Pero es que se tenían que ceñir a lo acostumbrado en los comícs de la región correspondiente, por dos razones: Primero, respeto al fan. Segundo, coherencia con el posible nuevo cliente, que se acercará a los comícs a consecuencia de la película y se encontrará otro nombre distinto.
Tenemos a Nick Furia, no Nicolás Furia ni Nick Fury. Si en lo que menos va a pensar el espectador es en sí suena ridículo o si no puede haber un americano negro con apellido Castellano.