Entonces si estás abierto a permitir que algún día los coja y los lea sin supervisión, cuando estés seguro de que sea cuidadoso.
Hombre, ¡claro que estoy abierto a que mi hijo coja mis cómics sin supervisión algún día! Como que son su herencia
Pero quiero que sean su herencia en vida, para poder disfrutarlos con él, no cuando yo me muera y no pueda comentar y compartir las lecturas que va haciendo. Pero una cosa es eso, y otra dejar que con dos (o tres o cuatro) años coja mis cómics "porque total, son para disfrutarlos, no para atesorarlos". Principalmente, porque un niño con dos años disfruta igual de pintar en el cómic de su padre que de hacerlo en un folio en blanco, y para eso, le doy el folio. Y porque quiero que los cómics duren en buen estado, para que no solo los pueda disfrutar yo, sino mi hijo mayor, el pequeño (que viene en camino) y quien sabe si algún día hasta mis nietos. La única forma de conseguir que perduren es cuidándolos, y un niño chico lo va a deshojar y potrear y maltratar, porque no conoce otra forma de hacerlo (es natural, no lo digo como queja, pero por eso mismo tomo precauciones). Yo tengo claro que en cuanto mi hijo tenga interés por mis libros, los pondré a su alcance, pero hasta que sepa cuidar las cosas, prefiero supervisarlo. Y ya llegará el día (imagino, viendo a mis sobrinos, que con 8-10 años) en que pueda leerlos por sí solo sin cargárselos (más allá del deterioro habitual del uso, que, como dice Thesys, es esperable y hasta deseable; un libro que que ha sido disfrutado muchas veces no puede estar impoluto). De hecho, una de mis grandes ilusiones es que a mi hijo le encante la lectura, pero sé que si me obsesiono con el tema puede haber efecto rebote, así que no quiero forzarlo. Me limito a leerle cuentos todos los días, que es algo que él disfruta mucho, y a dejar sus libros (que esos sí son a prueba de bombas, son de cartón) a su alcance; para ello tenemos
baldas de estas del Ikea a su altura, para que él pueda cogerlos y dejarlos cuando quiera, con autonomía. La cuestión es, en definitiva, ir permitiéndole cada vez más cosas conforme crece. También quiero que sepa poner y quitar la mesa, pero no le voy a dar la vajilla con dos años, que como se le caiga al suelo la hace pedazos
En cuanto a lo de pedir a las visitas que se laven las manos antes de mirar tus cómics... Aunque a algunos les suene "radical", lo entiendo. Puede dar "palo", como lo típico de pedir que no fumen en tu casa (no sé si alguno será fumador por estos lares, pero para los que no lo somos, el pestazo que queda después en la casa es horrendo, se impregna el olor en todos los sitios: la ropa, el pelo, las estanterías...), pero al final en este tipo de cuestiones creo que debe imperar tu propio beneficio y comodidad. De poco sirve ser "prudente" y no querer sonar "autoritario" pidiendo una serie de medidas, si luego te vas a sentir mal o perjudicado.
Uy, yo para eso no tengo pudor ninguno
En mi casa no se ha fumado jamás, ni se fumará. Mi mujer es exfumadora y es casi peor que yo para eso. Las visitas que quieren echarse un cigarrito no tienen problema, se salen al patio / balcón, donde no molestan ni dejan olor, y listo. Pero creo que eso hoy día es de cajón, ya nadie se enciende un cigarro en casa ajena sin preguntar primero, más aún si en la casa hay niños. Creo que hay bastante conciencia sobre este tema.
Sobre lo de lavarse las manos antes de coger libros, es una costumbre aprendida por las malas. En el pasado más de una vez me han dejado páginas manchadas, que más de uno hay de los que dice Thesys que acaban de comerse los Doritos y van sin ningún pudor
Aunque tampoco hace falta llegar a eso; que los cómics con papel satinado son muy sucios, y es fácil dejar las huellas en las páginas, sobre todo las negras. Mis amigos y mi familia tienen mil coñas con mi obsesión por la limpieza, pero a nadie le sienta mal. Nos reímos todos, se lavan las manos, y ya que hojeen lo que quieran
Pero ojo, que hay gente a quien presto mis cómics sin ningún problema, porque sé que serán cuidadosos. El primero, mi padre, que fue el que me metió en la afición (él leía mucho cómic pijamero de Marvel en los ochenta), y que estando ya jubilado, tiene mucho más tiempo libre que yo, y se lee muchos de mis cómics antes incluso que yo. Ahora está con La tumba de Drácula, pero ya se ha leído Sandman, Planetary, Animal Man, La cosa del pantano... Para mí es una alegría poder comentarlos luego con él. Y mi mujer se ha leído recientemente Fábulas y Locke & Key, que le llamaron la atención. Yo encantado. Cuantos más leamos estos cómics en la familia, más cosas tendremos en común