Empezamos con
Action Comics #1 (1938): primera aparición de Superman y Lois Lane
Un cómic icónico, no vamos a descubrir mucho de él a estas alturas: la historia que lo empezó todo, con la aparición del que para muchos es el primer superhéroe y para otros tantos el superhéroe por antonomasia: Superman. Nada más y nada menos. La portada de Superman levantando el coche puede tenerse fácilmente por la imagen más icónica de la Historia del cómic de superhéroes, como prueba el hecho de que probablemente será el cover más homenajeado que ha habido, en cientos de portadas.
Yendo directamente a lo que es la historia, observamos que los orígenes de Superman, tal y como los conocemos a día de hoy, no encajan con la versión que vemos en Action Comics #1. Veamos:
-Al comenzar la historia se nos dice que ante la inminente destrucción de un planeta lejano (ni siquiera se menciona el nombre del planeta), un científico (tampoco se nombra) decide enviar a Superman en una nave espacial a la Tierra. Sin embargo, en esta primigenia versión de la historia no son los entrañables Kent los que encuentran al pequeño Superman, sino que simplemente un automovilista anónimo que pasaba por allí lo recoge y lo entrega a un orfanato, donde el joven Kent pasará su infancia asombrando a sus cuidadores con sus superpoderes.
-De ahí directamente se pasa a la explicación de los poderes de Superman, pero tampoco estos resultan ser exactamente iguales a los que el Hombre de Acero despliega en la actualidad y desde hace mucho tiempo. Para empezar, no se dice que Superman pueda volar. Se dice que puede realizar saltos de longitud de 1/8 de milla, lo que viene a ser al cambio 201,168 metros. No está mal teniendo en cuenta que el récord de salto de longitud lo tiene Mike Powell fijado en 8,95 m desde el año 1991, pero no es volar.
Nuestro Clark tampoco se desempeña mal en el salto de altura: Puede saltar sobre un edificio de unas veinte plantas (más adelante veremos que se cambia esta versión subiendo las apuestas a nada menos que ochenta plantas). Habría que compararlo con Hulk, pero desde luego es un salto que prácticamente equipara al vuelo, aunque sin serlo.
Por supuesto, puede correr más rápido que un tren, y además ya se nos dice desde el principio que nada que no sea un "bursting shell" puede atravesar su piel. No sé lo que es exactamente un "bursting shell" pero imagino que un obús sería una palabra candidata. Los que hayáis leído el cómic en español podréis ayudarme. En cualquier caso, ya en Action Comics #2 comprobaremos que las balas normales y corrientes no le afectan, ni siquiera le hacen cosquillas. Por supuesto, Superman tiene superfuerza, faltaba más.
En definitiva, unos poderes parecidos a los que se describen habitualmente, pero faltando la capacidad de vuelo y otros poderes como el superaliento, la supervisión o disparar rayos por los ojos.
No hemos terminado la primera página de la historia y Siegel y Shuster ya nos explican incluso de dónde vienen todos estos superpoderes: nada en principio relacionado con el sol. Simplemente se trata de seres físicamente más avanzados que los humanos. No hay realmente otra explicación, aunque sí resulta curioso que en el cómic se da a entender que estos poderes se obtienen al alcanzar la madurez. Sabemos que si esta versión se hubiera mantenido, no habríamos tenido Superboy... así que como podemos ver, hubo luego bastantes cambios. Sin embargo, esta misma descripción parece entrar en contradicción con lo visto solo en unas viñetas más atrás, donde vemos al niño Kent levantando objetos pesados sin problemas. Acaba de nacer el cómic americano de superhéroes en sentido moderno y ya estamos dando patadas a la continuidad
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No deja de ser algo mítico, sin embargo, esta primera e histórica descripción de los poderes de Superman. Por si nos quedaban algunas dudas, se nos dice que no debemos extrañarnos de este fenómeno alienígena, ya que muchos seres vivos de nuestra Tierra, como las hormigas o los saltamontes, despliegan habilidades proporcionales a las que derrocha nuestro querido Hombre de Acero, aunque todavía no se le llame así.
También en la primera página se nos dice que Superman se llama Clark, pero poco más adelante ya descubrimos su apellido: "Kent". Nada de Kal-El de momento, sin embargo. Pero vayamos al uniforme de Superman, que también aparece ya en la primera página, sin duda unas de las más condensadas en información de la historia del cómic pijamero, además de en la portada del cómic: los elementos más icónicos del disfraz de Superman ya están presentes en esta primera versión: traje azul, capa roja, por supuesto,
calzoncillos rojos y, si miramos además la portada, se ve que ya calza botas rojas. Lo único que realmente resulta algo diferente es el símbolo del pecho, que en esta primera página aparece como una especie de escudo de forma ligeramente triangular, de color amarillo, y con unas inidentificables marcas negras en mitad del símbolo. Esta falta de definición resulta como mínimo curiosa teniendo en cuenta que en la misma portada ya vemos con nitidez que se trata de una "S" de color negro.
Y más o menos de esta guisa se presenta Superman.
