Universo Marvel 3.0


Noticias: Indica qué cómics has comprado este mes de marzo. Pincha aquí.
Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate

Activación en pruebas del Foro UM

Hemos vuelto, y creemos que lo hemos hecho desde la realidad alternativa correcta. Si ves algún glitch o error, por favor, comunicalo. Gracias.

Mostrar Mensajes

* Mensajes | Temas | Adjuntos

Esta sección te permite ver todos los posts escritos por este usuario. Ten en cuenta que sólo puedes ver los posts escritos en zonas a las que tienes acceso en este momento.

Mensajes - Malkav

Páginas: [1] 2 3 ... 149
1
Sin entrar en cosas personales, digamos que hay veces en que la vida no te deja continuar con tus aficiones. Pero esto no está muerto. Estoy seguro de que pronto volveré a coger ritmo. Pero cuando no puedes, no puedes. Echo mucho de menos el foro  :(

Nosotros echamos de menos tus reseñas (aunque no se puede negar que a veces viene bien un respiro en los clubes :lol: ).

No te preocupes, tenemos el sitio reservado. Seguiremos cuando sea posible  :birra:

2
El beso mortal, de Robert Aldrich. Es del año 1955.

Se basa en una novela del escritor Mickey Spillane, creador del detective ficticio neoyorkino (en la peli angelino) Mike Hammer. Aquí interpretado por un actor generalmente secundario, Ralph Meeker. No lo hace mal.

Cine muy negro, amoralidad de todos los presentes, violencia muy retorcida y mujeres fatales a cholón. Todo ello en un ambiente postguerra mundial con cierto miedo al futuro y a la tecnología (quien la haya visto seguro que me entiende). Se asemeja bastante a un cómic noir de toque clásico pero hecho hoy. En ciertos aspectos, adelantada a su época.

Gran película, una de las más atípicas y logradas de la última gran época del cine negro.

Siempre me gustó el diálogo que plantea la premisa de la película, cuando Hammer recoge en coche a la mujer que anda huyendo de un peligro mortal.

- Get me to that bus stop and forget you ever saw me. If we don’t make it...
- We will.
- If we don’t… remember me.

Pese a que la chica

Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.

Como anécdota, de aquí sacó Tarantino la idea de la caja que resplandece al abrirla (pero cuyo contenido desconocemos) de Pulp Fiction.

3
Otros Cómics / Re:Adaptaciones literarias en el mundo del comic
« en: 26 Marzo, 2023, 20:43:02 pm »
Muy buena idea este hilo. Me subo  :birra:

4
Jueves 23/03/2023


EL GUSANO VENCEDOR

(Lectura 08 de 25: The Conqueror Worm #1-4 / Epílogo del recopilatorio)



Ya hemos finiquitado el Integral 1. Pasamos a una historia larga, que en su edición española podemos encontrar en el Integral 2.

Como empezamos esta lectura en jueves, vamos a dejar lo que queda de esta semana y también la semana siguiente completa para comentar.

¡A comentar!  :birra:


PD: Durante la Semana Santa (del 3 al 9 de abril) haremos un paréntesis en el Club. Quien quiera la podrá tomar de descanso o la podrá usar para ponerse al día (tanto en este Club, si hay algún rezagado que se haya descolgado por el camino y quiera reengancharse, como en el resto de clubes del foro).



5
El Rey Vold

La trama ya la ha resumido Querubo, así que eso me lo ahorro.

Menudo prenda el amigo de Bruttenholm, que como guía folclórico-turístico genial, pero como hombre de confianza... Engaña a Hellboy para que esperen al Rey Vold, y le dice que no tendrá que luchar. Pero, al final Hellboy, tendrá que interceder cuando el perro de Vold se convierta en hombre Lobo. En esta ocasión, Hellboy es derrotado por su adversario (algo inusual si atendemos a lo que llevamos leído hasta el momento, pues, cuando se trata de mamporros, Hellboy casi siempre gana).

