Vistos los últimos comentarios, parece que haya ido a ver una película distinta. No hay color entre el producto de Raimi y el de Webb, y no porque aquél fuera el primero, sino por el juego entre el bueno y el malo, la excelente interpretación de los actores a cargo de tales papeles, la elección del villano -el Lagarto no es de los 'premiers' ni ciego-, o el trasvase de los elementos básicos del cómic al filme.
Garfield, a base de sonrisas forzadas, y Emma Stone no ofrecen la consistencia romántica que en su día Maguire y Kirsten mostraron. Ni de lejos.
La visión tradicional de un estudiante 'nerd', negado con la vida social en el instituto, y su transformación -por motivos del azar- en uno de los iconos del Universo Marvel, merece mi voto, antes que la de un adolescente 'skatero' con problemas de elocuencia. Tachadme de tradicionalista, quizás.
Suscribo la mayoría de las críticas que los tabloides publican acerca de este 'remake' innecesario.
Sólo puedo destacar el cameo -cómo no- de S. Lee como uno de los momentos de la película que hicieron que dejase de pensar qué podía hacer de cena esta noche.
Y ni siquiera los créditos se salvan:
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
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Si os sobra el dinero, id a verla.