecutado y te saca de la historia en cuanto te descuidas. Y lo peor es que al responsable artístico de este desaguisado, Kevin West, lo vamos a volver a sufrir de nuevo más adelante, ya que va a ser uno de los dibujantes que (desgraciadamente) suplirían la ausencia de Steve Epting durante el periodo veraniego del año siguiente. Algo muy parecido me sucede con la historia de Subterránea escrita por Peter Sanderson que aparece como complemento. La historia no deja de ser una especie de ensayo que en otras circunstancias seguramente me hubiera resultado bastante agradable de leer, pero que aquí aparece dibujada por otro de esos dibujantes inexpertos y muy poco competentes que de repente aparecieron en Marvel para cubrir la ingente cantidad de cómics con que se estaba empezando a inundar el mercado. En este caso se trata de Jeff Moore, otro dibujante con el que desgraciadamente también nos vamos a volver a encontrar en breve y que en esta ocasión además se encargaba de dibujar varias de las historias de complemento que aparecían en el anual de los wackos.

Como pequeño apunte personal, una cosa que me llama la atención es que los Thomas aprovechen las primeras viñetas de la historia para hacer una especie de "crítica musical" sobre la situación de Broadway en aquellos años, algo que me resulta un tanto curioso, sobre todo si lo pongo en relación con el musical Pacific Overtures que los Thomas habían utilizado para dar nombre a la saga que también acababan de escribir  durante esos mismos meses para la serie de los Vengadores Costa Oeste (Los Señores del Pacífico). Si me permitís la broma, casi parece como si los Thomas se hubiesen pegado una escapada a Nueva York por aquellas fechas y nos estuviesen contando algunas de sus experiencias por la zona de los teatros de Broadway, o lo que es lo mismo, algo parecido a lo que hacen los vecinos esos que te encuentras en la escalera al volver de vacaciones.

A efectos de continuidad, mencionar que el Capitán América y la Viuda Negra desaparecen de escena a las primeras de cambio con la excusa de ir a buscar refuerzos a la superficie. Sin embargo, lo cierto es que ya no volveremos a verlos hasta la parte final de la saga, en el anual de los Costa Oeste, con un descubrimiento visual por parte de Ojo de Halcón que es digno de formar parte de los momentos más chuscos de Marvel.

Y bueno, a modo de curiosidad, comentar también que la escena en que el Hombre Topo le tira los tejos a Hulka, más o menos prometiendole el trono de Subterránea si accedía a ser su pareja, iba a tener una inesperada vuelta de tuerca dentro de la propia serie de la amazona esmeralda, está vez cortesía de John Byrne, puesto que apenas unos meses más tarde, Hulka no sólo se iba a acabar prometiendo con el Hombre Topo (Sensational She-Hulk # 32 y 33) sino que incluso estaba a punto de contraer matrimonio con él como resultado de haberse excedido en sus promesas a la hora de conseguir su ayuda contra Spragg, ya sabeis: "la montaña que camina como un hombre".

La segunda parte de estas Guerras Subterráneas es la que aparece en el Anual # 17 de Hulk, que esta vez se hallaba a cargo del desaparecido Peter David, escritor que como sabéis, en estos años probablemente se encontraba en uno de los mejores momentos de su carrera profesional, comenzando a ganar adeptos en Hulk con la famosa época del Panteón que en esos momentos estaba llevando a cabo en su serie. Sin ser tampoco nada del otro mundo, el Anual de Hulk me parece claramente el mejor de toda la saga, a pesar de que tocaba muy tangencialmente el tema de la guerra desatada en Subterránea y se iba por una vertiente que no tenía nada que ver con el tema de los Vengadores capturados por los Desviantes con el que había concluido el episodio anterior.

