¿Pero que coño estamos haciendo?
¿De verdad no existe la capacidad de crear nuevas historias?
En una palabra: NO.
Obvio, mola mucho más y es mucho más contracultura, y si encima le meas la boca al autor (rollo Orson Scott Card o Tolkien) por su tufillo retrógrado e intransigente de señoro mayor, pues mejor.
Lo que no entienden es que las obras no tienen ninguna culpa de cómo fueran sus autores... (y encima la pobre Anne era un encanto).
Vivimos en una sociedad basura de poco talento, donde los "creadores de contenido" se valen más de hacer refritos con una capa superficial y casi infantil de denuncia social para empaquetar un producto inferior al original sin una sola idea propia en la cabeza más allá de cambiar el color de piel, el género, la orientación sexual, etc, como si eso fuera lo más revolucionario del mundo. Y ahí acaba todo. De hecho, es una cuota o peaje que hay que pagar. Hoy en día es rara la serie o película que no tiene un attention-whore preparado para que la gente hable de mí en internet.
Siendo justos, en esta "adaptación" (o como queráis llamarlo), Louis es un empresario que lleva un burdel no una plantación de esclavos, igualmente inviable para la época, de la entrevista que le hicieron por los cambios:
Creo que lo que más me jode de todo es lo de Claudia. Su cambio de piel no me agrada, porque de ella se dice que era "una muñeca, como de porcelana", nívea y tal, y tal, en ese arquetipo de querubín de pelo rizado. Una perfecta niña asesina sin remordimientos ni moral, tal como la describe Louis.
En esta, la actriz que la interpreta tiene 20 TACAZOS. Vamos, no me jodas.
De Claudia, pues, ni la sombra. Encima es que hoy sería inviable que la magnífica interpretación de Kristen Dunst (para mí la mejor interpretación infantil de la historia, o cerca) tratara semejantes temas cercanos a la pedofilia vampírica, si es que eso existe, con una actriz de su edad. La pobre, que decía que le daba asco besar a Brad Pitt a esa edad, lógico. Así que imagino que eso también ha tenido su peso, y que no han querido meterse en ese berenjenal.
Si hoy día hicieran un remake de León, el profesional, seguro que Mathilda sería una mujer de 25 años, afroamericana, que castra ella misma a León
Un peliculón, me encanta, que es turbio moralmente como él solo. Pero es que hoy en día es muchísimo pedir a las mentes pensantes de este internete que comprendan que una película no es un tratado de virtudes, ni el tribunal de La Haya, ni la vida real, ni un ejemplo a seguir. Una película es ficción, y como tal, puede ser desagradable, sucia, ruin, perturbadora, amoral, y tener una cantidad enorme de personajes asquerosos que borden su caracterización.
Pero el buenismo imperante de todos estos meapilas, franquistas de corazón, censores de la cultura y más de derechas que Paquito (porque ellos creen ser de izquierdas o progresistas, pero ni lo huelen, ejerciendo la misma represión contra "todo lo que a mí no me guste" que justificó la dictadura más rancia durante décadas. Una persona progresista JAMÁS censurará un libro, una película, una obra de teatro o a un artista), nos hace pensar que la ficción de esta década debe ser un ejemplo de rectitud que aleccione y adoctrine debidamente según un pensamiento único cambiante.
Al final, son los mismos que querían prohibir los videojuegos porque creaban asesinos, que gritaban satanismo como alguien vistiera de negro o que montaban manifas para cancelar dibujos en la tele.
Bah.