He leído
Conan Rey Vol. 7.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Entramos de lleno en la etapa de Don Kraar como guionista de la cabecera y la verdad es que me ha gustado este volumen mucho más que el anterior. El guionista mantiene el tono serializado que venía siendo la principal característica de la serie pero, sobre todo, retoma una buena caracterización de los personajes y hay muchas dosis de acción. La lectura es muy entretenida, consiguiendo que te sumerjas en una elaborada trama de traiciones, así como en la que se prevé como la unificación de Aquilonia con otros reinos aledaños bajo el mando de un solo monarca, Conan en este caso, lo que podría suponer el final de las conspiraciones contra su corona. Los aspectos más interesantes recaen en el apartado bélico, rescatando cierto tono épico con muchas batallas y las consiguientes estrategias que permiten mostrar una guerra desde diferentes frentes. Además, la serie se vuelve cada vez más coral, cuando el cimmerio comparte protagonismo con Zenobia, Conn o el resto de sus hijos , que juegan un papel fundamental en ciertos momentos dela historia. Afortunadamente se ha confirmado lo que se apreciaba en el tomo anterior, ya que la serie parece ir en un
in crescendo continuo, lo cual es de agradecer.
Tras la victoria contra los pictos, Kraar establece dos focos de atención, la sitiada Tarantia y el frente de combate donde se encuentra Conan, aunque poco a poco va uniendo ambos argumentos en uno solo. Por un lado, Zenobia debe afrontar los problemas del sitio de la capital, a los que se unen las confabulaciones del enemigo desde el interior, orquestadas por Crassus. Me ha sorprendido ver
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A su vez, Conn toma un especial protagonismo al convertirse en el mensajero que transmita la situación de la ciudad sitiada a su padre, descubriendo en el proceso a los responsables de los problemas que están surgiendo desde dentro. Además, Conan deberá convertirse en un líder que unifique a los bárbaros, kushitas y cimmerios en un gran ejército que elimine a sus enemigos comunes, aunque antes tendrá un combate singular a muerte. De ese modo, se van solidificando alianzas, el ejército del rey va cobrando fuerza y se prepara para una gran batalla campal, mientras Conn regresa a Tarantia para solucionar algunos problemas y salir de la ciudad con otro ejército para apoyar a su padre.
Finalmente, tras la desbandada, a pesar de las reticencias del cimmerio, comienza a gestarse una invasión a Nemedia, en un intento de reunificación que termine con la guerra iniciada por Tarascus, de forma que parece que la paz empieza con la conquista. A su vez, se van solucionando las tramas referentes a los hijos de Conan,
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En mitad de todo esto tenemos la historia de Deryck,
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Por otro lado, Xantaus y Leora se repliegan y reanudan su alianza, siendo por el momento los únicos rivales para Conan y su ejército.
Como decía al principio, un tomo muy entretenido, con tramas bastante elaboradas que ofrecen una lectura adictiva, nada que ver con lo del último tomo Las crónicas, afortunadamente. Me ha dejado con muchas ganas de ver que hace Kraar en el siguiente tomo. El punto más negativo es el arte de Mike Docherty, demasiado irregular y desproporcionado en ocasiones. Realmente no es un impedimento para disfrutar de la lectura, pero el nivel gráfico de la serie ha caído bastante, mostrando más signos de los noventa que de mediados de los ochenta que es cuando se publicaron estos números. La narrativa no es mala, es más, creo que muestra ciertos enfoques y planos con bastante talento, pero en anatomía y los rostros humanos va muy cortito. Al final del tomo tenemos a Judith Hunt, que creo que lo hace un poco mejor, aunque se mantiene en la línea estética marcada por Docherty. Posiblemente el entintado de Colletta influya bastante en el resultado final del dibujante, sobre todo porque en esta época el entintador ya estaba en horas aún más bajas que en la década anterior, de manera que Judith Hunt no solo muestra un trazo más fino y elegante, sino que no está entintada por Vince, por lo que hay una importante diferencia al respecto. Igual en el próximo volumen tenemos hasta cierta mejoría artística, lo cual ya mantendría cierto equilibrio si Kraar es capaz de continuar con este tono el resto de su etapa en la serie para que podamos disfrutar un poco de ella, sin demasiados aspectos negativos, aunque nunca llegue a estar a su nivel inicial. Además, solo quedan 20 números para el final.