El Monstruo de Frankenstein: Marvel Limited Edition (1973-1975) Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-el-monstruo-de-frankenstein-marvel-limited-edition-1973-1975/Tras la incorporación de Drácula y el Hombre Lobo al Universo Marvel en sus respectivas colecciones, no podía faltar el otro gran monstruo clásico: Frankenstein. O, mejor dicho, el Monstruo de Frankenstein.
Gary Friedrich y Mike Ploog son los elegidos para revivir al mítico monstruo, y lo hacen de una forma un tanto especial.
Como había que justificar de alguna forma, la aparición del Monstruo en el tiempo presente, decidieron dedicar los tres primeros números adaptar la novela de Mary Shelley. Con la diferencia de que, lo ocurrido hace casi dos siglos, lo narra un bisnieto de Victor Frankenstein en tiempo presente.
De esta forma, el Monstruo es encontrado durante una expedición al Ártico. Y a partir de ahí, la novela queda integrada, de forma muy fiel, en la historia a modo de flashbacks.
Tal como ocurre en la novela, y a diferencia de la imagen icónica heredada de las películas, el Monstruo de Frankenstein no sólo disfruta de la facultad del habla, sino que es un ser inteligente.
Muy buen trabajo de Friederich, al compaginar la novela y el tiempo presente de forma satisfactoria. Y un Mike Ploog soberbio, en uno de sus mejores trabajos para Marvel.
Es a partir del cuarto número cuando nos encontramos con líneas argumentales totalmente nuevas.
Friedrich intenta conservar el espíritu novelesco en sus bocadillos de narración, cosa que creo que le va al dedillo a la serie.
El fondo de la parte escrita exterioriza el drama por el que pasa el monstruo. Su sufrimiento por su condición y por el daño causado, o su infructuosa búsqueda de amistad y amor.
Sobre esta base van transcurriendo relatos autoconclusivos. En un principio resultones, pero pronto iniciando un claro descenso.
Una andanza sucedida hace siglos cuando se vio envuelto en un conflicto entre tribus. Un encuentro con una mujer lobo. Y un flojo relato en un castillo frente a un ejército de monstruos sin mente.
En este momento Ploog abandona la serie para dar paso a John Buscema, ni más ni menos. Si bien John Verpoorten no es precisamente el mejor entintador que le podría haber tocado a big John.
El problema, definitivamente, lo tenemos en la parte argumental. Tras un número flojete sobre un campamento gitano y vampiros, entramos en un arco que goza del protagonismo de un conocido personaje.
Se trata de Drácula, que aparece en la colección inesperadamente y de forma bastante forzada. Simplemente, tenía que producirse un enfrentamiento entre Drácula y Frankenstein. No creo que haya otra explicación que esa, dada la irrelevancia argumental de la situación.
Es en este momento, y también bajo una excusa poco creíble, cuando Friedrich decide enmudecer a nuestro monstruo protagonista. Probablemente con la intención de recuperar al Frankenstein más reconocible, el del cine, y también de unificar las dos trayectorias del Monstruo en Marvel, como veremos más adelante.
Finalmente hace su aparición un descendiente de Frankenstein, teóricamente el último de los de su saga. Le acompaña su sirviente Ivan, un gigante grotesco con la mentalidad de Hulk.
Por desgracia, lo que apuntaba a historia interesante termina en un cúmulo de salidas absurdas y diálogos que no van a ninguna parte. Decepcionante.
Por si fuera poco, la segunda mitad del arco la dibuja Bob Brown, cosa que certifica la brevedad de la etapa dibujada por John Buscema.
No es el primer Frankenstein de la época actual que participa en el Universo Marvel, puesto que en la serie de Estela Plateada otro descendiente de Victor Frankenstein ejerció de antagonista del surfista. Pero al parecer se trataba de un personaje diferente.
Nuevo ciclo y un serial en paralelo.Doug Moench y Val Mayerik pasan a hacerse cargo de la colección a partir de este momento y hasta el final de la serie.
El primer número del nuevo equipo, el #12 de la colección, marca un punto de inflexión para nuestro monstruo. En él queda insertado un resumen del otro serial dedicado a Frankenstein, que ya se estaba publicando en el magazine Monsters Unleashed desde hacía un año. De modo que su única función parece ser la de fusionar las dos series existentes dedicadas al mismo personaje, que hasta entonces parecían discurrir por caminos distintos.
De esta forma, lo que sigue a este número “unificador”, en el presente tomo, no es otra cosa que el serial en blanco y negro originalmente publicado en Monsters Unleashed, por entero.
El primer episodio del serial en paralelo fue publicado un año antes a ese número 12 de la serie regular y el último un año más tarde. Pero me parece una buena decisión incluirlo todo como un bloque, no en vano sigue un mismo hilo conductor.
Pese a seguir una línea argumental diferente, el serial en blanco y negro está escrito y dibujado paralelamente por los mismos autores que la serie en color. Así, los primeros episodios corresponden a Gary Friedrich y John Buscema, hasta que Doug Moech y Val Mayerik pasan a tomar las riendas, igual que en la colección bajo título propio.
