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« en: 22 Enero, 2013, 16:14:18 pm »
Leído Príncipe Valiente 2001.
Tras su derrota, los conspiradores sufren distintos destinos. Ethenbert se queda reducido a comandar una pequeña banda de supervivientes, Cordelia acaba en una isla habitada por monjas. Por otro lado, Francesca y Sal Gelidus llegan a la isla en la que este ejercía su monopolio. Para su desgracia, y a causa de no detectar los colores derivada de su trabajo con la sal, fallece en un accidente. Francesca por su lado, sobrevive y rumía su próximo paso.
A Camelot llega un monje con la petición del mismo Papa de Roma. Se sospecha de que se ha descubierto la habitación en la que Séneca atesoraba sus secretos, entre ellos la exacta localización del jardín del Edén. Cuando se decide ir a prestar auxilio, un trirreme hace su aparición en Camelot y desembarca Yuan Chen. Se ofrece a llevarles siendo que le servirá de prueba a la recién construida embarcación. En el trayecto a Roma el barco demuestra su utilidad contra los piratas, llevándose la sorpresa que el ataque fue deliberado y que la única pista del ordenante del mismo es que paga en tinte púrpura y ámbar.
Mientras Gawain, Aleta, Val y los hijos de estos se entrevistan con el Papa y conocen a Hortus, prefecto del Papa, Yuan Chen aprovecha para probar su barco salvándose por poco de un peligroso remolino.
Después de contactar con Quintus, el cual les puede informar del secreto del ámbar y el tinte púrpura, Val, Gawain y Arn se salvan de una emboscada nocturna con la ayuda de un desconocido. Llegan al coliseo romano y Quintus les explica que él antes vendía el tinte púrpura, que robaba a Justiniano, al jefe de los Rus pero que hace un año Justiniano e Iván, jefe de los Rus, llegaron a un acuerdo. Les da una campanilla que servirá para encontrar al último amigo de Quintus en Constantinopla.
Es hora de separarse, por un lado Natán y Aleta marchan a las Islas de la Bruma. Por otro lado, Gawain, Arn, Galán y Val se dirigen a Constantinopla en dónde gracias a la campanilla conocen a Digitus, el amigo ciego de Quintus. Les muestra una imagen insólita, los ejercitos de Justiniano preparándose para la marcha, junto a la banda de los Rus. Justiniano tiene en su poder el mapa de Séneca y va en busca del jardín del Edén.
Los cuatro se alistan en el ejercito como auxiliares y pronto consiguen puestos de confianza como médico (Galán), mozo de cuadra (Gawain), herrero (Arn) y explorador (Val).
La marcha del ejercito se ve molestada por continuos ataques de desconocidos. Solo uno es dado por muerto y se le aprehende un talismán en forma de tridente. Por su parte, el grupo de Val hace lo posible por fomentar la pelea entre los hombres de Justiniano y los Rus. El culmen llega cuando Val derriba un símbolo de los Rus dejando atrás un hacha propiedad de uno de los hombres de Justiniano.
Casi sin tiempo de respirar desde el final de la trama de Camelot, se avecina otra que apunta a ser larga y espectacular. Realmente, en el tomo no se ha tenido consideración alguna, no se ha introducido ningún interludio y directamente nos meten en la acción. Y que acción, las vistas de Roma son espectaculares y la premisa del jardín del Edén me parece muy buena. Diría que se nota la mano de Gianni en alguna viñeta, como las dos de las termas de Ostia de la plancha 3353.
Y encima, tenemos la vuelta de Justiniano, y esta vez da la impresión de que va tener verdadero peso y presencia en la trama.
En definitiva, me ha gustado y espero grandes cosas para el siguiente.