Esta es una de mis series preferidas. Hacía tiempo que no me entretenía, ni me divertía tanto leyendo un cómic. Es raro que un cómic, ó un libro en general (quitando los de Irvine Welsh), me saque una carcajada, y esta serie tiene, al menos, dos puntos con los cuales no pude parar de reir: el del tobogan, y el del niño de la tienda de cómics.
Además, tengo la impresión de que tanto Remender como Craig, así como cualquier otra persona que haya participado en la confección del cómic, se lo han pasado de puta madre. Me los imagino en casa, en plan colegueo, bebiendo unas cervezas, soltando paridas...
Me faltan por leer los dós últimos tomos, que los tengo por ahí. Voy a esperar a que terminen de publicar la serie, y la voy a volver a leer de nuevo, que creo que la serie se lo merece.
Leyendo algunas series de Remender, tengo la impresión de que algunas veces estira las series un poco más de la cuenta. En este caso, si yo fuera él, la cerraría en el siguiente tomo ó en el próximo; dejaría pasar unos años, y luego volvería a retomarla, en el año 2000, ó un poco más adelante, con nuevos personajes, y metiendo en algún flashback algún personaje de la serie original. Creo que podría estar bien.