Pero su cine no es precisamente trepidante. Lo que pasa es que su lentitud se disfruta, porque es un cine para paladear y reflexionar. Dune, aun siendo un blockbuster, tiene un propósito similar; está muy lejos del fast food de Hollywood.
La primera frase parece acorde con que el ritmo no sea del todo subjetivo, tiene pintas de que hay películas que fallan en su ritmo por trepidante o por lento. Esa sensación de ir a "destiempo", básicamente o esos montajes que hacen ver 2 películas cuando todo el mundo quería ver 1. Pero bueno, no me pareció lenta Dune, la verdad, aunque estaba gozando en la butaca como un niño pequeño por volver al cine después de tanto tiempo...
De la segunda frase me quedo con que Dune es lenta por decisión propia para que el espectador pueda paladear y reflexionar. La parte del paladeo se lo puedo dejar a lo visualmente impactante y me quedo con ello pero, ¿reflexionar? ¿sobre qué? De nuevo, no recuerdo nada de subtexto en toda la película. Ni recuerdo nada de texto, me parece, debería pensarlo. Creo que el recuerdo más intenso que tengo es un atronador y fuera de sitio muro de sonido de Zimmer con la cara de Zendaya a contraluz.
Volveré a verla cuando salga en VHS, porque las opiniones parece que merecen un revisionado.
Ojo, que has eliminado un fragmento de mi mensaje original al citarlo y, así, varía por completo el sentido. Cuando digo que "su cine no es precisamente trepidante" y que "su lentitud se disfruta, porque es un cine para paladear y reflexionar", no me estoy refiriendo a Dune, sino a las películas de Yasujiro Ozu (Cuentos de Tokio, Primavera tardía, El sabor del sake...). Te pongo la cita original sin recortar:
Hombre, si hay que elegir, yo también prefiero a Ozu antes que Dune Pero su cine no es precisamente trepidante. Lo que pasa es que su lentitud se disfruta, porque es un cine para paladear y reflexionar. Dune, aun siendo un blockbuster, tiene un propósito similar; está muy lejos del fast food de Hollywood. En realidad, está en consonancia con el resto de películas de Villeneuve (Blade Runner 2049 también tenía un tempo muy pausado), así que no debería extrañar a nadie que Dune se tome las cosas con calma.
En todo caso, sí que digo que Dune tiene un propósito similar al cine del japonés en lo tocante a que se presta a la contemplación y la reflexión (aunque utilizan recursos y suponen estéticas muy diferentes, lógicamente, no las estoy comparando en su totalidad).
Por otra parte, disiento en esta afirmación: "La primera frase parece acorde con que el ritmo no sea del todo subjetivo, tiene pintas de que hay películas que fallan en su ritmo por trepidante o por lento". Cuando digo que el cine de Ozu no es trepidante, me estoy refiriendo a la ausencia de secuencias de acción, ya que sus películas se construyen sobre los diálogos, los pequeños gestos, los hechos cotidianos, los dramas íntimos. Pero eso no implica, en ningún caso, que el cine de Ozu tenga problemas de ritmo. Para mí, sus películas tienen un
tempo perfectamente medido y no se me hacen aburridas en ningún momento. Eso sí, si alguien va a ver una película suya (o a ver Dune, que es lo que venía al caso) esperando un cine "trepidante" como el del UCM, simplemente hay un desajuste tremendo entre expectativas y realidad.
En cuanto a la reflexión a la que invita Dune, creo que pone sobre la mesa la dialéctica entre civilizaciones opuestas, la colonizadora y la colonizada, siendo muy distinta la actitud de los Harkonnen de la de los Atreides (en ambos casos, respecto de los fremen), algo en lo que profundizará la segunda parte cuando Paul
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También toca temas como el archicitado ecologismo (el dilema entre respetar el ecosistema hostil para el ser humano o intentar adaptarlo a las necesidades humanas para hacerlo más confortable y habitable), aunque de nuevo aún solo hemos visto las primeras pinceladas al respecto.
Interesante es también el papel de las Bene Gesserit, como organización política y religiosa, y su forma de manipular a un pueblo mediante la inserción de rumores, leyendas e ideas mesiánicas en su acervo, lo que da lugar a los falsos profetas y a la idea popular de que están tocados por la gracia de Dios o del destino. Que en nuestra cultura occidental puede parecer algo superado, pero que el yihadismo islámico no es precisamente un tema de poca actualidad.
Hace poco leí un
artículo que me gustó mucho ahondando en este asunto; dejo una cita que me parece bastante ilustrativa al respecto:
"La cinta [Dune] supera con brillantez el verdadero reto al que se enfrentaba: trasladar a la pantalla las alegorías históricas de la novela y respetar su cualidad embrollada, que es precisamente lo que convierte a Dune en una fábula metahistórica. Sobre todo, la de Arrakis como el Oriente Medio de la actualidad, el del petróleo; simultáneamente, el Oriente Medio medieval, el de las guerras santas; y, simultáneamente, el Oriente Medio de la Antigüedad, el que producía profetas y mesías."
Entiendo que algunas de estas ideas quedan truncadas al haber dividido el libro en dos películas, pero todas están, como mínimo, ya apuntadas en la primera parte.