32ª Etapa. Avengers #209-211 y Avengers Annual #10
Julio a Octubre de 1981
Listado:
Nº 209: La Piedra de la resurrección
Avengers Annual #10: Traicionada... ¡por amigos!
Nª 210: ¡No se necesita un hombre del tiempo para saber de dónde sopla el viento!
Nº 211: "¡...Por la fuerza de la mente!"
Formación:
- Iron Man
- Visión (sale del grupo en A#211)
- Bruja Escarlata (sale del grupo en A#211)
- Bestia (sale del grupo en A#211)
- Capitán América
-Hombre Maravilla (sale del grupo en A#211)
-Thor
- Avispa
-Yocasta (abandona el grupo en A#211)
-Chaqueta Amarilla (Hank Pym) (se une al grupo en A#211)
-Tigra (se une al grupo en A#211)
Personajes secundarios:
Jarvis
Vera
Personajes invitados:
-Reed Richards (A#209)
-Ojo de Halcón (AA#10 y A#211)
-Charles Xavier (AA#10)
-Spider-Woman (AA#10)
-Kitty Pryde (AA#10)
-Rondador Nocturno (AA#10)
-Tormenta (AA#10)
-Lobezno (AA#10)
-Coloso (AA#10)
-Pantera Negra (A#211)
-Dragón Lunar (A#211)
-Hércules (A#211)
-Viuda Negra (A#211)
-Ángel (A#211)
-Hombre de Hielo (A#211)
-Caballero Luna (A#211)
-Dazzler (A#211)
Pues ya estamos de nuevo por aquí, en domingo pero ya de madrugada, casi a tiempo para comentar cuatro números muy singulares y muy dispares. Para empezar, tenemos cuatro guionistas diferentes para cada episodio, que menciono en orden: JM De Matteis, Chris Claremont, Bill Mantlo y Jim Shooter.
Casi lo mismo podemos decir del dibujo, a cargo, respectivamente, de Alan Kupperberg, Michael Golden y un Gene Colan muy muy flojo, quien se ocupa de Avengers #210 y 211.
Con este plantel en mente, no debe sorprender que tengamos a la lectura cuatro tebeos muy distintos, como decía, pero que presentan la ventaja de constituir números autoconclusivos a la antigua usanza, salvo tal vez el caso del Anual #10, que pone un final algo más digno a la saga del Destino de Ms. Marvel. La valoración que humildemente hago varía mucho en función de cada número, lo que es normal, ya que, como se ha visto, cada número es de su padre y de su madre.
Empezando por
Avengers #209, tenemos el curioso debut de
JM de Matteis en la franquicia vengadora, en una historia cerrada que llevará a Los Héroes más Poderosos de la Tierra de viaje por el tiempo, a fin de dar con dos fragmentos de la
Piedra de Resurrección, que deberán entregar al chantajista de
Jaddak, un perverso skrull que aparece en la Mansión, matando -aunque solo aparentemente- a Vera. Solo si le entregan la piedra resucitará a la novieta de Hank McCoy, algo a lo que este accede con tal de recuperar a su antiguo amor de juventud (recordemos que en los sótanos de la mansión hay una máquina de viajar en el tiempo, nada menos, que creo que se la dejó por allí Kang en su día, o bien la trajeron a la mansión, más bien, si no recuerdo mal).
Dado mi mutantismo, me ha parecido un puntazo que alguien se acuerde de Vera, antigua pareja de Hank con la que se iba de citas dobles junto a Bobby y Zelda, una amistad a cuatro que simplemente dejó de aparecer, aunque Vera todavía sería vista, con un look mucho más agresivo, en el serial de la Bestia contenido en Amazing Adventures. Aunque, como contrapartida, prácticamente hace un cameo como damisela rescatable. Todo esto lo aprovecha De Matteis para llevar a nuestros héroes a la Edad Media y a la II GM. Al final, Hank decide romper la piedra antes de dársela a alguien que podría utilizarla con motivos más que espurios. Por suerte, Vera no estaba muerta sino en una especie de coma, del que Reed Richards espera recuperarla algún día. En fin, un número que no es que sea trascendente, pero que da para leer un buen rato apañado.
Capítulo aparte merece
Avengers Annual #10, uno de los cómics más famosos de la historia de Marvel. Se trata de un especial sobradamente conocido, por lo que me parece que repetir lo mismo de siempre no tendría mucho sentido. Solo decir que, de los cuatro números, es con mucho, el de mayor calidad. Sé que no puedo ser objetivo con Claremont, pero a comienzos de los 80 es que el hombre estaba en estado de gracia y todo lo que tocaba lo convertía en una pedazo de historia. Además, tiene la suerte de estar acompañado por Michael Golden, que deja para mí los mejores lápices de esta corta remesa de cómics.
