La maquinita vuelve a hacer de las suyas.
Con Rodrigo de Paul, todas las veces que lo he comprado al día siguiente me ha ofrecido más pasta de la que pagué.
Con Oblak, encima sin bajar de precio, lleva casi una semana troleándome dándome todos los días no ya un precio inferior al que pagué, sino por debajo de lo que vale.
No se si merecen la pena estos sustos por ganar dos duros