Ye me leí hasta el 3, me encantaron pero no he continuado. ¿merecen la pena los siguientes? he leído malas críticas realmente a partir de este.
Quizá voy un poco tarde, pero creo que sí que merecen la pena. Acabo de leerme todo el hilo hasta publicar este mensaje y creo que una buena parte de los aficionados flipó con las primeras historias, creándose expectativas demasiado altas que se han desmoronado por no cumplir con lo que esperaban. Yo, por el contrario, me acabo de leer el integral que incluye los cinco tomos publicados hasta el momento y no me ha parecido para nada que la serie descienda tanto de calidad. Lo que, bajo mi punto de vista, ocurre es que el tono de la colección cambia ligeramente, manteniéndose en el género negro, pero intentando explorar otros escenarios. El cuarto álbum, vapuleado aquí hasta la saciedad, nos lleva a Nueva Orleans para investigar la desaparición de un músico de jazz. Sin embargo, la historia en sí no se centra en las investigaciones, sino en intentan retratar un mundo que a nosotros nos coge tan lejos y con una cultura ligada al vudú y a la magia, pero sobre todo a la música, incluyendo críticas a la superchería. Con esto no quiero decir que la historia sea perfecta, pero incluye ciertos elementos que nos alejan del género del que parte Blacksad, distanciándose mucho de lo que vimos en los primeros volúmenes. Incluso se disminuye la voz en off que tanto nos recuerda Phillip Marlow y que en cierta forma es una seña de identidad del género. La crítica social también está presente: las drogas, la corrupción; al igual que el drama humano focalizada en el supuesto desaparecido y su mujer, incluso en el dueño de la discográfica que contrata a Blacksad.
Después viene Amarillo en el que tenemos el punto de inflexión más claro, ya que nuestro protagonista protagoniza un
road movie en toda regla, contratado para trasladar el cadillac de un ricachón hasta su casa, mientras le suceden muchas cosas por el camino, teniendo que desviarse hasta Amarillo, un pueblo de Texas. Para mí, este es el más flojo, pero no por le cambio de aires, sino porque la historia de algunos bandazos importantes. No hay intención de dar un final a todas las tramas. Si bien le tema de la salvación del cuarto tomo iba ligado a la temática de la magia y el ambiente, aquí los pequeños detalles no se cuidan al máximo en ese aspecto. No obstante, sigue siendo una buena lectura. Yo he disfrutado mucho con todo el tomo.
Yo venía a comentar mi lectura de hoy,
Blacksad Integral, pero me he acabado enrollando para responder la duda de
Dog.
De todas formas, el
comentario de
Morgan tiene todas las claves para saber que nos podemos encontrar aquí.
Coincido plenamente en la mayoría de sus afirmaciones. El dibujo es de una calidad impresionante por muchos aspectos, no solo por el nivel de detalle, sino por la habilidad en que los personajes antropomorfos se expresan y transmiten sus emociones. La humanización del animal es increíble. Pero lo más interesante es ver como mediante el concepto de fábula, cada personaje es un animal asociado a la personalidad que muestra en la historia. La historia será mejor o peor, pero esto es algo que siempre se mantiene. Además, pese a dicha humanización, los personajes permanecen en su rol dentro del reino animal, algo que nos lleva a diálogos con un doble sentido muy ingenioso, llegando a utilizar multitud de refranes de animales para ocasiones en las que encaja perfectamente. Si bien es cierto que el dibujo alcanza cotas difícilmente superables con respecto a algunos guiones, hay aspectos del guión como la caracterización de los personajes y la construcción de los diálogos que hacen de esta serie algo muy especial.
Otro de los aspectos más interesantes es la crítica que subyace en prácticamente todas las historias. La primera es una clara alusión al poder, al igual que la segunda lo es al racismo, siendo esta una de las historias mejor construidas y con una mayor carga de simbolismo desde el propio título, pasando por los protagonistas, hasta el propio escenario nevado. Este quizá sea uno de los grandes lastres de la obra, que alcanza su cota más alta demasiado pronto. Aunque sigo pensando que se puede disfrutar mucho con su lectura. La tercera gana en complejidad, introduciéndonos en la Guerra Fría, nazis olvidados y corrupciones políticas. A partir del cuarto, Blacksad cambia de escenario y atractiva faceta detectivesca pasa a un segundo plano para que los autores busquen otro tipos de géneros, principalmente centrados en la referencia cultural. Nueva Orleans, la música, el jazz y el ambiente esconden muchas referencias a un mundo que puede ser tan fascinante como misterioso. El problema es que para coger esas referencias debes conocer a ciertos autores de jazz, conocer sus letras, entenderlas plenamente ne inglés. Por lo tanto, requiere un esfuerzo extra para entender del todo la historia, su contexto y que se quiere transmitir. Algo similar ocurre en Amarillo, donde comenzamos con la cita de Antonin Artaud, un poeta francés que nosotros no conocemos, ni tenemos porqué conocerlo. Pero claro, en ese nivel de sofisticación referencial, la mayoría de los lectores se pierden. El eje central es un
road movie, efectivamente, pero después hay un remanente filosófico y reflexivo sobre la creatividad, el precio que le ponen a la cultura y una serie de elementos hippies y beatnik, que de alguna forma conectan con el pensamiento libre y en ese giro final podríamos decir que los autores abogan porque toda obra concebida merece ser publicada.
El problema de las referencias es que si las hace Alan Moore es un crack, pero cuando la hacen otros ya no gusta tanto. Esa misma sensación me dejaba la lectura del Loro de Frida Khalo, que en una primera lectura puede dejar completamente frío, pero a medida que profundices en los personajes y busques información sobre ellos, entiendes muchas cosas sobre las intenciones del autor, dándote cuenta que hay un mensaje oculto que necesita un esfuerzo extra. En definitiva, siempre bajo mi humilde opinión, Blacksad es una magnífica obra del cómic europeo que aunque destaca especialmente por su fantástico dibujo, tiene aspectos argumentales muy a tener en cuenta. También es cierto que hay que dejar a un lado las pretensiones y leerlo sin esperar algo concreto, de manera que el cambio brusco de género no provoque rechazo. Yo empecé el integral y prácticamente no pude parar hasta leer todas las historias, completamente abstraído en ellas. Y mención especial merecen las dos historias de dos páginas, en las que destaca especialmente "Escupir al cielo" con una contundente y directa crítica tanto a la guerra como al gobierno americano. En ambas se puede apreciar esa enorme carga de simbolismo que está implícita en esta serie.
Una serie muy recomendable y de lo mejorcito que he leído en cómic europeo en los últimos años.
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