Como bien sabéis, este número es particularmente meta, por cuanto Claremont utiliza a Ms. Marvel como su propia voz para echar en cara a Shooter y Michelinie, entre otros, que hubieran dado un tratamiento tan infame a Carol Danvers en Avengers #197-200, prácticamente haciendo que se emparejara con su violador, Marcus Immortus. Y es que Carol Danvers era un personaje al que Claremont se había esforzado por darle forma a su inigualable manera, y todo para que acabara de aquella manera. De eso nada. Al final, Chris Claremont pone las cosas en su sitio provocando la vuelta de Carol Danvers, quien reprocha a Los Vengadores, muy cariacontecidos, lo que ocurrió en aquella saga, especialmente en #200.
Pero, por el camino, tenemos mandanga de la buena, nada menos que con la primera aparición de Pícara, y un plan de una Mística muy hija de puta que querrá reunir a la Hermandad de Mutantes Diabólicos tras rescatarlos de la prisión de Riker.
En fin, no quiere extenderme más porque sería tontería, pero me parece un numerazo como una catedral que es un gustazo volver a leer.
Volviendo a la colección regular, seguimos con Avengers #210, donde nuestros esforzados personajes tendrán que enfrentarse a los Hombres del Tiempo, quienes al final resultan ser el personal de una estación espacial con un ordenador muy potente a bordo, que acaba adquiriendo conciencia propia para hacer algunas fechorías, muy singularmente la de cumplir algunas de las profecías de Nostradamus, a partir de la información que uno de sus programadores introdujo en su base de datos, que ya se podía haber estado quietecito. El número es entretenido sin más. No está mal, la verdad. Aunque, de todas las cosas que tiene, me quedo con el papel de Yocasta. Los Vengadores se están portando con ella como unos verdaderos perros, ignorándola sistemáticamente pese a que en no pocas ocasiones es ella la que les saca las castañas del fuego, como precisamente ocurre en este número.
Esta situación culminara como era lógica, con Yocasta, ignorada por enésima vez, abandonando la Mansión en Avengers #211 y en busca de amor.
En cuanto a caracterizaciones secundarias, Bill Mantlo describe a la Bestia prácticamente como un sátiro, ahondando una vez más en ese tratamiento chungo que ya habíamos visto en entregas anteriores. Aquí va al socorro de unas bañistas de Buenos aires y lo primero que se le ocurre es ver si puede llevarse a alguna de ellas aprovechando que están congeladas, con un primer plano de viñeta sonriendo con cara de guarrete. En fin, corramos un tupido velo
Y para terminar, tenemos el
número 211 que a mí me ha parecido un absoluto cachondeo, amén de un pésimo trabajo de Colan a los lápices. Sin embargo, es de estos números que al final son divertidos, porque acaban con las quinielas periódicas que hay en el grupo, en las que, de vez en cuando, se juega al juego de las sillas parra veer quién sale y quién se queda en Los Vengadores. Lo de este número es el camarote de los Hermanos Marx
, con una congregación de Vengadores, ex vengadores y algún que otro campeón y héroe urbano, atraídos todos ellos por una especie de sugestión de Dragón Lunar.
La aparición de Dragón Lunar y por qué sugestionó al resto de personajes a montar semejante macrofiesta en la Mansión no la aclara nunca Shooter este número, aunque confío que sepamos de ello más adelante. O bueno, no la aclara más allá de hacer repetir a Dragón Lunar que, por el bien de los Vengadores, es mejor que la dejen a ella disponer sobre quién tiene que estar en el grupo y quién no. Pero Iron Man se acaba liberando y, al atacarla creando interferencias, libera al resto de su trance hipnótico. Al final, Dragón Lunar se harta de que no le hagan caso, y se las pira tan pancha, dejándonos sin mucha explicación.
Para terminar, queda la recomposición del grupo. De forma un tanto gratuita, aunque no del todo injustificada, Visón y Wanda se van a hacer vida de pareja, en tanto Simon Williams prosigue su carrera como actor. Bestia, por su parte, quiere volver a dedicarse a la ciencia, no sintiéndose del todo cómodo en su papel de bufón semioficial del grupo. Lo curioso de todo esto, es que quien acaba entrando en el grupo es Tigra, un poco porque no tiene nada mejor que hacer y ya que está allí y se han quedado en cuadros, pues venga, para adentro
En fin, vaya cuatro números más veletas. Pero reconozco que, pese a su calidad variable, me ha resultado todo bastante entretenido. Hemos tenido un poco de todo.