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Panini / Re:MARVEL GOLD/MARVEL HÉROES CAPÍTULO 33: Alcanzar las estrellas
« en: 20 Julio, 2021, 13:54:16 pm »Daredevil: tomo 4 (pendiente) (1971-1973)
Esta reseña corresponde a lo que podría ser el futuro cuarto Omnigold de Daredevil, teniendo en cuenta una planificación estimada.
Los números USA incluidos son: Daredevil 72-96, Iron Man 35-36, Sub-Mariner 40.
Este hipotético cuarto volumen de Daredevil recoge la totalidad de la etapa guionizada por Gerry Conway. El apartado gráfico, por su parte, sigue copado por el talentoso lápiz de Gene Colan.
No empieza nada bien Conway en la serie. La historia inicial sobre los Hombres Leopardo de otra dimensión es poquita cosa.
A ella le sigue el crossover con la colección de Iron Man, ya comentado en la correspondiente reseña del Vengador Dorado. Una línea argumental integrada en la continuidad de Iron Man, que deja mucho que desear.
Tampoco es nada del otro mundo el número en que la ceguera se apodera de la ciudad, como si de la obra de Saramago se tratase.
Mejor está el arco del Cóndor, un revolucionario hispano enmascarado y a caballo. Una historia muy terrenal sobre el control de un país inventado mediante malas artes supuestamente salvadoras.
Lo que cansa un poco es el continuo autofustigamiento de Matt, por el fracaso de su relación con Karen. De forma tan obsesiva hasta el punto de que no deja de darle vueltas, incluso en medio de una pelea ante el oponente de turno.
Algo parecido ocurre con Karen, en su voluntario alejamiento de Matt.
También nos deja un tanto descolocados que Matt llegue a propinar un manotazo a Foggy para dejarlo sin sentido. Todo para poder ocuparse de la situación como Daredevil sin descubrirse.
En el citado arco entra como entintador Tom Palmer, de forma que el dibujo de Colan luce como en sus mejores momentos. Aunque Syd Shores no lo hacía nada mal.
Otro crossover coge el testigo. Esta vez el que concurre con la serie de Namor. Ya lo analicé en la reseña del tomo del atlante. Además, Daredevil ni siquiera aparece en el número correspondiente a la colección de Hombre Submarino.
La saga de Mr. Kline. Y la Viuda Negra que se apunta a la fiesta.
Entramos aquí, al fin, en la primera saga extensa de la etapa recogida en esta reseña.
Un misterioso personaje llamado Mr. Kline, que a su vez obedece a otra voz todavía más oculta, se erige en el oponente principal.
Tras la presentación de un nuevo fantoche llamado Hombre-Toro, el ente maquinador llamado Mr. Kline, innecesariamente rebautizado como El Asesino, se vale de peones bien conocidos por los lectores como son el Buho, el Escorpión y Mr. Hyde, que pronto descubriremos que no son más que androides.
Sin duda, el paso más importante que nos proporciona este arco es la entrada de la Viuda Negra en la colección. Una entrada en un principio como personaje secundario, pero pronto veremos que la intención de los autores irá mucho más allá.
Apenas aparecer, Natasha acaba siendo juzgada de forma injusta, en un cara a cara entre Matt y Foggy en el juzgado. El juicio acaba dirigido a terrenos un poco rebuscados, usando el hecho de que sea rusa como atenuante.
No pasan demasiados números hasta que Nat y Matt inician un romance, descubriendo ella la identidad secreta de su nuevo amor como Daredevil.
Finalmente descubrimos que Mr. Kline, no es más que un androide enviado a través del tiempo por una computadora llamada Baal, que gobierna la Tierra en un futuro lejano.
Para ello, envía a su androide a cambiar el curso de la historia manipulando a Matt y a Foggy, de forma que todo se encamine a la línea temporal que asegure su existencia.
Se trata del mismo Mr. Kline que actúa con las mismas armas en la serie de Iron Man, al cual hice referencia en la reseña del cuarto volumen del superhéroe acorazado.
El desenlace nos trae de sopetón otros androides de un futuro superior que resuelven la situación en un abrir y cerrar de ojos.
Se agradece el esfuerzo del complejo entramado que resulta la saga. Pero el resultado final no me acaba de convencer. Demasiado enmarañado todo y la argumentación vertebral me resulta un tanto banal.
