Día 54: The X-Men #26. Noviembre de 1966
Banda sonora: En 1966, 3 Sudamericanos como los de este cómic, o bueno, ejem, parecidos, cantaban "Yeh! Yeh!":
https://www.youtube.com/watch?v=7hsnC3J-o0Q
Créditos: Roy Thomas (guionista); Werner Roth (lápiz); Dick Ayers (tinta); ¿? (color); Sam Rosen (rotulación).
Algunas ediciones de España:
Biblioteca Marvel: La Patrulla-X nº 4Marvel Gold. La Patrulla-X Original nº 1Ficha USA:
https://fichas.universomarvel.com/usa/uxm26.html#Viajemos en el tiempo hasta noviembre de 1966 para terminar el arco de El Tigre en The X-Men #26, obra de Roy Thomas y Werner Roth. El Tigre se ha convertido en Kukulcán. ¿Podrán vencerle nuestros héroes? En episodios anteriores: El Tigre ha ascendido al mismo Kukulcán, Bestia, Hombre de Hielo y Ángel están inconscientes y Cíclope es encañonado por el guarda del museo, que está controlado mentalmente.
La clave está, por supuesto, en Scott, quien desarma al guardia con su rayo óptico y se las ve en solitario con Kukulcán. Pero claro, el rayo rebota casualmente en el colgante de Kukulcán y noquea a Cíclope. El malo no está interesado en rivales tan facilones y abandona el lugar.
Pero sus compinches Ramón y Toloc le salen al paso, y exigen su parte del botín. Demasiado tarde, se dan cuenta de que el Tigre ya no existe y están ante el mismísimo Kukulcán, quien los despacha fácilmente y, después de hacerse una esfera solar de transporte, vuelve a San Rico.
Una vez en esta cuna de la civilización maya, Kukulcán pretende restaurarla a su antiguo esplendor, así que se pone a hacer reformas en el lugar, dejándolo muy pero que muy bonito. Va a ser la base de su futura expansión imperialista.
Entretanto, la Patrulla se ha ido levantando de su marasmo y, dejando a los inconscientes Ramón y Toloc a los cuidados de la policía, regresan a la Escuela. Xavier, mientras tanto, pide a Jean que le traiga de la biblio unos libros sobre los mayas. Y ¡atención! porque, en la biblioteca, aparece Ted Roberts en compañía de un amigo suyo, un tal Calvin Rankin. ¿Os suena? Sí, así es. Se trata del Mímico, al que Xavier privó de sus recuerdos. Jean intenta disimular diciendo que no le conoce, pero a Calvin no le convence. Esto dará que hablar... en el siguiente número. Ups! Minispoiler.
Sigamos. Jean llega a la Escuela con los libros que Xavier le había pedido, y es así como este se entera de que la maldición del Colgante de Kukulcán se refiere a la erupción de un volcán en San Rico. ¿Será la leyenda realidad o simplemente un fenómeno sísmico? Xavier decide que mejor asegurarse y hacer un viaje a San Rico, ya que sintió un gran mal en Kukulcán al escanearlo con Cerebro, tratándose de una amenaza para toda la humanidad. Que por cierto, se confirma que el escáner visual que Cerebro usaba en estos tiempos es parte de él, y no un artilugio independiente, algo que había sembrado ciertas dudas en un servidor desde The X-Men #20, cuando se construye la nueva versión de la máquina.
Ojo a estas viñetas de abajo, por dos razones: 1º) por primera vez se dice que Cíclope es inmune a sus propios rayos, pero aquí solo de manera limitada, ya que le han hecho pupa. 2º) La excesiva preocupación de Jean por Scott la delata, y este promete declararse a Jean en breve.
Volvamos a San Rico, donde Kukulcán ya se ha hecho con un séquito: medio pueblo está ya controlado mentalmente por el dios maya, al que emplea en diversos trabajos a mayor gloria del imperio maya. La Patrulla lo tendrá difícil para llegar hasta el villano. Por el camino, tendrán que vérselas con jaguares, caimanes y una trampa con hoyo oculto por hojas -gran clásico-. Es encomiable cómo escapan de ella: Bobby forma un techo de hielo para no ser vistos por los indígenas, Cíclope hace un túnel y los sorprenden desde la retaguardia. ¡Qué silenciosos!
Bueno, el caso es que al final llegan a tener su cara a cara contra Kukulcán, como era de esperar. Le intentan quitar el colgante, pero es en vano. El villano es demasiado poderoso y los rechaza una y otra vez.
En medio de la refriega, Warren es alcanzado por el rayo óptico de Scott, al esquivar Kukulcán el ataque. Ojo porque esto va a traer cola, que Warren ya estaba suficientemente celoso, ya que no se le ha escapado que Jean está enamorada de Scott. Warren queda malherido.
Pero todos los villanos tienen su talón de Aquiles, y la sagaz Bestia descubre el de Kukulcán: la fuente de poder no está tanto en el colgante, como en una piedra localizada encima de la estatua de la serpiente. Esta piedra está hecha del mismo mineral que el Colgante. Absorbe la energía del sol y, a su vez, el pedrusco retroalimenta al colgante, que puede funcionar independientemente durante un tiempo, pero se le gasta la batería, por así decir. Si se inutiliza la piedra, adiós al poder de Kukulcán. El Hombre de Hielo intenta enfriarla.
Kukulcán se está quedando sin energía de tanto usar su poder. Para frenar al Hombre de Hielo, dispara un rayo a la base de la estatua, pero con un resultado fatal, ya que se acaba provocando un terremoto que engulle al monolito y, con ello, a su fuente de poder.
El seísmo se traga lo que quedaba de la civilización maya de San Rico y, sin su piedra de poder, Kukulcán desaparece y vuelve a ser simplemente Juan Meroz, alias El Tigre. Pero eso no es nada comparado con lo que se avecina: Warren acusa a Scott de haberle disparado a propósito
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¿Qué me estás contando? Vaya salseo, damas y caballeros. El caso es que esta jugada de Warren me parecería completamente miserable, de no ser porque el propio Scott se acaba preguntando si, en el fondo, no quiso darle a cosa hecha por su rivalidad en adueñarse del corazón de Jean. Todo se ha vuelto muy sórdido de repente y Kukulcán ya nos importa un pimiento: las caras de reproche de Bobby y Hank, caminando en silencio detrás de Scott, cantan a la legua, las dudas del propio Scott... en fin, que si queremos seguir leyendo es por ver cómo acaba la novela.
Como valoración general, diría que la resolución de la trama está mejor que el planteamiento inicial, en contra de lo que ha sido habitual en la serie. Las escenas de acción no están nada mal. Además, situar a Jean en otro escenario está ya cumpliendo con los objetivos de abrir horizontes de trama a la Patrulla: puede investigar como fuente de apoyo, aunque a cambio no me mola que esté tan lejos de la lucha. Lo que da por un lado lo quita por otro. En el lado positivo, es evidente que el Metro College sigue suministrando tramas interesantes a la serie, que no se harán esperar mucho.
En cuanto a la trama romántica, hemos alcanzado el Séptimo Nivel de Salseo con el triángulo Warren-Scott-Jean. Está guay, Thomas le está sacando chispas a esto. De todas formas, admito que la deducción de Warren me parece un tanto precipitada. Ya había dado señales de pasar página con Jean en números anteriores, pero tampoco en este capítulo hay pistas tan concluyentes de que Scott y Jean se corresponden. En fin, habrá que seguir leyendo