Cita de: Pumuki en 29 Abril, 2016, 11:51:12 am

A mi me gusta como escribe, lo hace indudablemente bien. Y lo que cuenta resulta llamativo... un rato. Vaya que para un cuento salvaje, de descarado y disfrutable mal gusto, y sinceramente cabrón, bien. Luego ya está todo dicho/leído. Que ya puestos a ser desagradable y machista mejor sincero, eh? Se le responde con igual sinceridad y listos, oye... a menos que le estés leyendo, ahí te quedas con las ganas. Fuera de lo literario mucha admiración no me despierta. Por decirlo así.

Es cierto que resulta cansino al cuarto libro, y que a veces parece un poco impostado en algunas novelas (como si tuviera que ser pretendidamente incorrecto). Mal gusto es la palabra clave, claro 

Hombre, diría que sí, que lo que escribía era lo que él mismo era... no en vano era su alter ego literario. Aunque imagino que con ninguna intención de ser alegórico ni de lanzar un alegato. Lo que me resulta curioso en parte, es que sí, que personajes tan retorcidos nos puedan gustar tanto. Y es que... ¿no nos gustan también todos esos asesinos y ladrones, monstruos y perversiones de otras novelas?

Quizás lo que me choque más, es que el personaje sea un reflejo del autor en lugar de simple ficción.

Por cierto; tampoco conozco muchas mujeres a las que les guste Hemingway.

Como sucede con Woolf (aunque a mí me encanta) y otras, podríamos decir que estos en cambio, eran autores fuertemente "testiculares".

Hay un tipo de virilidad y confianza extraña en ellos, que resulta atractiva, más en un personaje de ficción que en una persona, claro.

Te pediré el audio en inglés, que sé que le ponen mucho talento a ese tipo de narraciones 

Muy interesante tu comentario porque da que pensar, la verdad.

Quizás lo que pueda echar atrás de un autor como Bukowski sea más la forma que el fondo. El estilo es tan directo y grosero, y la empatía con el personaje es tan baja, que uno llega a cuestionarse qué es lo que hace leyendo algo así. A veces podría dar la sensación de que nuestra intimidad (porque para mí leer es un acto íntimo), se ve atacada cuando se nos presentan de frente situaciones, gestos y palabras degradantes, incomodas o desagradables.

De cualquier modo, es complicado, a mi Hemingway no me atrae demasiado porque soy consciente de que tengo prejuicios contra lo que fue su forma de ser. Aún así, intento dar siempre una oportunidad a los autores y sus obras, y lo mismo en el caso de Bukowski, en el que la línea entre persona y personaje es casi inexistente.

Hola a todos

Vuelvo para compartir con vosotros la reseña del último libro que he terminado: en este caso la he tocado a “La senda del perdedor” de Charles Bukowski.
Nunca había leído nada del autor y, como lo tenía en la lista de los pendientes desde hace tiempo, decidí animarme con una novela corta como es esta.

El libro está escrito en un estilo sucio y directo que, aunque no deja de tener cierto lirismo en ocasiones, incomoda al lector al enfrentarlo a una realidad brusca y descarnada, sobre la que no parece haber esperanza.
La novela, de marcado carácter autobiográfico, gira en torno a la vida de su único protagonista, Henry Chinasky, un joven norteamericano nacido en Alemania con ascendencia polaca y alemana, comenzando en su niñez y siguiendo su rastro hasta su llegada a la edad adulta.
Nos encontramos en los años que transcurren desde la época de la gran depresión hasta el comienzo de la segunda guerra mundial, la brecha entre clases sociales, la pobreza y la insatisfacción se expanden cada día un poco más y los jóvenes como Henry luchan por abrirse paso en los suburbios de las grandes ciudades. Con estas premisas y un mundo dominado por la violencia y la desesperanza, Henry crece dándose cuenta de que no encaja, de que no lo hará jamás y de que, como tampoco le importa demasiado, no le queda más remedio que huir hacia adelante. A pesar de ello huye de todo victimismo: sabe que no puede librarse de sus demonios y va construyendo su vida a base de la furia, los golpes y el alcohol porque sabe que es mejor sentirse temido que despertar burla o compasión.

Una novela, como os he comentado, muy cruda y áspera, pero que, a pesar del cinismo o la crueldad del protagonista, no evita que sintamos una suerte de empatía con él, porque, en cierto modo, todos nos sentimos un poco identificados con los perdedores.

Saludos

Hola a todos

Pongo la reseña del libro que terminé ayer por la noche: “El ruido y la furia” de Faulkner.

Antes de nada: no quiero ir de erudito, intelectualoide o similar, por poner una obra de este tipo. La verdad es que no distingo entre géneros de literatura, sino sólo entre lo que está bien escrito y lo que no, y esta vez me ha tocado un clásico.

Tenía ganas de ponerme con este libro porque, gustándome Virginia Woolf, tenía la impresión de que Faulkner, al compartir parte de su estilo narrativo, también lo haría.

La novela, ambientada al comienzo del siglo XX en un condado del sur profundo de Estados Unidos, aborda el progresivo declive y la desintegración de una familia de rígidos valores tradicionalistas y de una sociedad esclavista aferrada a un pasado cada vez más lejano.
El libro se divide en cuatro capítulos: los tres primeros se narran por cada uno de los tres hijos de la familia y el cuarto es una narración omnisciente desde el punto de vista de una sirvienta negra de la casa.
Lo que hace complicada la lectura de esta novela son, principalmente, los dos primeros capítulos: el primero está narrado por un hijo con deficiencia mental y el segundo por otro, afectivo e inteligente, pero terriblemente atormentado por el estigma del pecado y del honor familiar. Y esto es lo más difícil de la lectura ya que, para plasmar todo esto, en el libro abunda en el uso del monólogo interior, las digresiones, los saltos temporales, y hay partes en las que el autor, para intentar hacer entender la complejidad de las emociones, se olvida de la gramática y la puntuación, lo que hace que haya muchas páginas realmente densas.
Por mi parte, decir que, a medida que uno va leyendo y es capaz de desenredar un poco los hilos conductores de los acontecimientos, la lectura te va atrapando y hace no querer despegarse de la novela hasta el final.

Me gusta especialmente la forma en que se plasma la atmósfera opresiva y decadente y la ruindad de muchos de los personajes. También el modo en que uno es capaz de ir descubriendo todo lo que ocurre a través de los diferentes puntos de vista de cada personaje, a medida que intenta comprender el caos de sus emociones.

Hay gente que considera el libro una obra maestra y otros a quienes les parece una auténtica tomadura de pelo. A mí, pese a que el comienzo se me hizo duro, ha terminado gustándome bastante.
Eso sí, es una novela que requiere atención y concentración: no se puede leer con distracciones cerca porque acabaremos dejándolo por imposible.

Si hay alguien que también la haya leído, todas opiniones serán bienvenidas.

Saludos