Lo que mejor certifica que las dos series iban por libre, es el hecho de que el Monstruo no tiene la facultad del habla en los primeros episodios de Monsters Unleashed, mientras que en los números simultáneos de The Monster of Frankenstein todavía era capaz de hablar.
Parece evidente que en la serie del magazine se optó desde un principio por un Frankenstein más acorde al del cine. Por si había alguna duda de ello, el episodio en el que Frankie es revivido por medio de la electricidad confirma la sospecha.
Entrando en el contenido de los relatos de Monsters Unleashed, especialmente en los diálogos de Friedrich notamos un tono más adulto, a diferencia de lo que llevábamos visto del autor en la primera parte del tomo.
Eso no significa que lo que nos cuentan deba ser más interesante. No empieza mal el serial, pero a partir del trasplante de cerebro del Doctor Wallach entramos en una reiteración del mismo argumento hasta cierto aburrimiento. Trasplantes de cerebro o de moléculas mentales entre diferentes personajes, que carecen de un mínimo ingenio. Hasta el punto de que el propio Monstruo de Frankenstein acaba accidentalmente con la mentalidad de un ratón.
La entrada de Doug Moench pone las cosas más interesantes. De entrada, Moench escribe bastante mejor que Friedrich. Y Val Mayerik está que se sale en uno de los mejores trabajos que le he visto.
Tras una nueva dosis de trasplantes, tenemos algunos episodios más autoconclusivos que no están nada mal.
Un relato en el que una legión de seres deformes quiere vengarse del mundo exterior erradicando la belleza. Y otro sobre un asalto terrorista a un tren donde viaja el Presidente de la nación.
Historias sobre monstruo de pocas luces, incomprendido, en busca de bondad y belleza, muy en la línea de Hulk.
Y finalmente, un divertido episodio sobre una fiesta de disfraces con intriga criminal de por medio. Relato que en realidad fue incluido como complemento en el unitario número de la Legión de Monstruos.
Final de trayecto con Moench y Mayerik.Tras el Giant-Size Werewolf número 2, con participación de Frankenstein, que obtendrá su pertinente análisis en el correspondiente tomo del Hombre Lobo, volvemos a la serie regular de Frankie.
El tándem formado por Doug Moench y Val Mayerik, habiendo heredado ya la versión muda del Monstruo, plantean la serie quizás más al estilo de la del Hombre-Cosa, aunque sin el componente místico.
Rápidamente nutren las historias con un plantel de secundarios estable y se embarcan en líneas argumentales continuadas.
Un joven que se autoproclama como el único amigo del Monstruo, un detective de procedimientos rudos y una nueva descendiente del Barón Frankenstein, ejercen como nuevos comparsas del Monstruo.
A partir de aquí vemos a Frankie enfrentado a una versión todavía más aberrante de su propia naturaleza. Una criatura formada por tejidos, por pedazos, de doce especies animales.
Lo que da inicio a una extensa trama que no está nada mal. Una organización criminal quiere al Monstruo para crear un ejército de Monstruos de Frankenstein, al tiempo que Veronica Frankenstein pretende todo lo contrario. La Frankenstein bondadosa de la familia quiere expiar el mal causado por su antepasado concediendo al Monstruo del don de la palabra.
Sin romper el hilo argumental en ningún momento, la colección evoluciona hacia un espíritu muy Hulk. El Monstruo encuentra un amigo en la figura de un coloso mecánico enviado para destruirlo. La imagen del androide encontrando su humanidad gracias a Frankie es bastante ingenua, pero la relación entre ambos está llena de ternura.
Bill Mantlo entra en la colección para guionizar el que sería su último número. Partiendo del hilo dejado por Moench, Mantlo parece ponerle ganas iniciando una nueva trama. Con presentación incluida de una nueva descendiente de Frankenstein, la enésima última descendiente del clan. Y atención al excelente arte de Val Mayerik entintándose a sí mismo, a la altura de los mejores.
Pero no hay tiempo para más. La cancelación de la serie es tan fulminante, que deja un interesante cliffhanger roto por completo y por siempre jamás.
Como añadido, se incluyen dos arcos con participación de nuestro querido Monstruo, en Marvel Team-Up y en la serie de Iron Man. Ambos serán dignos de análisis en las reseñas de los respectivos tomos.
Conclusión.Creo que lo mejor de este volumen está en la adaptación de la novela de Mary Shelley, en los tres primeros números.
Pero la parte escrita en general me parece mejorable. El trabajo de Doug Moench creo que es bastante correcto, mientras que Gary Friedrich cae bastante en picado tras la adaptación de la novela. Lo mismo valdría para ambos autores en lo que respecta al serial de Monsters Unleashed.
Eso sí, la parte gráfica es muy recomendable durante toda su extensión. Tanto Mike Ploog como Val Mayerik hacen un magnífico trabajo, en algunos casos excelente. Mientras que John Buscema quizás no raya a su habitual nivel, pero no deja de ser un gran trabajo.