64ª Etapa: West Coast Avengers vol. 2 #42-46
Noviembre de 1988-Julio de 1989
Formación vengadora:Ojo de Halcón (dimite)
Hombre Maravilla
Visión
Bruja Escarlata
Tigra
Pájaro Burlón
Hank Pym
Avispa
US Agente (se une a los VCO)
Aliados/otros personajes invitados-Vengadores de los Grandes Lagos (primera aparición):
Hombre Plano
Mr. Inmortal
Gran Bertha
Hombre Puerta
Dinah Soar
-Tommy Maximoff
-Billy Maximoff
-Phineas Horton de Ali Express
Personal del Compound Vengador (¡el señoritooo!)
-Miss Bach (niñera despedida)
-Miss Hunter (niñera contratada)
-Mrs. Heyges
-Carlos (¡espera, Carlos!)
Villanos/Oponentes-Ultrón (doble)
-Vigilancia:
Frank Hampton
Cameron Brock
¡Vengadores, reuníos!
Y vestíos de largo para esta gran remesa comiquera, donde empieza la etapa de John Byrne como autor único, a los guiones y al dibujo. El canadiense osa ponerse al frente de la franquicia entera, asumientdo las cabeceras a ambos lados de la costa de los USA... y hasta viaja al ventoso norte norteamericano para inaugurar cadena de la franquicia con ¡Los Vengadores de los Grandes Lagos! Que no haya mar en el norte de EE. UU. no quiere decir que no haya agua ¿no?
Voy a dejar aquí, antes de seguir con el argumento principal, unas impresiones generales sobre estos 5 numeritos: John Byrne es un verdadero maestro de la viñeta. No me refiero ya al dibujo, que sin duda acompaña mucho (pese a su maldición eterna de dibujar a niños como viejos, lo que aquí queda acreditado con los pobres Billy y Tommy Maximoff). Me refiero ante todo a la manera de condensar el pasado de Los Vengadores en flashbacks y, con ello, a la capacidad de Byrne para ensamblar eso que ahora todo el mundo llama "lore" en unas pocas viñetas, de modo que, encima, sirva de propósito al hilo conductor de la historia central de esta tanda de entregas: la Búsqueda de Visión. He estado leyendo (y conociendo) esta franquicia de manera más o menos completa desde que empecé este club con vosotros. Pues bien: si tuviera que recomendar dos cómics para no iniciados, uno sería el Asalto a la Mansión (por la calidad de la historia) y el otro sería este TPB con la "Búsqueda de Visión".
Si te quieres enterar del abc de Los Vengadores, te coges estos cinco numeritos y tienes hecha una buena parte de los deberes. Es el método Shooter en estado de gracia. El método Shooter mejorado, y sin Shooter, de contarte todo lo que tienes que saber. Y, para los iniciados, para recordarte todo aquello que quedaba lejano ya en la memoria. Me quito el sombrero.
Y dicho eso, vamos con el argumento principal: la ya reiterada "Búsqueda de Visión".
Nuestros tebeos comienzan con dos hechos preocupantes: la VIsión ha desaparecido y los ordenadores del complejo californiano han sido comprometidos, borrándose toda la información sobre, entre otras cosas, el pasado de la Visión. Es decir, el sintozoide se ha quedado sin backup. Estos dos sucesos no pueden ser coincidencia, como casi cualquiera sospecharía. Pero la línea de puntos se une del todo cuando aparece Ultrón en los terrenos de entrenamiento de la Mansión, atacando a los héroes. Finalmente, resulta ser un doble robótico y no el verdadero Ultrón. El Hombre Maravilla lo derrota con la asistencia de Hank: tras disminuirse con partúclas Pym, se introduce en el cuerpo del falso Ultrón y lo revienta al recuperar aquel su tamaño original. Sin embargo, el problema de fondo no desaparece: Visión ha desaparecido. En estas estamos cuando aparece: ¡¡Pájaro Burlón!!
Bien, al hilo de la aparición de la ex de Clint, hay que decir, en el lado negativo, que Byrne se pasa la continuidad por el forro. Tanto Hank Pym como Tigra, que yo recuerde, habían dejado Los Vengadores, acompañando al Caballero Luna. Sin embargo, aquí aparecen como si nada, miembros de pleno derecho, sin que Byrne se digne a explicar por qué regresaron. Eso sí, en el caso de Tigra, Byrne lo compensa con una muy interesante deriva del personaje, que tendrá problemas durante todos estos números para contener su lado animal, que lo mismo le lleva a desplumar almohodas que a cazar ratones en la cocina. Va camino de convertirse en la mascota oficial del grupete.
