He leído
Hunter X Hunter Nº 15.
Tras un pequeño parón retomo la serie, totalmente inmersa en la saga de Greed Island, una aventura en la que se combina el desarrollo del Nen con la dinámica del juego. Como viene siendo habitual, un tomo muy entretenido con el que he disfrutado mucho. A estas alturas, el manga está a un buen nivel argumental, y la verdad es que la historia engancha bastante. La parte más negativa recae en el apartado artístico, en el que vemos la faceta más rústica del dibujo de Togashi, que va perdiendo definición a medida que avanzamos en la serie. Es una auténtica pena, porque la serie está bastante bien, pero el dibujo no termina de acompañar. Aunque admito que te acostumbras, hay momentos concretos en los que el bajón es demasiado apreciable. No obstante, con todo, de momento merece la pena seguir, solo por el guion y por lo adictiva que resulta la trama.
Uno de los aspectos más interesantes de este manga es la capacidad de Togashi de mantener al lector enganchado a una trama, pese a realmente todo lo que sucede se puede resumir en muy pocas palabras. Sin embargo, su habilidad para desarrollar el complejo concepto del nen y sus habilidades en múltiples situaciones, añade mucha densidad a los diálogos, y pone de manifiesto lo bien pensado que está todo. En los primeros compases de este tomo, y a lo largo de gran parte de él, Togashi se centra en el entrenamiento de Gon y Killua a cargo de Biscuit, que los somete a duras pruebas para fortalecer su nen. Esto solo es, por decirlo de algún modo, el primer plan de acción, ya que una vez entrenados, el trío comienza a jugar para conseguir las tarjetas y los objetivos del juego.
En la primera fase, veremos como los dos protagonistas van evolucionando mucho, ideando incluso técnicas personales, que a buen seguro servirán para futuros combates. Bajo el adiestramiento de Biscuit aprenderán los distintos empleos del nen y algunos aspectos de las artes marciales según las reglas de este mundo de ficción. Aunque esta serie tiene elementos bastante originales, como ya hemos ido viendo hasta el momento, el entrenamiento es el típico de cualquier shonen, enfocado por su puesto a las particularidades del nen. Aquí creo que hay muy poco que comentar, pero ha sido muy divertido ver la evolución de los personajes. Sin duda, otro de los aspectos importantes de este manga es el tratamiento de los personajes, los cuales conectan rápidamente con el lector. De ese modo, tanto la pareja protagonista como Biscuit se convierten en un interesante trío protagonista que nos mantiene pegado a la lectura.
A modo de subtrama, veremos como se desarrolla el argumento basado en Bomber, el asesino de jugadores que está rondando en el juego, y que se desvela en el grupo que intentaran fichas a Gon y Killua cuando llegaron a Greed Island. Alguien un poco siniestro y muy poderoso, que cuenta con dos aliados. Creo que de todos los enemigos que hemos visto hasta ahora, es el más sádico, pero el que me ha impactado menos. Además, seguiremos los pasos de los miembros de la Tropa Fantasmagórica, que descubren la entrada de Greed Island en el mundo real, aunque está vigilada por uno de los creadores del juego, alguien bastante poderoso. También se desvela que en Greed Island
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Por otra parte, Killua deja el entrenamiento y el juego durante un breve periodo de tiempo para presentarse al examen de Hunter,
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Entiendo que Killua está a otro nivel actualmente, pero la verdad es que me esperaba que el examen de Hunter durase un poco más. Me ha sorprendido que no se prolongase la trama al menos varios capítulos. Sinceramente, me ha decepcionado un poco, me esperaba algo más elaborado. También es cierto que sirve para darnos a entender el nivel que han alcanzado ahora los personajes, y como han desarrollado ese potencial que todos veían durante las primeras pruebas. Sin embargo, me ha parecido excesivamente rápido el desenlace.
En la parte final, tras el regreso de Killua, los tres protagonistas se centran en la tarea de completar el juego, siendo advertidos de los tejemanejes de Bomber. No obstante,
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Además, tendremos una pequeña escena con Kurapika, que sigue de guardaespaldas de la chica que divina el futuro,
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Mientras Gon y sus compañeros consiguen muchas de las tarjetas del juego, poniendo en práctica sus nuevas habilidades y, sobre todo, gracias a los conocimientos de Killua en los videojuegos, lo que les permite trazar estrategias con los objetos que van obteniendo. La verdad es que pese a lo enrevesado de este juego, cuya dinámica cuesta un poco cogerle en tranquillo, en sintonía con todos los conceptos que aborda Togashi en esta seria, la historia avanza con cierta fluidez, y de manera muy entretenida. Me ha dejado con muchas ganas de ver como continúa...
