Día 242: The X-Men vol. 1 #110. 20 de diciembre de 1977
Oye, primer partido de softball de la historia de los mutantes ¿os parece poco?
Banda sonora: dejamos atrás 1977, del que nos despediremos con "Miracle Man" de Elvis Costello. Aunque al final los milagros no existen y el oponente de este número así lo prueba, por muy poderoso que parezca:
https://www.youtube.com/watch?v=Uacxy1gQUYY
Créditos: Chris Claremont (guion); Tony De Zúñiga (dibujo, entintado); Dave Cockrum (dibujo); Annette Kawecki (rotulación); Andy Yanchus (color).
Portada de Dave Cockrum, Terry Austin e Yrving Watanabe
Hoy, los héroes se enfrentarán a un nuevo villano del mes, y sin que contemos con Byrne. Pero nada de eso nos importa un comino. Este tebeo vale su peso en oro solo por ser el primero donde vemos a la Patrulla-X jugando al softball en los terrenos de la mansión.
No digáis que no habéis esbozado una sonrisilla, al menos la gente más veterana. Hasta el Profesor pide caña: más jugar y menos hablar. ¡Hey! Pero ¿vale jugar con poderes? Jean utiliza su tk para pillar la bola. ¿Quién llegará antes a la base, Coloso o Lobi?
¡Pero bueno! Lobezno atraviesa el guante con sus garras. ¿Qué quiere, rajar a Coloso? Pues nada, si esas tenemos, Piotr se convierte a su forma blindada y listo. Para frustración de Logan, Coloso llega antes que él a base, aunque está de un pelo del acerado sobaco de Pete.
iempo muerto: llega el momento para el triángulo amoroso. Jean le dice a Logan que no puede ser un solitario toda su vida. Este responde con pensamientos: no le importó estar solo nunca hasta que conoció a Jean, el amor de su vida, que se aleja cogida de la mano de su maromo.
Solo con esto tenemos sustancia para tres meses. ¿Cuál es la amenaza de este número realmente? ¿Acaso importa? Ok, vamos a ello. Mientras la patrulla se relaja en el césped, Moira acude a la casa para atender al hombre que viene a arreglar el teléfono. Pero resulta ser malo. Moira se sorprende por su jeto azul cuando le recibe en la puerta, que toma por una prótesis facial, y decide optar por la indiferencia educada. En este caso, grave error.
Halcón de Guerra -pues así se llama el intruso- dispara a Moira con una pistola conmocionadora, revelando seguidamente al lector su misión: acaparar información de la Patrulla-X, como encargo de un malo más malo aún, del que aún no sabemos nada.
Bueno, sí sabemos que tiene a su secuaz atemorizado por unas descargas psíquicas (o algo parecido) y que Halcón de Guerra cumple con su cometido de mala gana y obligado, deseando liberarse. Allá afuera, parece que los mutantes han vuelto al softball. Cíclope tiene preparada una desagradable sorpresita: después del béisbol, hay que entrenar en la sala de peligro. Jean, en cambio, acompaña al Profesor, quien comenta a su discípula lo mucho que ha crecido su poder desde la "posesión" del Fénix. Momento para la historia-río
. Jean se muestra a la vez fascinada y aterrorizada por el inmenso poder que maneja. ¿Podrá controlarlo o le acabará dominando? La saga de Fénix Oscura aparece a la mínima ocasión aun en episodios relativamente intrascendentes.
Sin embargo, sus pensamientos se interrumpen al aparecer, doblando la esquina, Halcón de Guerra y su pistolita. Esta vez los poderes mentales de Jean no valen de nada, paradójicamente, y tanto profesor como alumna quedan fuera de juego, uniéndose en la inconsciencia a Moira.
Poco después, Halcón de Guerra, quien demuestra ser buen estratega, encierra al resto del personal en la Sala de Peligro aprovechando que estaban entrenando, y pone en marcha los ejercicios más peligrosos. Scott oye el grito telepático de Jean, pero ya es tarde.
