Pues esto sigue desinflándose y perdiendo fuelle
Y una de las principales causas creo que está en la dirección, que aunque parezca complicado, empeora con el paso de los capítulos.
Esa escena inicial es totalmente Lynch, sí... Pero como bien apunta Essex, un Lynch cutre y de baratillo. Y así transcurre más o menos buena parte del episodio, con momentos totalmente prescindibles como el de la escena de pelea. Lo peor de todo es que lo rematan con otra escena mucho más lamentable y malamente realizada, porque esa persecución final no da pie con bolo: cortes y planos desacertados y sin venir a cuento colocando la cámara en el peor sitio posible, secuencia rodada a trompicones, de forma abrupta y chapucera, nada fluida, con unas actuaciones y una acción cutres y de auténtica pena y, por encima de todo, sin transmitir la más mínima tensión... Resulta que se pegan medio capítulo saturando con canciones y música sin ton ni son o criterio alguno, y para el que debería ser el momento culminante del capítulo (que está muy lejos de serlo) se la olvidan.
Un final cutre, cutre. Peor, imposible. Vaya despropósito.
Mención especial para esos primeros planos del Farrell tristón y dramático, que empiezan a oler bastante. O las vistas de pájaro de las carreteras. O las escenas de bar rodadas en slow-motion... Lo mismo una y otra vez. Me parece que Lin ha malinterpretado y confundido totalmente el arte, el pulso y el estilo de Fukunaga a la hora de filmar con el puro "molonismo" de videoclip, inundando además todo de música que podría sobrar perfectamente, amén de optar en no pocas ocasiones por un homenaje al trabajo de su predecesor rayano en el plagio.
Por lo demás, la serie va tirando cada vez más de tópicos, lugares comunes y situaciones vista una y mil veces, volviéndose con cada episodio más predecible y menos interesante. Pero bueno, la historia en sí tampoco me parece uno de los principales problemas, aunque al final no vaya a dar todo lo que prometía, o al menos aprovechar el potencial que parecía ofrecer al comienzo. Parece que no sabe hacia dónde ir o qué contar, quedándose en tierra de nadie la mayor parte del tiempo.
Pero el otro gran problema me sigue pareciendo el de los personajes. A Vaughn ya lo doy por perdido. No me lo creo en absoluto, cuando debería ser uno de los reyes de la función. Un error de los gordos su fichaje, o la construcción de su personaje. El problema con McAdams es precisamente su personaje, el más insulso y menos interesante de todos. Y Farrell da más tumbos que un borracho como él: tan pronto parece un cabrón sin remedio sumido en una espiral de mierda interminable, acabado y quemado (como dice McAdams), que se refugia en la bebida volviéndose un ser violento e inestable, como de repente se convierte en un padre y policía arrepentido en busca de la redención a cualquier precio. Cada vez me cuesta más creerme también este personaje, y la justificación de su lucidez súbita por mor de la abstención repentina no me sirve como excusa suficiente. Esa evolución impostada hacia el lado de la luz que ya vimos en Rust durante la primera temporada me pareció una de las pocas cosas realmente criticables, con ese final forzado y casi antinatural para lo que había sido el personaje y la serie, y parece que aquí se va camino de repetir lo mismo. Pero bueno, ni tan mal comparado con otras cosillas. El personaje de Kirsch sí me parece, por el momento, el más creíble e interesante (aunque sólo sea por el mero hecho de no conocer todavía nada de ese pasado que le ha llevado a convertirse en un ser totalmente reprimido y atormentado).
Una de las pocas cosas que todavía me hacen tener algo de fe en una recuperación parcial es la dinámica entre los departamentos de policía metidos en el juego, ya que puede dar bastante juego (valga la redundancia). O el tema de la corrupción y la especulación, que se nos vendió como uno de los grandes ejes de la serie y al final parece que va a quedar en un segundo plano, apenas tocándose de forma muy somera. Pero bueno, ya veremos.