Esta primera historia parece avanzar a trompicones, pues, después de esta primera semblanza de Superman, lo vemos directamente y sin más preámbulos entrando en acción. Más concretamente llevando bajo el brazo a una mujer amordazada y atada. Una primera lectura puede dar la impresión de que estamos asistiendo al primer rescate del superhéroe de una damisela en peligro, pero ¡nada de eso! Descubrimos pronto que la mujer es una asesina. ¿Cómo? Veamos: Superman despierta de muy malos modos al Gobernador, (de un estado no identificado, por cierto ) para decirle que tiene que parar una ejecución: resulta que la mujer que iban a freír en la silla electrica era en realidad inocente; la verdadera asesina se la sirve Superman en bandeja de plata, atada y amordazada, al Gobernador, para que sea ajusticiada. Desde luego que en estos inicios nuestro Superman no resulta demasiado piadoso
Eso sí, se ha hecho justicia
y la pobre inocente que estaban a punto de ejecutar escapa por los pelos de la pena de muerte.
No menos sorprendente es su personalidad primigenia: tenemos a un Superman con bastantes aires de matonismo, y resulta hasta chulesco y amenazante: nada parecido a ese espíritu noble y a esa virtud prístina con la que ha pasado a la historia. Y es que este Clark es un tanto abusica y pendenciero, la verdad sea dicha
Pero volvamos a más aspectos clave de este primer cómic, ya que en él se definen muchos elementos fundamentales del personaje. Tras la anterior hazaña, vemos a Clark Kent aparecer en su trabajo, el
Daily Star, donde trabaja como reportero, a las órdenes de alguien que podría ser Perry White, pero que desde luego no aparece identificado con ningún nombre. Y ya desde este primer momento vemos su aspecto apocado y sus características gafas, unas notas muy distintivas del personaje.
Pero no podíamos olvidarnos de
Lois Lane, que hace su primera aparición como trabajadora del Daily Star y por tanto como colega de Clark Kent. Clark invita a bailar a Lois, que acepta dubitativamente, pero Jerry Siegel no perderá la oportunidad para presentarnos en toda su ignominia al timorato y cobardica Clark Kent. En cuanto un macarra llamado Butch pretende quitarle a Clark su pareja de baile de un modo muy poco caballeroso, Clark se hace a un lado, incluso diciéndole a Lois que baile con él. Lois Lane, que ya demuestra desde este primer número ser una mujer de armas tomar, abofetea a Butch y se marcha del baile llamando cobarde a Clark Kent. Esta dualidad tan dicotómica de alter ego cobarde por un lado/superhéroe por otro, no era nada rara en la época y ya había sido presentada con otros héroes enmascarados, singularmente El Zorro, de donde me figuro que Siegel obtendría "inspiración".
Pero no nos perdamos en aspectos meta, porque Butch no perdona el desplante de Lois y decide raptarla con la ayuda de sus amigos malhechores, metiéndola a la fuerza en un coche... y es aquí donde la historia nos sirve la icónica escena de Superman levantando el coche. Clark, ya vestido con los trapitos de Superman, se adelanta veloz al coche y lo levanta por encima de su cabeza, sacudiéndolo como quien sacude una toalla para quitarle la arena, hasta que salen por la ventana los malos... eso sí, recogiendo grácilmente a Lois Lane, que tampoco da muchas muestras de mareo
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Resulta peculiar que el símbolo del pecho del traje de Superman falte en algunas viñetas de la misma página
Como podremos ver en la sigueinte imagen, el cómic no se hace esperar presentándonos otro momento definitorio: Superman llevando a Lois por los aires tras rescatarla por primera vez, aunque en este caso, como Superman no vuela, Lois tiene que conformarse con ser llevada a salto de mata cual saltamontes
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Y para terminar, un aspecto curioso de esta primera entrega de Superman es que acaba en cliffhanger, sin que sea una historia autoconclusiva: tras el rescate de Lois, vemos al presunto director del Daily Star enviando a Clark a cubrir una guerra en un país de Sudamérica llamado República de San Monte. Es curioso estos comienzos de cómics icónicos con amenazas o tensiones en países imaginarios de Sudaméricas (The X-Men #1, muchos años después, por ejemplo). Sea como sea, y no se sabe bien por qué o cómo, en una estructura narrativa que para mí no tiene ni pies ni cabeza, Clark decide no tomar el barco a San Monte, sino coger un tren e irse a Washington. Una vez en la capital, se va al Senado estadounidense, donde oye una conversación entre un tal Senador Barrows y un lobista llamado Alex Greer. Básicamente, el senador promete a Greer que pronto estarán implicados en Europa, sin que se sepa muy bien qué significa eso. Y entonces Superman atrapa a Greer y decide torturarlo llevándolo por los aires y amenazándole para que suelte la lengua sobre el asunto que tiene con el senador. Con un Greer muerto de miedo, acaba nuestro primer número, así, sin más, muy superheroico todo
Y yo que no soy de dejar las historias incompletas, es obvio que ya he leído Action Comics #2, y adelanto que esto hay que verlo
Al final me ha quedado un resumen mucho más largo de lo que pretendía, pero creo que esta historia bien lo merecía.
Me parece curioso resaltar lo que no hay en este primer número:
-No hay poder de vuelo
-No hay visión de rayos x, ni superoído
-No hay Kansas ni Smallville, y desde luego, no hay Ma ni Pa Kent
-No se menciona a Krypton
-No hay Daily Planet, sino Daily Star
-No hay mención a Metropolis
-No hay mención a la casa de El ni a los nombres auténticos de la misma (Kal-El, Jor-El, etc.)
En conclusión, una primera historia que es clave y mítica por muchos motivos, pero que sorprende por tantos otros. A ver qué más nos encontramos por el camino.