Que suerte para un grupo de amigos y para mi, que un día de las fiestas, emocionados y pasados de cervezas, vinos y alcohol, cuando uno de los colegas nos comentó el crowfunding, no nos fuese internet en ningún móvil por la saturación, cobertura caída, porque con el calentón del momento estuvimos a punto de pringar 3 más una aportación conjunta de todos los amigos para uno colectivo. Un rato después (bueno al día siguiente) al volver a casa, yo ya ni me acordaba, y no volvimos a comentar nada en meses. El único amigo que contribuyó, creo que es uno de los denunciantes.