El jinete perdido A cada álbum que leo, más convencido estoy de que esta historia se pone cada vez más interesante en cada capítulo. Charlier consigue mantenernos pegado al sillón de manera constante, utilizando recursos tan variados como aventura, la política y el racismo, por poner algunos ejemplos, sin perder de vista el contexto histórico. Además, cuando parece que puede caer en un tópico, da un giro que lo cambia todo. Sinceramente, pocas veces se puede ver utilizar un género como el western de una forma tan inteligente. A mí es un género que siempre me ha gustado, pero que también ha estado muy ligado a ciertas modas y épocas. No obstante, aquí encontramos una historia que, a pesar del tiempo transcurrido, mantiene cierta frescura, convirtiéndose en una obra intemporal. Si esto solo es el principio, desde luego que toda la fama es bien merecida. Un tebeo para disfrutar de lo lindo.
El plazo de Craig se agota y Blueberry empieza a impacientarse. Desconoce, que su amigo se encuentra bastante cerca del fuerte, pero está siendo perseguido por los apaches, los cuales consiguen atraparlo al quedarse sin balas y tener a los caballos exhaustos. el responsable de esta persecución no es otro que Águila Solitaria, el cual no tiene ningún interés en que se establezca la paz, todo lo contrario. El problema surge, cuando ven que el mensaje está cifrado, y ni el propio Craig puede revelar su contenido. Ésto provoca que lo comiencen a torturar para descubrir el mensaje del presidente.
En el inicio de este tebeo, hay muchas cosas que me parecen interesantes y creo que deberíamos comentar. La primera es que el nuevo villano de la historia es un indio, pero representa el mismo papel que Bascom. Alguien cegado por el odio a los blancos, además, en este caso, alentado por una ambición personal. Todo esto obedece a la forma de desarrollar a los personajes en esta colección, donde se muestra que en ambos bandos había mucho odio e irracionalidad. Poco importaban las vidas de muchos inocentes, si con ello podían saciar su odio, su venganza, o su ambición. Una guerra iniciada por un error, pero siempre había gente en ambos bandos decididas a alentar esa llama de odio y repulsión, llevando a la muerte a muchos inocentes. La estupidez del ser humano.
Por otro lado, tenemos un experimento narrativo que da un resultado tremendo. Hasta el momento, la historia ha sido bastante lineal o, en su defecto, se alterna durante periodos cortos, no obstante, en el inicio del álbum, los autores cambian de escenario a cada página. De esa forma, podemos asistir "en directo" a los movimientos de Craig y de Blueberry, y como volverían a reunirse. Esto transmite toda la emoción de unos instantes bastante tensos, en los que la vida de uno de los protagonistas pende de un hilo. Prácticamente, es como ver una película.
Y por último, antes de continuar con la historia, tenemos escenas en las que Miss Dickson, la hija del general de Fort navajo, que también consiguió salir con vida de allí, interactúa mostrando cierto interés por Craig. En las pocas intervenciones del personaje ya se notaba algo, pero aquí parece remarcarse la cuestión. Pero la gran sorpresa radica en que Blueberry, que no tiene demasiado tiempo para los romances, parece sentir algo por la muchacha. Sus improperios sobre la responsabilidad de la salud de Craig, su pulcro beso en la mejilla, cuando regresó con él poniéndole a salvo, entre otras escenas, parecen plantar la semilla de un tímido triángulo amoroso, que quizá solo quede en esta pequeña anécdota. Ya veremos...
Volviendo a la historia. El ataque de los indios sobre Craig, deja suelto a uno de los caballos, el cual llega al fuerte. Blueberry no lo piensa demasiado y decide solicitar el permiso para ir en su busca. Aquí parece quedar más o menos claro, que lo realmente importante es la misión y el telegrama, aunque parece subyacer el sentimiento claro de querer salvar a un amigo. Ya lo he comentado antes, aquí los personajes no son tan simples y su complejidad los hace algo inescrutables. La cuestión es que tiene de plazo hasta la medianoche, sino ha vuelto para entonces, el General Cook marchará con sus tropas contra Cochise. La verdad, es que Blueberry debería estar estresado con tantos límites de tiempo.