Hay una secuencia que no terminaba de entender, y al revisar el texto original me he dado cuente de que se debe, oh sorpresa, a una deficiente traducción (y ya van...  :alivio: ). En el original vemos esto:


Pues bien, donde en inglés tenemos a Aickman diciendo: "What am I seeing? Wolf-hound to wolf-man... and now... a wildman in a wolf skin", en español han traducido: "Pero... ¿qué veo? Hombre lobo contra hombre perro... Y ahora... ¡un salvaje con piel de lobo!". A la frase subrayada no le encontraba sentido, naturalmente. Y es que "Wolf-hound to wolf-man" no significa "hombre lobo contra hombre perro", sino "de hombre perro a hombre lobo" (haciendo referencia a su transformación, que además está traducido en orden inverso). Menudo despropósito  :borracho:

En otro orden de cosas: al final, el Rey Vold paga a los mortales un poco como lo hacía Astaroth; te concede el deseo, pero de una forma que no te esperas (y, con toda probabilidad, que tampoco deseas). En este caso, agujerea la mano de Aickman, quien no puede coger el oro, y el preciado metal, además, se termina convirtiendo en piedrecillas.

Imagino que hay cierto trasfondillo moralizante en esta historia: La avaricia rompe el saco / cuidado con lo que seseas porque se puede hacer realidad / etc. Bruttenholm nos había vendido una imagen de Aickman maravillosa en el prólogo de esta historia, pero finalmente resultó ser un hombre egoísta y avaro que recibió su merecido.

Con todo, una historia bastante resultona, sobre todo por entroncar con la mitología vikinga que, como bien apunta Polonori, nos retrotrae a otras películas e incluso series sobre esta temática.

Muy imponente, a propósito del dibujo, la primera aparición de Vold, con ese tamaño gigantesco tan apabullante y la cabeza debajo del brazo.


PD: Se menciona en cajetines de texto (no recuerdo si se había dicho ya antes) que Bruttenholm adoptó a Hellboy in 1946, y que éste se unió a la AIDP en 1952.

PD2: Me faltaba el ranking de esta tanda. Digamos que podría ser así:

La caja del mal > El Rey Vold > Adiós, señor Tod > El Vârcolac > Tortitas > La naturaleza de la bestia.

6
La naturaleza de la bestia

Estamos en  Inglaterra, 1954, cuando Trevor Bruttenholm aún está vivo. Ha enviado a su hijo adoptivo, Hellboy, a ver a los miembros del Club Osiris, quienes le piden que dé caza a un dragón que hace 1400 años fue abatido por un monje, aunque ahora ha regresado y ha vuelto a matar. Hellboy acepta el reto. Una vez llega al bosque del dragón, se acerca a un claro donde hay erigida una estatua del monje. El dragón aparece e intenta estrangular al demonio contra la estatua, pero ésta se parte por la mitad y, al caer, la espada que sostenía el monje se clava sobre el dragón, y lo mata. Hellboy queda liberado sin haber tenido que luchar lo más mínimo. Mientras, los miembros del club, que observaban toda la escena a través de una bola de cristal, aseveran que el experimento ha fracasado (sin que sepamos exactamente a qué se refieren) y que tendrán que seguir vigilando a Hellboy para dirimir cuál es su verdadera naturaleza. En la última escena vemos cómo crecen lirios de la sangre de Hellboy que cae en la tierra, tal como le pasó al buen monje muchos siglos atrás.

La historia me ha parecido normalita, y da pie a muchas especulaciones sobre cuál era el propósito exacto de los miembros del club.


Me ha gustado mucho la frase: "and because of the nature of the place, and the nature of the man, wherever his blood fell, lilies grew"

Curioso, porque en la traducción al español han traducido ese "man" como "monje"...

7
Yo remonto a partir de mañana, chicos  :oops:

He tenido unos días un poco atareados y para detrás ahora mismo ando algo griposillo en casa  :alivio:

Te esperamos con los brazos abiertos  :birra:

8
La caja del mal

La historia más larga del grupo de esta semana es también la que más y mejor desarrolla el universo propio de Hellboy (frente a las anteriores que, principalmente, narraban sucesos anecdóticos y sin mayor relevancia en la vida del demonio rojo).

¿Qué nos cuenta esta aventura?