En su lugar, con Tyrannus actuando en el papel de villano principal, el anual de Hulk tenía bastante de guiño a la primera aparición de este antiguo emperador romano venido a menos que había tenido lugar dentro del Incredible Hulk # 5. Al igual que entonces, Tyrannus decidía secuestrar a Betty Banner, aunque esta vez lo hacía para atraer a Hulk hasta Subterránea y conseguir que éste luchase por él contra Brutus y sus desviantes, que eran quienes ocupaban la zona donde se encontraba la Fuente de la Juventud. Lo mejor era descubrir el "envejecido" rostro del desesperado Tyrannus, que hasta ese momento no sé había llegado a ver todavía, y el momento "patas de gallo" con el que el angustiado tirano intentaba hacer ver su envejecimiento a Rick y a Betty. Y también de muy buen nivel el final de la historia, con el momento cabronazo de la venganza de Hulk contra Tyrannus por haberle tocado las narices secuestrando a Betty y a Rick.

El Annual # 1 de Namor contiene lo que se venía a considerar la tercera parte de la saga, y desde mi muy personal punto de vista, es el otro anual que más o menos se deja leer. Con Mantarraya de invitado (actuando como vengador reservista, aunque nunca he sabido muy bien cuando se supone que ingresó en el grupo), el guión de Scott Lobdell (otro que pasaba por allí) presentaba a Namor enfrentándose a los habitantes de otra parte de Subterránea: los doradianos y su líder, el Guardián de la Llama, cuya única aparición (o al menos la única que soy capaz de recordar) databa de la época de los Vengadores de Stan Lee y Don Heck. El guión de Lobdell equiparaba a los doradianos con los nazis a los que Namor y los Invasores habían combatido durante la Segunda Guerra Mundial, plasmando en esta parte de la historia el genocidio que los doradianos estaban cometiendo sobre los topoides aprovechando que sus fuerzas se hallaban combatiendo a los desviantes. Al igual que el anual de Hulk, éste también iba por libre y no me parece que tuviera mucho más que contar.

El Annual  # 12 del Hombre de Hierro es el que más o menos continúa la trama donde la haɓia dejado el Anual de los Vengadores. Al igual que había sucedido con Tyrannus en el Anual de Hulk, ahora era Kala, la reina del Inframundo, la que regresaba a la serie que la había visto nacer como personaje (bueno, en realidad había nacido en Tales of Suspense, pero creo que todos nos entendemos). Aparte de Kala, lo más curioso es el grupo de villanos de medio pelo que aparece a las órdenes del Hombre Topo: los Proscritos (que pasando lista, resultan ser Peñasco, Desprendimiento, Cavador y Bruja Acuática), cuyo debut había tenido lugar en el Marvel Treasury Edition # 25, una de las pocas historias de Spiderman (en este caso un Team-Up con Hulk) que si no me equivoco todavía siguen ineditas en nuestro país, y a los que por cierto algunos también acabáis de ver en el ROM # 28, número que como ya sabéis, ha vuelto a ser publicado hace poco por Panini. Es precisamente por estas dos apariciones chorras por lo que estos villanos de tercera me resultan curiosos, no por otra cosa.

Por lo demás, en esta parte de la historia los Thomas prácticamente se dedican a hacer un recorrido histórico por la vida de Kala, algo que posiblemente fuese bastante necesario de cara a los lectores de la época (bueno, casi que diría que también para los actuales), puesto que las últimas apariciones de cierta relevancia de esta longeva señora habían tenido lugar 20 años atrás en los 4F, aunque es cierto que también se la había llegado a ver en el mencionado MTE # 25. En todo caso, tampoco es que en esta cuarta parte de las Guerras Subterráneas sucediese algo importante: el Hombre de Hierro bajaba a Subterránea en auxilio de una envejecida Kala y luego ambos volvían a regresar a la superficie exactamente igual que habían bajado, es decir, encontrándose al final de la historia en el mismo punto de partida en el que la habían comenzado. Más o menos, eso era todo.