Como comentario aparte, la historia nos queda como otro posible ensayo del multiverso.
A mitad de la larga saga, el pobre Gene Colan tiene que sufrir las tintas de Jack Abel, justo el polo opuesto al sutil trazo de Tom Palmer. Posteriormente tenemos un feo número dibujado por Barry Smith y Alan Weiss, y entintado por Bill Everett.
Tras un nuevo encuentro frente al Gladiador, sin más trascendencia, tenemos otro episodio en la línea romántica de la colección.
Matt y Karen se encuentran de casualidad y unen sus labios sin miramientos. Todo ello delante de los morros de Natasha y del pobre desgraciado con el que se había liado Karen.
Pero el renacer de su amor no es más que un espejismo. Al poco, ambos asumen que su relación no irá a ningún sitio y definitivamente toman caminos separados. Por fortuna.
Mejor noticia es que Tom Palmer vuelve a recuperar su labor a las tintas, y esta vez para casi todo lo que resta de reseña.
Bienvenidos a San Francisco.
Daredevil entra, ahora sí, en una nueva etapa, rompiendo de forma abrupta con su pasado. Matt se traslada a vivir a San Francisco junto a Natasha y al inseparable chofer y protector de ésta, Ivan.
A los pocos números la colección modifica su cabecera a Daredevil y la Viuda Negra.
El fantástico trabajo gráfico lamentablemente no se ve acompañado por el escrito.
La nueva etapa empieza con algunos números discretos. Un obviable enfrentamiento con el Buey y sendos encuentros con Electro y el Hombre Púrpura que son la antesala de otra larga saga, la del Proyecto Cuatro.
Todo empieza cuando Natasha, despavorida, se encuentra con su pasado en forma de un compañero de espionaje llamado Danny French.
Al mismo tiempo, tanto Daredevil como la Viuda experimentan diferentes episodios de pánico inexplicable. La heroína lo achaca a French y a un objeto de su posesión llamado Proyecto Cuatro, que consiste en una esfera de energía de incalculable poder.
Y por otro lado aparece un magnate llamado Damon Dran, interesado en la dichosa esfera.
Para sorpresa de propios y extraños, no es French el causante de los eposidios de terror que afectan a ambos héroes sino el mismísimo Mr. Miedo. El antiguo oponente de Daredevil, bajo una nueva identidad, la tercera ya, queda insertado en la trama de forma inesperada. A su vez, Danny French, tras al exagerado dramatismo inicial, resulta ser un tipo inofensivo.
El villano acaba siendo Dran, que acaba absorbiendo la esfera y convirtiéndose en el Hombre Indestructible. Las motivaciones del magnate son tan anodinas como que necesita una fuente de poder al sentirse vulnerable ante las guerras que supuestamente vendrán.
Por todo ello, creo que el resultado es bastante mejorable. Con un componente emocional que necesita pulirse.
También creo que las chispas que surgen entre Nat y Matt son algo forzadas, como un supuesto mensaje de empoderamiento al inicio de la saga. Y la ayuda de T’Challa para salvaguardar la identidad secreta de Daredevil, disfrazado del hombre sin miedo con máscara facial incluida, queda un tanto inverosímil.
Finaliza esta recopilación un nuevo enfrentamiento con el Hombre-Toro. Prescindible.
Conclusión.
En definitiva, para mi gusto una etapa más bien mediocre con algunos momentos aceptables.
Entiendo que la saga de Mr. Kline puede ser del gusto de otros lectores. Supongo que es cuestión de gustos y de cómo nos coja en aquel momento. Respecto a la del Proyecto Cuatro ya tengo más dudas. A mí no me han acabado de convencer.
Pero claro, siempre nos quedará la parte gráfica. Excelente Colan, sobre todo cuando cuenta con Tom Palmer como embellecedor.
Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-daredevil-tomo-4-pendiente-1971-1973/
Gracias por la reseña rockomic . Cuando me ponga con Daredevil iré a por lo seguro.
Supongo que al final, si te mola mucho un personaje y se acaba """lo bueno""" acabas picando """del resto""", y más si hay excelentes dibujantes como es el caso, al menos habrá deleite visual .