Hellboy y Abe investigan el robo de una caja metálica y unas tenazas en una casa. El ladrón se valió de "la mano de la gloria" para perpetrar el robo: la mano de un ahorcado secada y untada en cera que, a modo de candelabro de llameantes dedos y reconvertida en amuleto, puede abrir puertas e inmovilizar a todos los moradores de una casa. El agujero donde estaban los objetos robados tenía anteriormente un retrato de San Dunstan. Más tarde, descubrimos que este santo encerró a un demonio con ayuda de las tenazas en esa caja metálica. El ladrón es el señor Bromhead, quien ofrece a un matrimonio de condes los objetos robados. Cuando la condesa abre la caja, una mosca emerge de ella y se cuela en su boca, provocando una posesión por parte del demonio que había encerrado (un demonio inferior del infierno, pero demonio al fin y al cabo). Lo primero que hace es convertir en simio a su marido (qué obsesión tiene Mignola con los monos, ¿no?) y, aunque también intenta jugársela a Bromhead, éste tiene un amuleto de Dunstan que le protege. De hecho, el hombrecillo somete al demonio al llamarlo por su verdadero nombre: Ualac (la idea de demonios de identidad ignota que pueden ser subyugados al descubrirse su verdadero nombre lo hemos visto en muchas leyendas y también en obras como Hellblazer).


Bromhead pide al demonio riqueza y poder, y éste le contesta que la riqueza ya la tiene, pues hay un tesoro oculto tras las paredes del sótano de la casa en la que se encuentran. Respecto al poder, Ualac le habla de "la gran bestia portadora del apocalipsis", que está viva en el mundo y "ha renegado de su destino, pero no de su corona, que es invisible para él y para todos los hombres, pero la sigue llevando... y tiene el poder de desatar y controlar los más grandes poderes destructivos de la naturaleza". Ualac se está refiriendo, naturalmente, a Anung Un Rama, más conocido como Hellboy.

Cuando Abe y Hellboy llegan a la casa siniestra ("que se parece a la de La caída de la Casa Usher", según se refieren a ella en un bonito homenaje a Poe), el Conde (ahora convertido en simio con pistola) dispara a Abe y lo encierra en el sótano. Mientras, Bromhead doblega la voluntad de Hellboy al llamarlo por su nombre secreto  y pronunciar unos conjuros arcanos, y se refiere a Ualac como "tu propio primo que te traicionó". A Hellboy vuelven a brotarle los cuernos y, repentinamente, aparece una corona dorada sobre su cabeza, que Ualac le roba inmediatamente, adquiriendo con ello un poder inmenso. Aunque la tentación inicial de Bromhead es matar a Hellboy a palos, el recién empoderado Ualac le para los pies: necesitan arrancarle la mano derecha mientras Hellboy aún esté vivo, pues, de lo contrario, su sangre podría envenenarlos. Bromhead pregunta para qué quieren la mano, y Ualac contesta que "es algo grande y antiguo... significa el acceso al poder que tanto deseas...", en referencia a desatar y controlar al dragón (Ogdru Jahad), a insuflar vida a los soldados muertos del infierno y a enviar a ese ejército en guerra contra el cielo. Así se nos descubre, pues, el inmenso poder latente que posee Hellboy gracias a su mano derecha (aunque tal vez no sea consciente de ello).


Mientras Ualac convierte las tenazas de Dunstan en una espada, un Hellboy apalizado entre en contacto sobrenatural con el trasgo de la pipa al que conocimos en el relato El cadáver, que vuelve a estar acompañado de dos figuras misteriosas. El trasgo le pregunta cómo se llama, y Hellboy le contesta: Anung Un Rama... a lo que el trasgo le responde que ese nombre describe al destructor del mundo que lleva sobre la cabeza una corona de fuego; por tanto, al no llevar ya la corona, ese nombre deja de ser efectivo para él... Y Bromhead, como consecuencia, no puede doblegarlo como lo estaba haciendo. Los dos demonios comienzan a pelear, y Hellboy rompe en pedazos la espada/tenazas de Ualac. Tras unos cuantos mamporros, Hellboy se arranca sus recién crecidos cuernos (una vez más) y se los clava a su enemigo, que le había acusado de "haberse vuelto casi humano". Antes de morir, Ualac pide ayuda a Astaroth, y el demonio consigue huir del cuerpo asesinado en forma de mosca. Aunque Hellboy logra atrapar a la mosca, Astaroth la reclama ("¡Pobre Ualac! ¡Otro milenio encarcelado!", sentencia) y Hellboy le da a su demonio menor. A cambio, Astaroth le ofrece la corona de vuelta... a lo que Hellboy contesta: ¡Estoy harto de esas tonterías de la bestia del apocalipsis! ¡Yo no soy esa bestia, no lo quiero ser, ni nunca lo seré!". Astaroth, que no se da por vencido, le dice que se la guardará en el infierno, y que en el Pandemonium tiene un asiento reservado.

