He leído 100% Cult Comics thumbprint.
Se trata de un tomo publicado por Panini Comics que incluye la miniserie de tres números del mismo título, publicada originalmente por la editorial IDW Publishing. Está escrita por Jason Ciaramella, y dibujada por Vic Malhorta, adaptando un relato de Joe Hill. La historia gira en torno a Mallory Grennan, una exsoldado que sirvió en Irak como traductora en la prisión de Abu Ghraib, donde intentaban extraer información de los irakíes mediante torturas y vejaciones. La trama conecta con el hecho real ocurrido entre 2003 y 2004, cuando se hicieron públicas unas fotografías que conmocionaron a la opinión pública, ya que mostraba a los soldados estadounidenses torturando a los detenidos irakíes, siendo llevados a un consejo de guerra. El argumento se centra en Mal, que no pudo ser identificada, pero cuando volvió a casa se sentiría culpable de los horrores que tuvo que realizar en la guerra, mientras intenta rehacer su vida, en la medida de lo posible, regentando un bar que era de su padre, un veterano del Vietnam. A su vez, comienza a recibir unas misteriosas cartas en las que solo se incluye una hoja en blanco con una huella dactilar impresa. De ese modo, mientras intenta asimilar la persona en la que se ha convertido tras lo que ha vivido en el frente, su terrible pasado le persigue y le acosa para convertirla en la presa de alguien que como ella le ha transformado su periodo de alistamiento, aunque con unas consecuencias más homicidas.
La historia no está mal, sobre todo en la forma que conecta un hecho histórico con un relato psicológico que explora las consecuencias de la guerra en aquellos que sobreviven al conflicto bélico, pero que nunca vuelven a ser ellos mismos. También cabe la posibilidad de que su servicio militar haya facilitado las cosas para que salga lo peor que hay en ellos, o si realmente eran malas personas antes de ir a la guerra. Más o menos es lo que intenta profundizar Joe Hill en un relato que no está mal en ese sentido. El dibujo es algo regulero, pero sirve muy bien para introducirnos en la narrativa y el ambiente que propone la historia, que transcurre a caballo entre el pasado y el presente para mostrarnos el cuadro completo de la trama. El tomo también incluye el relato original de Joe Hill, con el que podemos observar como la adaptación parte de manera fiel al principio, utilizando incluso las mismas frases del escritor, para ir distanciándose en algunos aspectos tales como la caracterización de mal, que difiere un poco en ambas versiones. Incluso hay personajes que están ligeramente cambiados, o el desenlace del relato llega un poco más allá que el propio Hill, que lo deja un poco abierto, mientras que Ciaramella prefiere optar con una conclusión más o menos cerrada, aunque deja una escena final a la libre interpretación.
No está mal, sigue un poco en la línea de los trabajos de Joe Hill, quizá no tanto en el terreno de la fantasía y el terror, pero sí dentro del thriller psicológico, con ciertas similitudes con el trabajo de su padre: Stephen King. Para completar el tomo tenemos la historia titulada "Kodiak", otro trabajo de Joe Hill adaptado a las viñetas por Jason Ciaramella, en esta ocasión dibujado por Nat Jones, un artista que me ha recordado en cierta forma al estilo de Richard Corben. La historia es una especie de cuento de época en la que un hombre le cuenta a unos niños su historia. Cuando era joven trabajaba como malabarista y lanzador de fuego, cuando acabó junto a la hermana del conde, a la que besó. Al ser sorprendido por este lo encerró, teniendo que obtener su libertad enfrentándose a un gigantesco oso que le dejó unas horribles cicatrices en la cara. Un relato entretenido que tiene un final feliz, más allá de lo esperado.
Un tomo entretenido e interesante que vuelve a poner de manifiesto la conexión de Joe Hill con el mundo del cómic, no solo como guionista sino como fuente para las adaptaciones. Por un lado tenemos tenemos un desgarrador viaje a través de la guerra, y por otro una especie de fábula del horror. Dos trabajos menores de Hill, pero que a mí me han dejado un buen sabor de boca, mientras que a la protagonista le ha dejando una profunda huella en su alma.