He leído Vampirella de Pepe González.
Comento este tomo aquí, porque creo al fin y al cabo este hilo es un buen contenedor para hablar de las revistas de Warren. Además, creo que a los seguidores de estas publicaciones les puede interesar. Antes de nada, resaltar que tanto en el lomo como en los créditos figura un 1, por lo que no tengo muy claro si Planeta tiene previsto en algún momento poner a la venta un segundo tomo, aunque en la publicidad inicial, ni en ningún otro avance he visto nada al respecto.
Personalmente, tenía muchas granas de leer algo de Vampirella y la verdad es que no solo me ha gustado bastante, sino que me ha dejado con ganas de más. Además, de todo lo que he leído de esta editorial, diría que es lo que mejor ha envejecido. Quizá algunos les pueda parecer una exageración, pero cuanto más avanzaba en la trama, más me recordaba a la Tumba de Drácula. Si bien no en el tratamiento del mito del vampiro, sí en esa forma de establecer diferentes argumentos lineales y, sobre todo, a la hora de reutilizar los elementos literarios de Stoker en una combinación a priori tan extraña como los superhéroes, el terror y la ciencia ficción. Toda esta mezcolanza de elementos se debe principalmente a la protagonista, que dista mucho de ser un vampiro tradicional, sino todo lo contrario.
Vampirella es una alienígena del planeta Dakulon, donde los habitantes se alimentan de la sangre que fluye por sus ríos; un alimento vital sin el que no pueden subsistir. Tras la destrucción de su planeta natal, acaba recalando en la Tierra, pero cuando descubre que para sobrevivir debe matar a los humanos, bebiéndose su sangre, comienza a tomar un suero que le calma el ansia durante 24 horas. Posee fuerza sobrehumana, se transforma en murciélago y tiene sed de sangre, pero no le afecta la luz del sol, ni tiene aversión por lo sagrado. Con estas características comienza una pequeña cruzada contra el mal, generalmente contra el dios oscuro del Caos, enfrentándose a demonios, hombres lobo, momias y todo lo sobre natural que se nos ocurra, siempre muy ligado a la magia y lo ocultista. A pesar de sus buenas intenciones, los guionistas jugaran con la dicotomía entre el bien y el mal, explotando su punto débil, la necesidad de tomar un suero par sobrevivir, en una búsqueda casi constante de una cura al vampirismo alienígena que domina su vida.
A lo largo de sus aventuras se forjan diferentes alianzas, las cuales nutren a la colección de una serie de secundarios de lo más variopinto. Por un lado tenemos a Conrad Van Helsing y su hijo Adam, descendientes del famoso cazador de vampiros Abraham Van Helsing, que luchó contra el Conde Drácula. Conrad es ciego, pero tiene poderes psíquicos, que le permiten vivir prácticamente igual que si tuviese vista; incluso mejor, ya que lo utiliza para perseguir a las criaturas de la noche. Ambos persiguen a Vampirella por que la creen responsable de la muerte del hermano de Conrad y porque se dedican a cazar vampiros, obviamente. Pero cuando la conocen, sobre todo Adam, comienzan a descubrir que no es el monstruo que ellos pensaban. Adam y Vampirella se enamoran y comienzan una relación, con la desaprobación de Conrad, creando cierta tensión y una serie de interesantes conflictos interiores. A medida que vayan uniendo sus fuerzas contra el dios del Caos, la joven se ganará su confianza, aunque siempre queda un pequeño resquicio de duda.
Otro de los personajes importantes en la vida de Vampirella es el ilusionista Pendragón, un mago tan cobarde como borracho con el que Vampirella acaba trabajando de ayudante en sus espectáculos. Y a este concurrido grupo se unirá el propio Conde Drácula, que será enemigo y aliado a partes iguales en una extensa trama que profundiza en otros aspectos del personaje, como su propio origen o en la posibilidad de que el vampiro se sienta culpable de sus actos pasados, recuperando parte de su humanidad, por lo que necesita expiar la culpa, pero su sed de sangre no es capaz de apaciguarla. Aunque tengo que reconocer que llegado a cierto punto se distancian bastante del icono del personaje, creo que resulta muy interesante ver como lo utilizan desde perspectivas totalmente opuestas, dando lugar a tramas y subtramas bastante interesantes, llegando a profundizar sobre el dilema moral y emocional de un vampiro desde un punto de vista mucho más real que en cualquier serie o película actual. Me ha llamado mucho la atención que en una serie tan clásica fuesen capaces de articular todos estos elementos con un mínimo de interés, sin caer en la ñoñería habitual, y que haya aguantado tan bien el paso del tiempo.
Cabe destacar el magnífico tratamiento y desarrollo de los personajes, los cuales arrastran una historia que se irá conociendo a medida que avanza la colección. Esto dotará a los secundarios, y a la propia protagonista, de cierta tridimensionalidad, con su propio drama personal, en medio de una lucha arquetípica entre el bien y el mal. Todos estos aspectos gana el pulso a otros elementos menos “serios”, como la sucinta indumentaria de Vampirella, que ella misma defiende en más de una ocasión, por cierto, y sus constantes poses con un erotismo subyacente. Sinceramente, que una mujer vaya vestida así por la calle con tanta naturalidad no es demasiado creíble, pero es quizá la única nota discordante en una serie que me parece una lectura muy entretenida e interesante para aquellos que les guste esta mezcolanza de géneros en los que predomina el terror, aunque nadie pase especialmente miedo.
En el tomo se incluye el primer anual de la colección, donde se narra el origen de Vampirella, junto a los números 12-25, todos dibujados por el ilustrador barcelonés. Al principio tenemos una serie de historias más o menos autoconclusivas, que mantienen una pequeña línea argumental de fondo, pero poco a poco tendremos autenticas sagas, con pequeñas subtramas, donde la protagonista viajará al pasado o entre dimensiones y se enfrentará a todo tipo de criaturas sobrenaturales por el bien de la humanidad y el suyo propio. Los guiones correrán a cargo de Archie Goodwing, Steve Englehart, Bill Dubai y quizá el más prolífico de todos, T. Casey Brennan. Al contrario que en otras revistas de Warren, aquí tenemos una serie regular, explotando el género, sin recurrir al relato corto presentado por un monstruo, lo cual ya es toda una novedad.
La parte gráfica la he dejado para el final, pero es posiblemente la más espectacular. Creo que si los guiones fuesen un auténtico bodrio, que no lo son, solo por el arte de Pepe González merecería la pena. Me parece increíble que alguien pueda realizar semejante trabajo solo con un lápiz. Además, se da la circunstancia de ser el autor que mejor y más bella representa la figura femenina, por lo que prácticamente parece nacido para dibujar esta serie. Y no hablo solo de la sensualidad que pueda transmitir una mujer vestida con esa especie de triquini, que también, sino por la belleza de los rostros femeninos, la expresividad en sus gestos faciales, especialmente esa penetrante mirada y sus preciosos ojos. Creo que no he visto jamás una mujer tan guapa en un cómic como la que representa Pepe González. No me extraña que se convirtiese el personaje en icono erótico en su día. En definitiva, un tomo muy interesante, que espero que tenga continuación, porque la experiencia de su lectura ha sido de lo más satisfactoria; y no solo visualmente.