Tigra, disturbing the peace
También había abandonado la formación Pájaro Burlón, pero al menos sí se explica bien aquí como reaparece:
Bobbi, resulta que ha estado trabajando con unos tipos que parecían de SHIELD, pero que luego... pues no lo eran, o no lo eran exactamente. Se trata de una organización que se hace llamar "Vigilancia". Su misión es evitar que la Visión volviese a controlar el mundo, como ya hiciera el sintozoide, recordaréis, oh amado club, en un muy meritorio arco que leímos no hace tanto, donde nuestro héroe se introducía en los sistemas informáticos del mundo mundial para controlar armas y, por tanto, Gobiernos de todo el globo. Para atajar este peligro, Cameron Brock, el jefazo de esa iniciativa, se hace con los servicios de Bobbi. Su plan: usar el conocimiento privilegiado de los secretos vengadores que tiene Bobbi para permitir que los agentes de Vigilancia se infiltren en la Mansión, hackeen sus sistemas informáticos y capturen a la Visión, mientras distraían a Los Vengadores con un Ultrón duplicado. Eso sí, esta última parte del plan relativa a Ultrón no se la cuentan a Bobbi.
Desde luego que vaya pájara (burlona) es Bobbi. Byrne intenta justificar sus acciones poniendo en el otro extremo de la balanza la lealtad que Bobbi debe a SHIELD, pero ello, en mi opinión, no mitiga ni por un momento la impresión de que Bobbi se ha portado como una sucia traidora. Cierto es que luego se le fue de las manos, al descubrir que Vigilancia estaba replicando a un Ultrón, y es capturada cuando se opone a Brock. Confirmando sus sospechas de que Vigilancia no forma parte de SHIELD, Bobbi escapa y va a ver a los Whackos para contarles toda esta película.
Los Vengadores viajan en quinjet al complejo de Vigilancia. Se infiltran en él con relativa facilidad y capturan a la plana mayor del staff, descubriendo de paso que la entidad Vigilancia no es otra cosa que un conglomerado de personal de servicios secretos de muchos países del mundo, incluidos los Estados Unidos, por supuesto. Hay otra revelación más, mucho más inquietante si cabe: los héroes hallan a Visión completamente desensamblado, sus pedacitos esparcidos en una mesa de operaciones, y con su memoria completamente borrada para evitar que use sus conocimientos sobre la inteligencia armamentística de los países en cuyos sistemas se infiltró. Amenaza neutralizada, a un alto coste, por supuesto, que a los hombres de negro le importa un bledo, pero no a la pobre Wanda, que se ve virtualmente enviudada.
Wanda, sin instrucciones del IKEA Mientras Pym sopesa las posibilidades de recuperación del sintozoide, los Vengadores hallan una nueva sorpresa: Vigilancia tenía encerrado en sus instalaciones a Phineas Horton, el diseñador original de la Antorcha Humana. Pero ¿cómo? ¿no estaba muerto? Pues según estas viñetas, no lo estaba. De sorpresa en sorpresa, los héroes oyen de la boca de Horton que, en realidad, él no fue responsable de la creación de la Visión, tal y como pensábamos. El canon de la historia nos muestra que Ultrón secuestró a Horton para que le asistiera creando a la Visión a partir de los patrones mentales de Simon Williams, pero nos encontramos con que ahora el hombre reniega de ese canon. ¿Que está pasando aquí? Todo es tremendamente confuso. La conclusión obvia es que el vejete que los Vengadores libraron de su cárcel en Vigilancia no es el verdadero Horton.
Tras destruir el complejo de investigación de los malos, Los Vengadores regresan a la mansión de California, poniéndose luego a recomponer a la Visión. El primer intento sale regular: La Visión, en una versión todavía incompleta y con el aspecto de una figura humana sin epidermis, "resucita" en modo defensivo y le da una buena tunda a Los Vengadores, aunque finalmente logra ser contenido. En una sucesión de acontecimientos que no deja lugar para la pausa, Wanda tiene que acudir a su residencia anexa a la Mansión vengadora, cuando la niñera, Miss Bach, le alerta de que sus hijos han desaparecido. Sin embargo, resultan estar tan campantes luego. Falsa alarma. Wanda, airada, despide a Miss Bach, quien no entiende nada, la pobre. Algo huele mal cerca de Los Ángeles porque los niños habían desaparecido realmente.