Blueberry llega hasta donde se encuentra Craig, que está a punto de ser devorado por las hormigas. También descubre que su viejo conocido como Quanah es el responsable de la captura del oficial. En esta ocasión, un poco de suerte y un puma serán el recurso utilizado para que ambos puedan escapar sanos y salvos, de vuelta al fuerte. Aunque antes, Blueberry volverá a demostrar su astucia para despistarlos, aunque su plazo de tiempo se agota...
Aquí hay un par de cosas que me chirrían un poco. Y es que lo del puma hasta el propio autor lo califica como un hecho afortunado
. A eso hay que unirle una revelación fortuita que lo frenará todo y que ocurre en el fuerte. Además, tenemos situaciones en las que un tiroteo sería lo más normal del mundo, pero los protagonistas se limitan a dar palazos o dejar inconscientes a sus adversarios. El tebeo es genial, pero pierde cierta verosimilitud, en contraposición con tanta rigurosidad histórica y tanto acerca,miento a la realidad con el cansancio de los caballos y otro tipo de detalles muy cuidados. Llama mucho la atención que el personaje no mate a tanta gente como podría. Imagino que tendrá algo que ver con la censura o el intento de que fuera para todos los públicos.
Como iba diciendo, a pesar de no llegar en el plazo acordado, nadie contaba con la incorporación de un nuevo personaje, el cual aportará ciertos datos que detendrán en seco el intento de marchar contra los indios. Entra en escena James McClure, Jim para los amigos, un aguerrido buscador de plata que es conocido por los indios como "Cuello de cuero" y que su afición a la bebida será crucial para convertirse en compañeros de aventuras de nuestro protagonista. Y desde luego, ya nada será igual.
McClure introduce el humor de forma descarada, aunque el protagonista suele tener un punto irónico-humorístico en sus diálogos, además su aspecto estrafalario contribuye mejor al objetivo de hacernos reír. Con esta incorporación ya no nos falta de nada en esta historia.
La cuestión, es que Cochise ha engañado a los exploradores del General y ya no se encentran donde ellos piensan dirigirse. Lo que produciría que fuesen sorprendido por la retaguardia. Sin tener clara la procedencia de Cochise, la campaña queda aplazada, por lo que el retraso de Blueberry ya no tiene importancia. De todas formas, tras desencriptar el mensaje del presidente, queda claro que nuestro protagonista ha conseguido convencerlo, por lo que dará comienzo una nueva misión, en la que debe comenzar las negociaciones de paz con Cochise. En esta ocasión, el plazo es de 15 días. Volvemos con el dichoso estrés.
McClure es convencido, gracias a la sutileza de nuestro protagonista, eso sí, y lo guiará por el terreno, además de ser un buen informante, con ciertos contactos. La intención es buscar a Crowe, el cual lo llevará con Cochise. Ya echaba en falta el regreso de este personaje , aunque estaba convencido que no se habían olvidado de él. Comienzo a tener la sensación que aquí todo está más o menos planeado.
En este inicio del viaje, nos queda claro que McClure es un tipo muy peculiar. No solo conoce el terreno, sino que disfruta de cierto beneplácito con los indios, posiblemente por realizar negocios ilícitos con los indios. De hecho, su historia es que Blueberry, ya de incógnito, está dispuesto a facilitar rifles a los indios. Esto nos llevará al primer encuentro con unos apaches a los que drogará mediante alcohol manipulado. Una situación algo comprometedora, que los lleva a una persecución en la que el ingenio del teniente será la clave para llegar a su objetivo: el campamento de Charriba, donde parece encontrarse Crowe.
A estas alturas, comienzan a ser habituales las tácticas de engaño ante la superioridad numérica: crear rastros falsos, organizar un campamento como si fueran una multitud de soldados, o, incluso, tocar su querida corneta, comienzan a ser el santo y seña de Blueberry. Sea como sea, consiguen salir con vida, para salir del sartén y caer en las brasas...
