Secret Wars: Marvel Héroes: Integral (1984-1985)
Conclusión.
Secret Wars es, básicamente, una historia de buenos contra malos bajo argumento simplista y un trabajo de diálogos de carácter más infantil de lo deseado. Sin embargo, la dimensión del proyecto, las expectativas creadas en las colecciones individuales y unos cuantos golpes de efecto logran seducirnos lo suficiente para mantener nuestro interés a lo largo de toda la lectura.
En cualquier caso, una serie de indiscutible importancia histórica para el cómic de superhéroes y para el Universo Marvel, que no es poco.
Con Secret Wars estamos en lo de siempre. Perspectiva.
Tú te pillabas el número 1 de Secret Wars a principios de 1984 y es un tebeazo Bronze Age. Guión entretenido y dinámico, dibujo bastante guapo. Argumento novedoso en cierto modo en el sentido en que hasta ahora nunca se había enfrentado y sentado dinámicas de unas tropas tan nutridas de héroes y villanos. Y daba sopas con onda a su inmediato precedente (Contest of Champions) y su inmediato sucesor (Super Powers). De hecho mi primer contacto con Secret Wars fue el número 2 y me la gocé lo más grande.
Además ese jueguecito extra que incorporó de que todos los héroes se teletransportasen en central park el mismo mes y al mes siguiente volvieran con algunas secuelas de la maxiserie también era novedoso en ese momento y generaba expectación en el lector USA
Ahora bien, luego vinieron los problemillas:
-No dar tiempo a Zeck para que pudiera mantener el nivel de los 2 o 3 primeros números.
-Caracterización demasiado infantil de algunos personajes porque Shooter tenía claro que era un producto para niños que compraban los juguetes. Éste es para mi el único problema real de la maxiserie.
Pero también las virtudes:
-Los cojonudos 3 o 4 últimos números, y de este burro no me bajo.
Pero en perspectiva el problema de Secret Wars es que fue el canto del cisne de la bronze age. Tan sólo un año después Crisis infinitas y el desembarco de Alan Moore en La cosa del pantano la habían dejado vieja. Y Secret Wars II tampoco ayudó (y ojo que yo defiendo su primera mitad)
De todos modos nunca me voy a cansar de defender este tebeo, por imperfecto que sea.