Afortunadamente, la saga termina en el Anual # 6 de los Vengadores Costa Oeste. El Hombre de Hierro lleva a la envejecida Kala al Rancho de los wackos, siendo de esta manera como los wackos se involucran en la historia. Posiblemente la parte más cómica de la saga tiene lugar aquí, cuando Ojo de Halcón descubre dónde estaban el Capitán América y la Viuda al ver por la ventanilla del vehículo que les conducía a Subterránea como caían varios pedazos de roca de uno de los lados del túnel por el que estaban avanzando. En este caso, como se descubría gracias a la milagrosa perspicacia del arquero, ambos habían sido atacados por alguien desconocido, que además, para mayor desastre de guión, nunca se llegaba a saber quién había sido.

Aparte de esto, el giro final de que Brutus fuese en realidad un mutado y no un desviante, no me parece que aporte mucho dramatismo a la historia,y el que Thomas utilice a Grotesko como villano en la sombra, tampoco me parece muy destacable al ser el único de los villanos "históricos" de Subterránea que había sido creado por él, siendo además el más prescindible y con menos pedigrí de todos ellos; de hecho, tampoco es que nadie le haya echado mucho de menos hasta ahora.

Y eso es todo. Como bien habéis deducido, está saga de las Guerras Subterráneas no me atrae absolutamente nada y no sé cómo me he podido enrollar tanto con ella. En el caso de los tres episodios centrales de la saga, el guión de los Thomas me parece absolutamente alimenticio y claramente hecho para salir del paso, mientras que el dibujo en algunos casos es especialmente malo. Para mí, la mayor virtud de esta saga es que supone un muy buen ejemplo para explicar el desastre que eran los Vengadores desde la marcha de Roger Stern y cómo había acabado degenerando la serie bajo el mandato de Howard Mackie. Menos mal que acabaron apareciendo Bob Harras y Steve Epting, porque si no, esto hubiera sido insoportable.

SIn problema, de todas formas si tienes problemas para colgarla en los próximos días, házmelo saber por si puedo echarte una mano y colgar yo la reseña de las guerras subterráneas, que ya las tengo leídas.

Estoy un poco ambulante y sin pc hasta el 29 de agosto. Si me puedes cubrir tú, genial  :thumbup:
Gracias  :palmas:

Si queréis, yo puedo encargarme de la próxima reseña. Así aprovecho para hacer una que además me gusta  :birra:


Edito: lo de poner Don Héctor en lugar de Don Heck queda bastante gracioso, pero la verdad es que el mérito no ha sido mío sino del corrector :lol: :lol:

Ya está corregido  :birra:

12

Sí que querría que pusiérais por favor el orden exacto de lectura porque yo al menos me he liado algo  :puzzled:
 

Podría ser asi:

Anuales Odisea Subterránea

Avengers 334-339 (con el Amazing Spiderman 348 opcional, antes de la saga, solo para ver como el Hombre de Arena se va)

Avengers West Coast 75

Avengers 340-342

Avengers West Coast 76-79

Avengers 343-344

Tormenta Galáctica

Pongo el WCA 75 solo, (es doble), para cuadrar con Tormenta Galáctica ambas series, pero se puede modificar

En cualquier caso, da igual, ahora tocan los Anuales Subterrean Wars  :thumbup:

:thumbup:

13
y por aquí debe caer la saga de anuales Odisea Subterránea, me quiere sonar

La verdad es que cronológicamente tocarían justo ahora, antes de los Avengers 334-339.


