He leído
El Regreso del Caballero Oscuro: La última cruzada.
Se trata de una historia de complemento a la tercera entrega de la saga de Frank Miller dedicada a un hipotético Batman futuro sobre el que se ha ido tejiendo una realidad ligeramente diferente al Universo DC tradicional, con bastante similitudes, aunque bien podría encajar en la línea de Otros Mundos. La historia está francamente bien, siendo acreditado el guión a Frank Miller y a Brian Azzarello, supongo que en las mismas condiciones que la miniserie de nueve números comentada
anteriormente. En esta ocasión, sí creo que se han tratado los temas con una mayor profundidad y se ha buceado a conciencia en la esencia del personaje. Esto nos lleva a una interesante historia sobre el legado, en todo su amplio espectro, a través de una serie de casos que acaban teniendo cierta relación para el tratamiento de los personajes. Cabe destacar el dibujo de John Romita Jr., al que tengo que reconocer que se le ve raro en este entorno de Batman, aunque su trabajo me ha gustado. No está en el mejor momento de su carrera, para qué negarlo, su estilo cubista ha ido en exceso en los últimos tiempos, pero aún así, creo que está a la altura de las circunstancias y realiza un trabajo que me parece superior a lo que venía ofreciendo en los últimos tiempos. Me llama la atención ver un trazo tan grueso en sus lápices o esa oscuridad a través de un estilo sucio que encaja muy bien con el tono de la historia. Como digo, está un poco lejos de estar en plenas facultades, pero sigue siendo un buen artista y un dibujante más que capaz. A mí, personalmente, me ha gustado mucho su versión de Batman.
La historia se sitúa una década antes de "El regreso del Caballero Oscuro", por lo que vemos a un Batman que comienza acusar el paso del tiempo, pero que se resiste a retirarse. A su lado, Robin, el joven Jason Todd, es impetuoso, enérgico y derrocha vitalidad, pero Bruce no está convencido de que esté preparado para ser sus sucesor. Los autores representa muy bien uno de los aspectos que define al personaje, cuyo álter ego en realidad se ha convertido en su yo principal. Es un adicto a la acción y al deber, por lo que nadie es suficientemente bueno para ocupar su puesto. Alfred ejerce de la voz de la razón, como suele ser habitual, dejando en sus conversaciones algunas reflexiones muy interesante sobre la compleja relación que existe entre ambos, que prácticamente ejercen de padres que deciden la independencia de un hijo, al que les cuesta dejarlo marchar. Esto nos lleva a un desenlace que no es ninguna sorpresa, pero que de igual forma resulta tan impactante como dramático. Supongo que es algo de sobras conocido, pero aún así te transmite muchas emociones y realmente te has sumergido tanto en la historia que has olvidado que conocías el final. este aspecto es el que más me ha gustado, dejándome una sensación de que aquí sí habían conseguido los autores ese punto que les faltó en la miniserie.
Otro aspecto destacable es la utilización de los medios de comunicación como herramienta narrativa, siguiendo un poco el estilo que implantará Miller en las dos primeras entregas de la saga. De ese modo, los diferentes noticiarios de Gotham son un hilo conductor a través de la historia, dejándonos reflexiones interesantes como la pérdida de inocencia de Robin, o la responsabilidad de Batman sobre un menor de edad, quizá no lo suficientemente preparado para combatir el crimen. Si bien es cierto que no es un tema original ni novedoso, sirve muy bien al objetivo de esta obra, facilitando así la moraleja final con su punto dramático. También me parece reseñable la cantidad de villanos que pasan por estas páginas, de manera que los autores construyen una trama muy elaborada con cierto aire cinematográfico. El punto de partida es la reclusión del Joker en Arkham, donde el payaso del crimen se siente como en su casa y utiliza su locura como arma contra el propio sanatorio hasta volver a la libertad. Mientras su banda deberá vérselas con Batman y Robin. A su vez tendrán que investigar la muerte de diferente empresarios ricos de la ciudad que parecen morir cargados de deudas. La investigación nos lleva hasta Killer Croc y Hiedra Venenosa, en otro ejemplo de que cada vez se hace más complicada la tarea de Bruce a su edad.
En definitiva, una historia muy sólida, mucho mejor ejecutada que la miniserie, donde se explora esa realidad alternativa de Miller en un especial revelador e interesante. Una lectura muy recomendable que creo que podría situar entre una de mis favoritas, aunque habrá que ver como aguanta las relecturas posteriormente. Sea como sea, este especial sí está a la altura de la leyenda.