Namor: Marvel Limited Edition 3: Attuma Triunfante (1970-1972) Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-namor-tomo-3-pendiente-1970-1972/En el segundo volumen dedicado a Namor veíamos como la etapa dibujada por Sal Buscema daba comienzo. Una etapa que sigue su curso en este tercer recopilatorio. Los guiones siguen a cargo de Roy Thomas, como en todo el anterior volumen.
Empezamos con una larga serie de números autoconclusivos que no suponen apenas avance en el desarrollo de personajes y subtramas. Cabe destacar a Sal Buscema, en uno de sus mejores trabajos gráficos, y algunas historias que tienen su encanto.
Siempre me ha gustado el relato del Cuervo Rojo, y como éste descubre que su pueblo, a quien había sometido a un estado de hibernación, no ha sobrevivido.
Luego, tenemos historias sencillas como la presentación del Comandante Kraken, o una nueva incursión en materia ecologista. La lucha de un hijo contra su padre, un magnate sin escrúpulos que dispone de una enorme excavadora, aunque con final azucarado.
En este punto se inserta una historia de complemento protagonizada por Hércules, que tiene su conclusión en el siguiente número de la colección de Namor. Se trata de un relato de 11 páginas que complementó el número 1 del breve primer título de Ka-Zar. Un título que en realidad no era más que una recopilación de reediciones de las primeras apariciones del Señor de la Jungla en el Universo Marvel. Un relato guionizado por Allyn Brodsky y dibujado por Frank Springer, en el que Hércules intenta advertir a Zeus de la amenaza que supone un olímpico llamado el Cazador, un personaje que volveremos a ver en el futuro en el UM. También se nos presenta a Hebe, interés amoroso de Hércules en el Olimpo, pero, por lo demás, la historia y el dibujo son del todo olvidables.
En todo caso, el posterior encuentro de Hércules con Namor, ya en el título propio del atlante, tiene como único interés precisamente la titánica lucha entre ambos colosos.
Lo mismo ocurre con el siguiente número, cuyo único interés reside en la presencia del invitado de turno, en este caso el Capitán Marvel. La historia, acerca de un tipo que pretende contaminar el mar, no tiene mucho donde rascar.
Mayor interés ostenta la alianza entre Namor, Tritón y Manta Raya para hacer frente a Attuma, con escenas de acción muy bien narradas por Sal Buscema. Y aceptable también es el nuevo intento de usurpar el poder de Atlantis, en este caso por parte de Byrrah, con ayuda de Krang y el Doctor Dorcas.
También resulta interesante la presentación de la malvada Llyra, una lemuriana híbrida que a partir de aquí pasa a convertirse en uno de los villanos más mortales de Namor. Un buen número que encierra un seductor punto de intriga en lo que respecta a la misteriosa hermana de Llyra.
Pero quizás lo más llamativo de la etapa Thomas-Sal Buscema esté en el arco de los tres titanes, el primero que ocupa más de un número. Una nueva apuesta ecologista, que reúne a Namor junto a Hulk y Estela Plateada, con el fin de detener las prácticas de una estación de control climático que Ikthon sospecha que provoca radiactividad.
Es difícil encontrar una alianza de personajes más volátil, teniendo por ahí a Hulk y a dos de los héroes más impulsivos del Universo. Por si fuera poco, sólo falta que tres Vengadores se presenten para hacerles frente sin demasiadas intenciones de preguntar antes de golpear. Pero el arco está entretenido.
Lo mejor del tomo lo tenemos justo a partir de este momento, con la línea argumental que desemboca en la muerte de Lady Dorma. Se puede decir que estamos ante un hito histórico al ser, ésta, la primera muerte de peso de una pareja sentimental del héroe/heroína protagonista que se produce en el Universo Marvel, avanzándose a la de Gwen Stacy, conocida por todos.
Un dramático arco que otorga a Llyra el título de villano más odioso de Namor de aquí en adelante. También el bárbaro Attuma tiene un importante papel como villano, mientras que lo único que queda un poco forzado es que, de golpe y porrazo, Ikhton resulte ser un traidor al reino.
En este trascendental arco hace su entrada Ross Andru como dibujante a lápiz durante unos números, bajando el nivel del apartado gráfico respecto a Sal Buscema.
Un arco que trae como consecuencia un ejercicio meditativo por parte de Namor, que se nos presenta en imágenes en forma de repaso a toda su vida. El príncipe atlante asume una fuerte autocrítica que lo lleva a abdicar del trono y abandonar Atlantis.
A destacar el denso entintado de John Severin en este número, que camufla casi por completo los trazos de Andru.
