En cuanto a Conway, a mí me parece ciertamente una etapa interesante, pero sí que opino que bastante por debajo de la escrita por Stan Lee (o más bien Lee/Ditko y Lee/Romita).
Para mí es un misterio como este autor tan joven pudo escribir tebeos bastante adultos como "La muerte de Gwen" o la historia del "falso Buitre" (una historia casi de terror) y luego perderse en ridiculeces como la Boda de Doc Ock o los numerosos villanos chorras que inventó.
En el caso de "La Muerte de Gwen" (obra maestra absoluta) parece ser que el guionista tenía claro que había que matar a algún personaje secundario, porque el personaje llevaba demasiado tiempo instalado en la "happy life" y eso no cuadraba con el dramatismo que tenían los personajes Marvel en la época clásica (que por cierto, mucho de ésto se ha perdido en la actualidad, donde todos los nuevos personajes tienen que ser molones y triunfadores). A partir de ahí Romita sugirió que fuera Gwen la sacrificada, porque la relación sentimental era tan perfecta que solo podía conducir a la boda. Esto de matar a la novia del héroe era algo absolutamente nuevo en el medio, totalmente rompedor, y por supuesto supuso una catarsis para muchos lectores. Pero las virtudes de la historia no están solo en la novedad, sino que hay innumerables detalles a destacar: el tema de la culpa, leit motiv de la serie (el asesino mata a Gwen porque conoce la identidad secreta del héroe; además Spidey pudo causar físicamente la muerte de la chica al intentar rescatarla); Spider-Man renunciando a matar por venganza al Duende, aunque este termine muriendo por justicia poética; la escena final con Mary Jane, que decide quedarse con su amigo que sufre, aunque previamente este la haya insultado roto de dolor...
A mí solo hay otras dos historias que me hayan podido emocionar tanto como ésta: La muerte de Fénix, y la muerte de Supergirl en Crisis.