Pero no acaban aquí las tribulaciones de los buenos: Sikorsky les hacer ver que a Vigilancia no les van a pedir ninguna responsabilidad por mucho que a sus responsables se los haya llevado la poli. Su causa era conveniente, en la medida en que se trataba de controlar la amenaza representada por Visión. Para colmo, les ha mandado al US Agente para que se una por las bravas al equipo de VCO. Lo que faltaba ya. John Walker hace su aparición recortado como una sombra contra el crepúsculo que envuelve el umbral de la Mansión, para que pensemos, con mucha crueldad por parte de Byrne, que es el Capi quien viene a salvar los muebles. Pero no, es Walker. Clint muestra su disconformidad liándose a hostias con Walker, pero sale malparado. La Avispa intercede en la refriega para que no vaya a mayores pero el mal mayor ya está hecho: Clint abandona la formación y se va dando un portazo.
A partir de ahora van a cambiar unas cuantas cosas por aquí...
La cosa queda tensita. Para colmo de males, los planes de resurrección de Visión van mal. La parte buena es que Pym logra recuperar por completo la forma humanoide de Visión, que aparece aquí con su famoso aspecto blanco-hueso, el Visión Blanco, vamos, frente al rojo habitual de su piel.
Un gallifante para quien averigüe de dónde sale esta portada... o mejor, para quien sepa qué es un gallifante Pero la estética no es el problema: lo importante es que se trata de una carcasa vacía. No hay emoción en él... o ello. La Visión está reseteada, incluidos algunos recuerdos y su conocimiento de que Wanda es su esposa, pero todo lo demás es frío como el hielo.
Wanda, quien no puede soportar esta situación, acude a Simon Williams para que le preste a Vizh sus patrones mentales, una vez más. Sin embargo, Williams se niega. Éticamente no puede asumir que se juegue con su intransferible personalidad. Cuando se creó a la Viisión, él no pudo evitarlo... estaba muerto (o algo parecido, muertito, más bien, mientras hibernaba). Pero ahora no estamos en la misma situación. No puede aceptarlo. Wanda se cabrea y le da un bofetón y, de propina, le tira una montaña encima. Williams grita de rabia donde nadie puede oirle, en el espacio, al estar atrapado en semejante dilema ético.
John Walker, por su parte, se preocupa de cuestiones fundamentales, como hacer que la nueva Visión no ande en pelotas por la casa. Hay que respetar la decencia mínima, incluso aunque no se esté dotado de un falo, como parece ser el caso de Vizh. Además, Walker habla con mamá sobre sus prometedores planes con su nueva familia: el equipo de vengatas angelino.
¡¡Que en esta casa se va con gallumbos mínimo, como está mandao!!
Con este panorama tan dramático, a los Vengadores le crecen los enanos, o lo que sea que crezca, cuando descubre Clint por la TV de que en Milwaukee ha nacido una nueva rama de la franquicia: ¡Los Vengadores de los Grandes Lagos!. Casualmente, Bobbi va a buscar a Clint a su desordenado apartamento, así que se van juntos al norte americano a ver qué diablos pasa: allí encuentran a un grupo de héroes de lo más varipionto, haciendo el bien, en general. Cuando se topan con Bobbi y a Clint, los combaten al principio, tomándolos por impostores. Pero luego todo se aclara y van juntos a hacer las paces a la base de operaciones de los Vengadores lacustres, a la sazón, la casaza de Gran Bertha.
No me digáis que el grupo no mola
Si bien es verdad que, en un inicio, Bobbi muestra que no les hace gracia que se use el nombre de Vengadores como si tal cosa, lo cierto es que a Clint no le parece mala idea del todo. Hasta tal punto que decide unirse al que sería un nuevo equipo Vengador. ¿Oficial? Ya lo veremos.
Me despido de esta reseña con un muy buen sabor de boca. Estos cómics representan lo mejor de Marvel.