He leído Ken Parker Nº 50.
Y ahora sí, llegamos al final. La parte más negativa, sin duda es que la cabecera concluye con dos tomos cuyos precios sumados alcanzan los 30€, que no incluye más que una galería de portadas de la serie realizadas por Ivo Milazzo. Y encima, algunas no se disfrutan del todo al ser de doble página y no abrirse completamente el tomo. Yo he disfrutado con la serie como un enano, pero todo esto me ha parecido más un atraco a mano armada que otra cosa. Soy consciente de que lo he hecho porque he querido, pudiéndome plantar perfectamente en el número 48, pero también me parece justo decir que esta no es la forma de bonificar al lector constante y al fiel seguidor de Ken Parker en esta edición que empezó siendo muy económica a concluir con una clavada importante. Entiendo perfectamente que los precios han subido en todo, que la inflación lo ha puesto todo por las nubes y que nadie quiere perder dinero con ello. Sin embargo, son este tipo de gestos los que retratan a ciertas editoriales, demostrando que todo parece darles igual y que no están dispuestas a hacer ningún sacrificio por sus compradores, que al final son los que le dan de comer. Como digo, un final agridulce para una colección, principalmente en el aspecto editorial, aunque sobre la historia también lo he comentado anteriormente. A pesar de todo, me sigue pareciendo una de los grandes europeos, quizá algo desconocidos, y que merece ocupar un lugar más distinguido del que se le suele dar, a la altura de otros grandes títulos del género como Blueberry, por ejemplo.
Este volumen completa la recopilación de portadas, así como un montón de ilustraciones, muchas de ellas inéditas. Estamos ante un calco de la edición recopilatoria de Mondadori, como ya dije. Cabe destacar la inclusión de un interesante artículo añadido por la propia ECC. en la que se descubren algunos aspectos interesantes, como la inspiración de los autores en la película Jeremiah Johnson (1972), interpretada por Robert Redford, lo que nos lleva a la explicación de por qué Milazzo semeja tanto su representación de Parker al actor. Es curioso, porque me alegro mucho de la iniciativa de la editorial, pero este es un de esos artículos que hubiese venido bien incluirlos durante los primeros tomos, y no como una especie de epílogo.
El tomo también incluye unos relatos de prosa de Berardi, publicados en las revistas de Parker originales. No tienen nada que ver con el personaje ni con el western, pero a mí me han parecido muy interesantes, poniendo de manifiesto lo buen escritor que es el italiano, así como lo versátil que es capaz de ser. Además, me gusta mucho como remata sus historias, como solo son capaces de hacerlo los grandes escritores. Para finalizar, esta entrega incluye una historia a todo color, que yo suponía que era de material nuevo, pero que sin embargo es parte de una historia que ya hemos leído anteriormente en la serie, durante los últimos capítulos de Parker en la prisión. Aunque el relato es exactamente igual, diálogos incluidos, se encuentra descontextualizado de la trama principal y se puede leer de forma independiente, aunque todos los que hayan llegado hasta aquí leyendo lo anterior lo reconocerán enseguida.
Bueno, y esto es todo por mi parte. Me despido de una serie con la que he pasado grandes momentos y que gracias a una iniciativa singular me acerqué a ella hasta acabar totalmente enganchado hasta el final. Espero que todos hayan disfrutado tanto como yo y que si en un futuro alguien llega a estos comentarios y al menos consigo que una persona se interese por esta serie y la conozca me sentiré satisfecho. Hasta siempre Ken Parker, nunca te olvidaremos.