Una vez consiguen llegar al campamento de Charriba, se encuentran con que Águila Solitaria se encuentra allí, lo que supone que todas sus intenciones son malinterpretadas. Además, el indio se las ha ingeniado para que Crowe no esté en el campamento en esos momentos, consiguiendo una condena a muerte de rápida ejecución. Por cierto, Blueberry se gana un apodo indio, "Nariz rota". Os invito a que busquéis una foto de Jean Paul Belmondo para que entendáis el porqué de ese mote. los indios están
sembraos.
Huelga decir que la cosa se acaba arreglando, pero solo os diré que nuestros protagonistas casi reciben un afeitado muy apurado.
Lo importante es que Crowe llega a tiempo y desestabiliza la balanza a su favor. También se refuerzan esos lazos de hermano de sangre entre Blueberry y él, algo que puede ser muy importante en el futuro. Finalmente, Charrriba lo acaba reconociendo de su estancia en Fort Najavo, por lo que las cosas consiguen arreglarse. Incluso se revelan las aviesas intenciones de Águila Solitaria y sus negocios con los mexicanos, otra fuente de problemas...
Curiosamente, la historia se repite como ocurriera con Bascom, el apache no está conforme con la decisión de Charriba y, aunque será expulsado del campamento, se creará una pequeña división entre los indios. Una fisura que podría complicar las cosas, junto a una enemistad jurada que parece acrecentarse poco a poco.
Una vez está el trío reunido, comienza la verdadera búsqueda de Cochise. Para ello deberán cruzar la frontera hacia México y la cosa se complica bastante...
Una vez más, Charlier demuestra se un guionista muy competente y nos explica la difícil situación en la que se encuentran los americanos con los mexicanos; tanto es así, que ayudan a los indios, para facilitarles la posterior invasión y acogen a los sudistas, que se han convertido más en forajidos que en otra cosa. En esta situación tan compleja, llega nuestro trío a un pueblo para buscar agua, pero para no llamar la atención, envían a McClure. Pero claro, un viejo borrachín no puede evitar dar un trago (o puede que dos), una cosa le llevó a otra y acaba perdiendo al poker las monturas de todos.
Por si fuera poco, las pierde a manos de un capitán sudista llamado Finlay, el cual no esconde sus intenciones de matarlo tras desplumarlo. Por suerte, sus compañeros deciden ir a buscarlo y Blueberry utiliza la misma técnica para volver a ganar todo lo que había perdido su compañero de aventuras. Por si fuera poco, lo humilla con su rapidez a la hora de desenfundar, pero le salva la vida. Viendo lo que pasa después, está claro que fue una buena decisión, pero, como ya he comentado antes, el salvaje oeste es menos salvaje si no se mata en ciertos momentos.
En esos momentos, llegan los compañeros de Finley, por lo que las tornas vuelven a cambiar. Los dejan con vida, pero les quitan las armas y los caballos. Lo peor es que el posadero ha hecho señales y aparecen los soldados del gobernador, Luis Armendáriz, el cual está colaborando con los indios. También descubren que Blueberry es un oficial el ejército, por lo que lo consideran un espía, condenándolo a muerte de ejecución instantánea. Por supuesto, con el gobernador se encuentra Águila Solitaria. En esta álbum, se repite un poco esta situación agonizante. Afortunadamente, Crowe consigue escapar y convence a Finley de que salve a sus amigos de la prematura muerte. Cabe destacar el discurso del mestizo sobre el honor y la justicia.
Una vez son liberados, les devuelven las armas y los caballos. Ahora deben huir del ejército mexicano, mientras buscan a Cochise. Continuará...
A falta de un capítulo en esta aventura inicial de Blueberry, solo puedo decir que me lo estoy pasando en grande y estoy deseando ver como acaba. Esta resultando una lectura sumamente interesante.