He leído
Príncipe Valiente 2021.
Retomo la lectura de la serie tras mi
comentario.
El año pasado me prometía a mí mismo intentar que no se me olvidara esta serie y no he podido cumplir con ello. De hecho, creo que este año me lo he leído incluso más tarde. Bueno, lo importante es que al final me he acordado, y no se me han juntado dos tomos. La serie continúa en la línea de lo que veníamos viendo durante los últimos años con la etapa de Schultz y Yeates, aunque admito que comienzo a ver el trabajo del dibujante algo más irregular. Sigue siendo muy bueno, con una narrativa y estética que cada vez se asemeja más a un comic book americano, aunque mantiene cierto tono clásico, principalmente en el coloreado. No obstante, hay que reconocer que esto cada vez tiene menos de tira de prensa que de cómic serializado y las historias siguen una línea argumental continua, pero a su vez se divide en arcos argumentales muy delimitados, lo que facilita mucho su lectura en tomos como el de esta edición. Leer una plancha a la semana debe de ser una tortura, teniendo en cuenta la lentitud con la que suelen avanzar las tramas. Sin duda, la serie se ha modernizado un poco, adaptándose a los tiempos, mostrando un tono a caballo entre lo clásico y lo moderno.
La primera mitad de este volumen se centra en la línea argumental que diera inicio en el tomo anterior, con Val y Gawain ayudando a Rory Capucha Roja, la amada del segundo, en su labor de establecer una democracia en Lockbramble. Para ello, los caballeros de la Tabla Redonda deberán enfrentarse a una serie de señores de feudos circundantes que no ven con buenos ojos estás prácticas, que además les están dejando sin mano de obra, al huir los plebeyos de sus dominios en busca de una vida mejor. Esta lucha de clase social se dirimirá en un pequeño torneo en el que Gawain tendrá que poner de manifiesto sus habilidades como caballero, pese a las argucias poco honorables de su oponente a sueldo, mientras Val se apresura a detener las intrigas de los señores feudales durante el evento. Una historia muy interesante que introduce en la Edad Media un concepto como la igualdad, en una época en la que algo así no sería muy aceptado. Sin duda, es uno de los aspectos que indican la modernización de esta serie y sus argumentos. Tanto es así, que al propio Val le cuesta mucho aceptar este tipo de gobierno que nos acerca en cierta forma al socialismo del siglo XXI más que a la Edad Media. Además, no hay que olvidar que la impulsora de este movimiento es nada más y nada menos que una mujer, lo cual es todavía mucho más revolucionario. Lo dicho: tiempos modernos.
En la segunda mitad del recopilatorio encontramos un nuevo arco argumental que podríamos decir que se divide en dos partes. La primera tiene cierto aire nostálgico y sirve para recordarnos los lejanos inicios de esta colección, de la mano de Foster. En su regreso a Camelot, Valiente pasará una breve temporada en los pantano donde se crió de niño, el lugar en el que la bruja Horrit predijo su futuro infeliz. Es curioso, porque recordando las palabras de aquella anciana, a la que nuestro protagonista obvia visitar, dejando su cabaña a lo lejos, y mirando con retrospectiva todo lo vivido con el personaje, se podría decir que es una profecía incumplida, porque yo creo que sí que encontró la felicidad, sobre todo en la figura de Aleta y la progenie que con ella ha tenido. Obviamente, como en cualquier relación, ha habido altibajo, momentos mejores y otros peores, pero se podría decir que Val ha conocido la felicidad y aquella maldición no se cumplió realmente. No sé si los autores pretenden ahondar en este aspecto, aunque diría que no, por lo visto en estas páginas, más bien solo pretendían hacer un guiño a la etapa clásica de la serie.
La segunda parte nos introduce de nuevo en el mundo de la magia, rescatando una vieja enemiga de nuestro protagonista. Es curioso, porque hasta el momento la continuidad de la serie se tenía muy olvidada, incluso la maduración de los personajes se había visto frenada de golpe, incluso me atrevería a decir que se rejuveneció un poco a los protagonistas. Sin embargo, ahora los autores deciden rebuscar en el pasado para retomar algunos temas. Ya se recuperó a Gawain como secundario y ahora se hace lo propio con la hermanastra de Arturo, Morgana Le Fey (me niego a llamarla Morgan, por mucha explicación que de de ello Rafa Marín). Al contrario que en otras ocasiones actuales, en los que se ha coqueteado con lo sobrenatural, algo que nunca se llevó a la práctica en las etapas más clásicas, aquí los autores prefieren buscar un equilibrio entre un mundo onírico y la chamanería clásica. Es decir, que todo tenga una explicación más o menos científica, con ciertas licencias, teniendo en cuenta todo lo que sucede en ese prolongado sueño de nuestro protagonista.
Y es que tras su paseo nostálgico, Val se topará con Morgana, que intenta vengarse por su derrota de hace años. Para ello, consigue que beba un agua hechizada, que le permite entrar en sus sueños. Durante el trance, Val se verá envuelto en un mundo de fantasía, con duendes y hadas, en los que sufre el ataque de la hechicera. Afortunadamente, consigue contactar con Aleta que, desde la distancia, enviará a su avatar para que lo defienda y consiga salir de la trampa de Morgana. Una vez en el mundo real, Val podrá poner de manifiesto que el tiempo también ha pasado para Morgana. Una vez más son las mujeres las grandes protagonistas de las aventuras de esta serie, con un Valiente que casi se convierte en secundario. Además, cabe destacar la intención de los autores de mostrar la historia que todos conocemos bajo el prisma de Morgana en un intento de hacernos reflexionar sobre lo que quizá siempre hemos considerado el bien y el mal en las clásicas leyendas artúricas. La posición de la mujer en desigualdad de condiciones. Su papel en la sombra para que Arturo recuperase el trono, o su deseo de deshacerse de ella maldiciendo la brujería y sus practicantes, iniciando así la quema de brujas de la Edad Media. Rafa Marín expone algo muy acertado en su prólogo, y es que la historia la escriben los ganadores, sin que nos paremos a pensar desde el punto de vista de la otra parte. Obviamente, siempre hay muchos matices, pero resulta muy interesante este giro que nos proponen los autores de la serie, que parecen enfrascados en dar una mayor visibilidad al papel de la mujer en un época en la que no era ni muchísimo menos así, quedando relegada al más puro ostracismo. Quizá no solo para modernizar los argumentos de la tira, sino también para hacer un poco de apología de la mujer en los tiempos que corren. No lo sé, sinceramente, aunque la cuestión es que resulta llamativo y también muy interesante, sobre todo para este género de caballería.
Tras su encuentro con Morgana, Valiente retoma su regreso a Camelot, viéndose envuelto en el rescate de un barco naufragado. Curiosamente el de la propia Morgana. De ese modo, acaba convirtiéndose en su protector hacia su casa, mientras sus enemigos intentan acabar con ella. Esto les obliga a pasar por tierras donde se encuentran los sajones que les atacan al pasar por Londinium, el actual Londres, donde no ven con muy buenos ojos su llegada. Continuará...