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« en: 13 Noviembre, 2023, 23:34:28 pm »
Hace unos meses me pillé a muy buen precio todo lo de Fables y Jack. Con muchas ganas, por cierto.
A ver, no es una serie que me parezca mala ni aburrida, pero no me ha calado como esperaba. Partimos de que a mí me encantan los cuentos, me encantan los personajes y me encantan muchas adaptaciones que se han hecho.
No sabría decir muy bien qué me esperaba, pero desde luego no mucho de lo que llevo leído hasta la saga de Homelands. Este rollo de emparentar a los personajes de los cuentos con los arquetipos de otro tipo de relatos, a mí no me ha acabado de convencer. Eso sí, hay casos y casos.
Al lobo por ejemplo es que no lo aguanto. Sé que es una parodia, pero es que no puedo con los clones de Humphrey Bogart. Lees una novela negra, ves una peli del género y acabo al momento hasta las narices de la pose de duro, de la puta gabardina sucia y el pitillo caído. Y encima al cabrón no hay quien le tosa, porque te merienda de dos dentelladas. Por lo menos no hace de narrador. Será que no puedo con estos tíos en la ficción porque no trago a los que van así por la vida real. No sé cuántos capullos así me habré encontrado a los que les gustaría también merendarse también así de fácil a quién le plazca. O quizá no me guste la adaptación porque he visto otros lobo feroces que, tras no sé cuántos años, aún me tienen flipado, véase el de Neil Jordan en Compañía de Lobos.
Pero vamos, que a Blancanieves tampoco la puedo ver, y al de la trompeta, menos. Hasta el capullo del príncipe tiene más encanto, por algo aquello de charming.
Aunque para capullos con encanto, Jack sí que mola. Y la que más, Rizitos. Hostia, con esos dos sí que me lo paso bien con las mamarrachadas de uno y las giliarengas de la otra. Lo poco que ha salido Cenicienta, también ha estado bien.
Pero es que más allá de los personajes, las tramas, sin parecerme un muermo, no me enganchan. Vuelvo a lo del rollo noir este pajillero, que ya en el primer arco me puso a la defensiva. Menos mal que no todo es así. Vamos, que estaba algo decepcionado hasta que, siguiendo los órdenes de lecturas recomendados en algunas páginas, he empezado a leer la serie de Jack y, oh, albricias, ahí sí que me he divertido. Ahí sí que me he reído con el imbécil de protagonista. Esta sí es una parodia de tipo duro que encaja con mis gustos. Un chulo engreído del que todos se mofan y al que de alguna manera le acompaña cierto magnetismo personal. Y mira que este sí que narra. Y más que me río con eso al exponerse toda la mierda que tiene el nota en la cabeza y que condiciona su percepción de la realidad. Genial el personaje.
En fin, a ver qué pasa en los próximos chorrocientos números que me faltan, pero espero que la cosa raye más al nivel del spin off que al de la serie madre.