Capitán Marvel: Marvel Gold 2: Desencadenado (1969-1973) El primer tomo recopilatorio de las aventuras del Capitán Marvel terminaba con un intento de nuevo impulso a la colección, que me imagino que no acababa de despegar comercialmente.
Mar-Vell era despedido a un lejano planeta, donde el ente Zo le proporcionaba nuevos poderes.
La historia sigue con nuestro protagonista al servicio de Zo, y con la intención de usar sus nuevos poderes para destruir a Yon-Rogg.
La situación realmente se asemeja a un vender su alma al diablo con el objetivo de perpetrar una venganza un tanto fascistoide. No muy ejemplar, que digamos, pero la ingenuidad todo lo disimula.
Pero antes de consumar su venganza, Arnold Drake y Dick Ayers trasladan a nuestro protagonista a la Tierra en un muy flojo inicio de arco. Para ser sustituidos rápidamente por Gary Friedrich y Frank Springer, que consuman el desastre.
El oponente inicial consiste en un ser artificial llamado el Homicida, de plástico o de acero inoxidable dependiendo del bocadillo de texto (?). También tenemos a la Viuda Negra en una intervención pueril a más no poder, Carol Danvers con un buen alboroto en la cabeza, protagonismo final de Iron Man y el Amo de las Marionetas que estaba detras de todo.
Números malos de solemnidad.
Al fin, un nuevo uniforme para Mar-Vell.Por lo menos, la línea argumental que sigue desemboca en un lance que supone un antes y un después en las aventuras del Capitán. Eso pese a que los equipos creativos son cualquier cosa menos estables. Tres números por tres guionistas y tres dibujantes.
Gary Friedrich, esta vez formando tándem con Tom Sutton, nos cuentan como Zo propulsa a nuestro incrédulo kree hacia un viaje metafísico con el fin de demostrarle su poder. Como resultado tenemos una serie de páginas-viñeta donde Sutton se explaya a gusto. Explosiones de color cósmico y extraños mundos que sin duda llaman la atención, aunque vistas al detalle muestran muchas de las carencias de Sutton como dibujante anatomista.
La nueva decepción viene cuando descubrimos que Zo es falso. Se trata de tan solo una ilusión creada por los traidores kree, Zarek y Ronan. A cargo de Archie Goodwin y Don Heck, por lo menos el número termina con el definitivo lavado de cara del héroe kree. Nuevo traje, el que todos conocemos como clásico, creado de la nada por la Inteligencia Suprema como premio a nuestro querido kree de pelo plateado.
Pero no todo iban a ser buenas noticias. En su viaje a la Tierra, el renovado héroe acaba atrapado en la Zona Negativa. Roy Thomas y Gil Kane completan la línea argumental que transforma al Capitán Marvel para siempre. Rick Jones, el chico para todo, entra en la colección presentado con honores de gran estrella. Es ya la cuarta colección de Marvel en la que el chaval ejerce de secundario fijo.
Así, los autores se inventan unos brazaletes kree milenarios que debe vestir Jones, mediante los cuales intercambia su posición temporalmente con Mar-Vell en la Zona Negativa.
Buena idea de Thomas y magnífico trabajo de Kane. Buena idea menos para el de los dos protagonistas que debe permanecer en un lugar aterrador como se supone a la Zona Negativa, pero eso ya es harina de otro costal.
La cuestión es que Rick jones, al fin, ve cumplido su sueño de convertirse en un superhéroe. O al menos algo parecido.
Thomas y Kane se mantienen como equipo fijo, con la excepción de unas pocas páginas a cargo de John Buscema. Son varios números en los que el héroe kree se enfrenta finalmente a Yon-Rogg, y a continuación a un sociólogo chiflado llamado Cornelius Webb, que experimenta con humanos. Nada del otro mundo.
Que la serie se tambaleaba lo certifica el hecho de que entre los números 19 y 20 pasaron seis meses.
En el siguiente paso, el dúo protagonista decide pedir ayuda a Bruce Banner para que los libre de la prisión que constituye la Zona Negativa. Lo único que consiguen es el inevitable enfrentamiento a Hulk en un par de números flojos, justo antes de que la colección sea cancelada por primera vez en el número 21.
En la última viñeta del mencionado número, el editor pasa la responsabilidad a los lectores sobre si la serie debe continuar. El veredicto es ahora de los lectores, dicen.
Y no parece que las ventas de esos números acompañaran demasiado, cuando comprobamos que la serie no fue retomada hasta dos años más tarde. La causa del regreso de las aventuras del Capitán Marvel parece proceder más de su intervención en la guerra Kree-Skrull, en los Vengadores. Pero lo importante es que decidieron darle otra oportunidad al personaje.
Nueva era y, como no, nuevos autores. O, mejor dicho, nuevo baile de autores, porque Gerry Conway sólo permanece un solo número antes de ser sustituido por Marv Wolfman. Wayne Boring, leyenda de Superman, es el encargado del apartado gráfico.
En los tres números que se incluyen antes de cerrar el tomo, el dúo protagonista se enfrenta a villanos de usar y tirar. Megatón, el hombre nuclear y el Doctor Mynde, el enésimo chiflado que pretende comerse el mundo.
Muy prescindibles. Guiones muy pobres y el dibujo de Wayne Boring que hace honor a su apellido.
Conclusión.En definitiva, un tomo francamente malo. Creo que uno de los más flojos desde el inicio de la era Marvel hasta ese momento.
Diría que lo único aprovechable es el suceso que provoca la total transformación del protagonista, así como la entrada de Rick Jones. Porque del resto prácticamente no hay nada que aprovechar.
Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-capitan-marvel-marvel-gold-2-desencadenado-1969-1973/