Mientras tanto, Abe logró escapar del simio, quien en un descuido cayó por un agujero en la pared del sótano y aterrizó sobre el tesoro oculto de la casa (aunque, dado que la caída fue mortal, se convirtió tristemente en un cadáver millonario). Por su parte, Bromhead, tras un forcejeo con Abe, pide ayuda a Astaroth para que lo proteja... y este, que se cobra muy caro los favores (tal como le advirtió Ualac), convierte en muro la puerta de madera de la habitación en que se encuentra, emparedándolo en vida, y como colofón (puesto que a Bromhead se la ha roto el amuleto de Dunstan que le protegía) convierte la mitad inferior de su cuerpo en un lagarto gigante. Cómo se las gasta Astaroth con sus súbditos...


Un epílogo (realizado un tiempo después de la aventura principal) nos relata una conversación entre Kate Corrigan y Hellboy, en la que éste confiesa que durante mucho tiempo ha evitado investigar sobre su propio origen. "Me limito a hacer mi trabajo, que por lo general consiste en hacer morder el polvo a criaturas que se me parecen mucho". Tras el incidente con Bromhead, Hellboy se pregunta si debe seguir "con la cabeza metida en un agujero" o si lo más sensato es sacarla y afrontar su papel en este mundo. Corrigan lo anima a seguir haciéndose preguntas, porque cree que a la larga será bueno para él hallar respuestas sobre su verdadera identidad. Hellboy se muestra sorprendido, aunque ahora no quiere hablar de ello. Saca el viejo papel que le dio el cura Adrian Frost en La mano derecha del destino (que rezaba en antiguo lemurio: "Cuidado con la mano derecha del destino") y lo tira al viento, mientras una suerte de águila negra lo coge al vuelo.





Una aventura muy interesante, que nos abre la puerta a futuras indagaciones sobre la identidad de Hellboy, así como a ciertas revelaciones sobre el poder de su mano derecha. Quitando algún elemento desconcertante (me sigue sacando de la historia ver un mono con pistola, qué le vamos a hacer), me ha gustado la forma en que Mignola teje esta historia, con momentos de intriga muy logrados (el comienzo, con el robo de la caja y la mano de la gloria, consiguió atrapar totalmente mi atención), otros de mucha mala baba (la forma en que Astaroth se venga de Bromhead) y, como no puede ser de otra forma tratándose de un cómic de Hellboy, unos cuantos mamporros de rigor.

Anung un Rama. Tendremos que aprendemos este nombre, o al renunciar a la corona, podemos olvidarnos ya de él? Supongo que todo dependerá de si más adelante volvemos a ver la corona en la cabeza de Hellboy o no.

Me da a mí que la corona aún dará mucho que hablar. Se la está guardando celosamente Astaroth en el infierno, y sabemos que Hellboy irá al infierno más pronto que tarde...  :disimulo: (pura especulación, ojo; no tengo ni idea de qué nos deparará el futuro)

¿Qué pasó en 1969?

Me ha resultado interesante este hombrecito de bigote prácticamente inapreciable, Igor Bromhead. ? Sabemos de sus pasados encuentros con AIDP o volveremos a saber de él?

A ver si se pasa por aquí Kaulso y nos cuenta. Yo no recuerdo haber visto a Bromhead antes, pero éste habla con Hellboy como si se conocieran de antes (le dice a Hellboy: ¿Me recuerdas? ¿Al cabo de tantos años? Qué emoción, estoy a punto de llorar...).


¿Conócenos ya los nombres de los seres que aparecen en el árbol cuando están a punto de cortarme las manos la Hellboy? Uno era el rey duende de "The corpse", el goblin de la pipa no recuerdo quién es, pero Hellboy reconoce su voz, y el/la tercero/a creo que es una incógnita todavía.

