Evidentemente Moore no tiene ni puta idea de Batman y el que niegue eso no tiene ni puta idea de Moore.
Lo he dicho mil veces; el Batman de Moore no existe, está hueco. Es una capa y unos dientes apretados. No hay Bruce Wayne, no hay mito, no hay murciélago. A Moore no podría importarle menos el personaje.
Essex, más allá del texto en concreto, no estamos solos.
A mí me pierde desde el mismo momento en que Moore no se esfuerza lo más mínimo por comprender el universo en el que se sumerge.
¿Bien escrito? Aceptable, sí.
¿Bien desarrollado? No lo creo.
¿Buena idea? Más simple que un botijo.
¿Referencial, historia esencial de Batman? Mis cojones.
Mi problema con La broma asesina es que debería ser un plus, una frivolidad, una extravagancia. Algo raro que se lee o no, desconocido y alternativo. Jamás un cómic tipo de Batman.
Que te convenza o no el origen del Joker es una cosa (a mí en absoluto, pero es que más allá de eso, hay otro factor; el monstruo, explicado, deja de serlo. No quiero ver a un Joker melancólico, ni reflexivo, ni que se explica. El Joker no es Magneto, ni Muerte, ni nada parecido. Es una representación física de la muerte y la locura, de la crueldad y del sadismo. Debería ser algo terrorífico, y aún así, hipnóticamente obsesivo. Como encontrar un cadáver en el campo. Como ver un accidente. Como observar una calavera. El Joker debería representar todo el Tánatos y la maldad que hay en la humanidad.
Otra cosa es, que la historia sea muy, muy simple y con pocos registros o lecturas. Que la trama sea tan enclenque, que infrautilice a personajes de la dimensión de Batman, y los desdibujé como caricaturas.
Solo por esto, pese al magnífico dibujo, puedo valorar La broma asesina como recomendable, curiosa, interesante, o distinta, pero jamás entenderé ni compartiré el lugar que supuestamente ocupa dentro del Batuniverso para el fandom.