Un atlante en Nueva York.Tras su abdicación del trono, entramos en una nueva etapa para el Hijo Vengador. Un cambio que creo que era necesario al hacerse ya demasiado repetitivos los relatos con Atlantis como escenario, así como los recurrentes ataques al trono por parte de sus enemigos.
También Roy Thomas necesita ya un descanso por lo que su relevo se produce tras un número bastante inverosímil. Namor esculpe con sus manos desnudas algo parecido a un palacio, partiendo de un edificio abandonado en un islote delante de Nueva York. Pese a que Namor tan sólo busca la paz y la tranquilidad, los militares lo toman por un okupa y acaban por destruir la isla.
Gerry Conway entra en sustitución de Roy Thomas, mientras que Gene Colan pasa de nuevo a encargarse de los lápices de forma más o menos estable, exceptuando algunos dibujados por George Tuska y Marie Severin. Colan está magnífico en todos los números que dibuja, pero se ve perjudicado por el entintado de Mike Esposito, que afea buena parte de las viñetas.
Conway juega con la personalidad de nuestro protagonista convirtiéndolo en un personaje más introspectivo y solitario. Un Namor que en estos momentos vive obsesionado por dos individuos. Por un lado, está Llyra, que aparece continuamente en sus pensamientos desde los más negros designios de venganza; y, en un sentido opuesto, está su padre, el Capitán Mckenzie. Namor lo buscará como único y esperanzador vínculo de su mitad humana, dado que ha decidido renunciar a su mitad atlante.
Pese a la incesante desconfianza de los hombres de la superficie hacia el atlante, que inevitablemente se hace recíproca, Namor sigue teniendo amigos entre sus semejantes de piel rosada. De esta forma, Diane Arliss, que sigue enamorada de Namor, y el Dr. Walter Newell, intentan ayudar al destronado monarca. Primero, impulsando una amnistía hacia su persona y, posteriormente, ayudándole a encontrar a su anciano padre.
El debut de Conway y Colan se produce en un crossover junto a la colección de Daredevil, en la que Spiderman también participa como invitado. Un invitado un tanto innecesario, dicho sea de paso, cuya inclusión seguramente obedece al incremento de las ventas. Entrando en la trama, Namor y el arácnido son trasladados a un mundo de leyenda, el Pueblo del Mar Negro, en lo que no deja de ser una interesante aventura. Lo mejor es la narración visual de Colan en el cuerpo a cuerpo con el villano Turalla.
Las historias que siguen hacen gala de un tono algo más oscuro, coqueteando con géneros como la brujería y el vampirismo mental.
Resulta atractiva la historia sobre una mujer trastocada, que gobierna un pueblo rodeada de humanos transformados en monstruos por ella misma.
Y por lo que respecta a la línea argumental en la que un viejo llamado Stephen Tuval despliega todo su poder, también es otra buena historia. Los poderes mentales del tipo se alimentan de la energía vital de pobres desgraciados, que envejecen al ser privados de su vitalidad mental.
Pero los dos mejores arcos de esta etapa reseñada creo que son los que la cierran.
En primer lugar, entre Marie Severin y Gene Colan ilustran un arco en el que ocurren muchas cosas. Un arco bien narrado y escrito por Gerry Conway, que pone fin a la búsqueda de Namor de su padre, así como de la odiosa Llyra.
Una buena historia de aventuras, acción y buenas dosis de intriga, que cuenta también con la amenaza de Tiburón Tigre, aliado de Llyra, mientras que la Antorcha Humana y Manta Raya repiten como superhéroes invitados. Una historia que termina de forma emotiva con desenlace trágico.
Entrados ya en la última línea argumental, el fuerte shock vivido por Namor le provoca amnesia, circunstancia que aprovecha el Doctor Muerte para intentar una nueva alianza con el atlante. Se trata de una estimable saga de tres números, en la que Muerte pretende hacerse con el Cubo Cósmico entrando en las instalaciones secretas de IMA, sin sospechar que MODOK sigue vivo.
Destacan, por encima de todo, las escenas de acción narradas por un espléndido Gene Colan, en especial las electrizantes luchas entre Namor, el Doctor Muerte y MODOK.
Conclusión.La primera mitad del tomo no pasa de correctita, pese al apartado gráfico de un Sal Buscema en muy buena forma. Pero la segunda mitad mejora bastante, siendo el último cuarto, muy bueno.
El apartado gráfico creo que en su gran mayoría es notable, quitando unos pocos números por parte de Ross Andru y George Tuska, que bajan el nivel.
En conjunto creo que se puede hablar de buen tomo, más o menos del nivel del anterior.