La recuerdo después

De hecho, segun MCP, si miramos las apariciones de Sersi, va después de la saga del coleccionista

A 334
A 335
A 336
A 337
A 338
A 339
A 340-BTS
Q 25
IG 1
IG 6
A@ 20
IH@ 17/2-BTS
AWC@ 6

De todos modos la saga es un poco meh! Está bien que se rescaten personajes que llevaban tiempo olvidados, pero no es que se haga gran cosa con ellos, y el dibujo tampoco ayuda. Así que, a efectos de comentarla aquí, lo que mejor venga, antes o después  :thumbup:

Según the Official Index to the Marvel Universe (The Avengers) # 10 no es así. Los Anuales de las Guerras Subterráneas van después del Avengers # 333 y antes del Avengers # 334. Además es que es de cajón si tenéis en cuenta que los anuales de las Guerras Subterráneas suponen la última aparición del Hombre de Arena como miembro de los Vengadores y en el Avengers # 334 ya no aparece en el grupo tras lo sucedido en el Amazing Spiderman # 348.

Según el Index Oficial de Marvel, la siguiente aparición de Sersi tras el Avengers # 333 tiene lugar junto con los Vengadores en los Alpha Flight # 98-101 y luego en el Avengers Annual 20. Y después de ese Anual 20 de los Vengadores (el de las Guerras Subterráneas), sus siguientes apariciones en orden cronológico son:

· Hulk Annual # 17/2 (se especifica que se trata de una aparición fuera de escena, es decir que no se la ve en la historia, pero de alguna manera tiene incidencia en ella).
· Avengers West Coast Annual # 6.
· Amazing Spiderman # 348.
· Avengers # 334-339.

Si queréis leer estas historias cronológicamente, el orden correcto es éste. De hecho, os vais a dar cuenta de que es así cuando las hayáis leído.

Pero vamos, lo leemos como más os apetezca. A mí la verdad es que me da igual y me adapto a lo que digáis, aunque eso sí, me parece que lo correcto es advertiros que leer primero la saga de Harras y después las Guerras Subterráneas, es un error.

:birra:


 

14
y por aquí debe caer la saga de anuales Odisea Subterránea, me quiere sonar

La verdad es que cronológicamente tocarían justo ahora, antes de los Avengers 334-339.
El problema que yo le veo es que esta saga es un poco horrorosa, por decirlo de algún modo, y el anual # 20 de los Vengadores es fácilmente el peor de toda la historia del grupo.
Yo me plantearía muy seriamente lo de ignorarlos y entrar directamente a la primera saga de Harras, pero lo que vosotros decidáis me parece bien.

:birra:
 

15
No, ojo, pero no es que el Rayo Viviente hable o no spanglish: en el original habla, a veces, solo en español... solo que en mal español. Vamos, que no se entiende literalmente lo que dice porque, asumo, los diálogos están escritos por Thomas pensando que puede desenvolverse en español básico y no es así  :lol:



:thumbup:

Citar
Lo que tengo curiosidad por saber es cómo se tradujo ese "Ya no estubo" a la edición en español, porque la frase, en ese contexto, no tiene sentido para mí, errores ortográficos al margen.

Pues lo acabaron traduciendo exactamente igual que la frase en inglés (también del Rayo Viviente) que venía a continuación, como si el personaje dijera lo mismo dos veces para que le entendieran tanto Demonicus como el resto de seres humanos que flipaban al leer una cosa tan bizarra.

Demonicus: Pareces menos contento que los demás por ser un ciudadano de honor de mi nueva nación, Miguel Santos.

Rayo Viviente: No es eso, Demonicus. No es eso (Ya no estubo Demonicus. That´s not it).

Lo más flipante es que creo que está bien traducido. Me da la impresión de que los Thomas escribieron lo mismo dos veces, una para que lo entendieran en Swazilandia, Mándalor, el sur de California, o el sitio que sea en el que hablen así (aunque también puede que fuera directamente para quedarse con nosotros), y otra para que lo entendieran los angloparlantes que habían comprado el tebeo. Y me parece que puede estar bien traducido porque la segunda frase, la que va en inglés, da la impresión de que está funcionando gramaticalmente como una afirmación de la frase anterior, la que los Thomas escriben en slang, spanglish, klingon, o lo que sea  :lol: :lol:

:birra:

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