El villano sabe cuáles son las debilidades patrullosas: por ejemplo, atrapa a Tormenta en una claustrofóbica red. Cíclope cree que si alcanza el panel de control, podrá desconectar la sesión. Con la ayuda de Lobi, que le aparta de unas cuchillas, llega. Pero ¡no funciona! Los controles no responden.
En realidad, lo más importante de esto no es la lucha, sino los pensamientos psicopáticos de Lobezno, cuando se piensa ayudar a su camarada en armas: si le deja morir, tendría pista libre para Jeannie. Menuda pieza está hecho el muy hijoputa. Pero al final decide ayudar a Scott no porque no quiera quitárselo de ene medio, sino simplemente porque no es su estilo cargarse a la gente a traición.
Pero volviendo al brete en el que se encuentran los mutantes, encerrados en la sala de peligro, Cíclope no se rinde y, como un magnífico líder, prepara una alternativa: pide a Rondador que se teleporte fuera de la sala de peligro y desconecte el generador principal de corriente. Por si acaso hay enemigos, le pide que se lleve a Lobezno. Pero hay un pequeño problema... Teleportar a otra persona es un esfuerzo extenuante para Kurt, y también resulta serlo para Lobezno. Aunque logran el objetivo de teleportarse, ambos quedan noqueados mientras sus compañeros se enfrentan a la muerte dentro de la sala. La corriente sigue conectada.
En el interior de la sala de peligro, Halcón de Guera se ensaña con Tormenta, a la que ahora mete en un ataúd metálico. Ororo intenta no entrar en pánico, mientras Sean y Scott acuden en su ayuda. Además, Sean deja claro que conoce el problema de 'Ro con la claustrofobia.
Así es, hasta una diosa del clima tiene sus debilidades, aunque no le guste hablar de ello. Sea como sea, una nueva oleada de peligros aparta a los héroes del objetivo de liberar a Tormenta: robots gigantes, pegamento digno de Pete Pote de Pasta que clava a Piotr al suelo....
Al final, cuando todo está en contra, Lobezno y su factor de recuperación marcan la diferencia. Con sus garras, destroza el panel de corriente. Sus amigos son salvados in extremis, pero Halcón de Guerra aparece de improviso, golpeando a Logan por la espalda.
Pero ya sabemos que este Logan es muy duro de roer y se recupera, tornándose a pelear salvajemente contra su oponente. Nunca sabremos quién habría ganado, porque de repente, la puerta de la sala de peligro se abre y llegan el resto de mutantes en ayuda de Lobezno. Halcón de Guerra busca en su cinturón una bomba de gas tóxico que le proporcionó su misterioso jefe, al que él es inmune, pero Rondador "dedos largos" ha llegado antes, quitándosela. Un par de puñetazos bien dirigidos de Kurt y Piotr hacen el resto.
Es hora de entregar al villano a las autoridades. Hace su primera aparición aquí el Capitán de policía Delaney, quien se pregunta cómo ha podido parar un grupo de estudiantes a un enemigo tan formidable como Halcón de Guerra. Algo se huele, pero tendrá que vivir con la duda.
El número acaba con un interesante epílogo. Jean, quien había barruntado dejar a los X-Men, queda aquí confirmada como miembro oficial (en realidad, todavía no lo era desde que abandonó la Patrulla en los años 60). Las viñetas finales me parecen muy de los tiempos antiguos. El Profesor hace una profética declaración de los terribles peligros que aguardan a la Patrulla-X en el futuro. Pero Logan acaba jaleando a sus compañeros, diciendo que nada podrá con ellos. La escena se me antoja sobreactuada, insluso esas sonrisas de los personajes me parecen forzadas, pero supongo que cumple su cometido.
Y, para la próxima entrega ¡juegos mentales! ¿Quién será el misterioso "benefactor" de Halcón de Guerra? No os perdáis estas reseñas si queréis averiguarlo. Pero espero que en realidad lo que leáis sea también el cómic. ¡Feliz sábadete!