Gracias por tu reseña,
Job, con fantásticos pies de imagen
Pues leídos estos cuatro numeritos. Nada del otro mundo. Son entretenidos, que conste, y están repletos de acción y de poderes combinados que, en el despliegue de fuegos artificales, molan mucho. Por ejemplo, hablo del poder nuclear del Señor del Fuego y la Antorcha Humana, capaces de absorber el impacto, de bastantes megatones, del Super Nova. Sin embargo, el cómic no me funciona porque los motivos de Super Nova son totalmente estúpidos. La prueba es que, al final, basta un cruce de palabras con mr. Fantástico para llegar a un acuerdo. Nos podíamos haber ahorrado todo este viaje. Eso sí, Reed Richards se la clava bien clavada al Super Nova quien, una vez más, demuestra, una de dos: su nula inteligencia o su fuerte determinación (tal vez ambas a la vez), porque encontrar a Nébula a través de la corriente temporal... buena suerte. Pero en fin, el hombre no tiene nada mejor que hacer con Xandar arrasado y busca venganza. El problema de este cómic es que, sencillamente, la premisa mayor es absurda. Se te cae todo pero oye, una vez obvias eso, pues se disfruta el festival de tortas. Bueno, hasta cierto punto, claro.
Mackie sí que escenifica medianamente bien que Reed Richards no pega ni con cola en un equipo de Vengadores. Distinto puede decirse de Sue, pero lo de Reed no es trabajo en equipo precisamente. Está muy bien conseguido el carácter de científico loquillo de Reed cuando, obviando toda estrategia, se va a Manhattan a buscar una solución desoyendo las órdenes de Rogers. Reed y Sue tienen los días contados, aunque dejan espacio para la sempiterna anécdota de Los Vengadores: ¿quién no ha sido vengador alguna vez?
El número del Puma tiene mucho más fuste para mí, aunque no deja de ser un rellenaco. Por una parte, me parece extraña la excursión del trío vengador a la isla de Ellis, pero en fin, tiene algo de significativo pues, después de todo, Gilgamesh y Thor son "inmigrantes". En cualquier caso, buen dibujo el de este relleno. Me hace gracia como Rayos X dispara radiación a troche y moche sin que a nadie le entre un cáncer
Qué bonito es el mundo de los tebeos pijameros. Y que siga. Con ganas de leer la etapa de Byrne que, por cierto, veo que compatibilizará con Los Vengadores Costa Oeste, a los que Job llama Nuevos Vengadores en esta reseña, con un obvio espíritu de anticipación