No sé si lo hemos comentado anteriormente, porque, además de en El cadáver, aparecían en otra historia. Creo que, de las tres figuras que se aparecen a Hellboy junto al árbol, uno se llama Dagda y otro es Edward Grey. Pero esos nombres no aparecen en el relato (al menos, no en éste). Sospecho que aún tendrán un papel relevante en futuras aventuras.

Un tópico de los tratos con el demonio es que este concede los deseos que le pides, pero no de la manera que tu quieres, y aquí se plasma en los 3 deseos formulado. La condesa desea que el demonio se le aparezca en una forma no muy aterradora, pensando en un atractivo caballero de mediana edad, y se le aparece en forma de mosca. Su marido pidió poder bañarse en oro cual tío Gilito, con corona y todo, y así lo encontramos en la última viñeta, aunque seguro que no esperaba tener forma de mono ni estar muerto cuando formuló su deseo. Igor Bromhead pide que le proteja de Abe, y acaba en una habitación tapiada y convertido en medio reptil, pero a salvo de mr. Sapient.

Muy buenas observaciones. Cuando vi la viñeta final del simio descansando en la pila de oro, no recordaba que era justo lo que había pedido cuando aún tenía su aspecto mortal :lol:

La caja del mal: Me gusta que ahondemos un poco más en el trasfondo de Hellboy. No ha estado mal la historia. ¿Se supone que hemos visto al del bigotito anteriormente? No lo recuerdo.

Me alegra que te pases por aquí, aunque sea para hacer un mini repaso de cada aventura  :birra:

A la pregunta, que te conteste Mr. K :P

9
Yo lo tengo todo leído. A ver si por la noche con calma comento impresiones.
A ver..., que ha sido cumplir años y olvidarte de nosotros. :)

Me sumo al tirón de orejas. No basta con leer, hay que comentar. ¿Dónde quedó el Grapa de antaño que nos deleitaba con sus excelentes análisis en el Club de Murry?  :P

10
Alargamos esta tanda un par de días para terminar de comentar los relatos que faltan.  :thumbup:

11
Adiós, señor Tod

Hellboy acude a la consulta de un espiritista, donde la mujer que trabajaba para él ha solicitado ayuda dadas las extrañas circunstancias que se han dado. Resulta que el señor Tod, antaño un médium muy prestigioso (a quien Hellboy tuvo el placer de verlo trabajar en su época más gloriosa), llevaba un tiempo de capa caída, sin ser capaz de concentrarse para poder ponerse en contacto con los espíritus. Llegaron a pillarle amañando sesiones y fue llevado a juicio. Para solventar su crisis, el señor Tod comenzó a tomar drogas que le permitieran ponerse en trance. Pero, como ya sabemos, las drogas son peligrosas, amigos. En la ocasión que nos ocupa, el espiritista quedó completamente ausente, paralizado en su silla, mientras un ectoplasma tentacular brotaba de él y danzaba a su alrededor, siempre unido a su cuerpo.

Para resolver la situación, Hellboy intenta quemar una rama de arbutus (que, según nota a pie de página, era usado por griegos y romanos para ahuyentar los malos espíritus y proteger a los niños). El ectoplasma, consciente de lo que intentan hacer, atrapa a Hellboy con sus tentáculos, pero la mujer consigue en el último momento prenderle fuego a la planta. Con ello, consiguen disipar la presencia del espíritu siniestro... pero, justo a continuación, el cuerpo del señor Tod empieza a hincharse y, finalmente, revienta en mil pedazos. "Lo siento por su  jefe, no pude hacer nada por él. Pero, al menos, nos hemos librado de esa criatura", sentencia Hellboy. Y la historia llega a su fin.

El propio Mignola cuenta en el apéndice que esta historia le sirvió para mostrar su fascinación por los monstruos de Lovecraft y también por los ectoplasmas. De hecho, inicialmente tenía pensado que uno de los compañeros de Hellboy estuviera íntegramente compuesto de ectoplasma... idea que se acabó desechando.

A mí, sin embargo, este cómic me ha recordado más bien al relato de Poe La verdad sobre el caso del señor Valdemar, en el que un hombre en el umbral de su muerte era "mesmerizado" o hipnotizado, cayendo en un trance que lo dejaba a caballo no entre la vigilia y el sueño, sino entre la vida y la muerte. Y cuando, pasados unos meses, intentaban despertar al señor Valdemar, su cuerpo se desintegraba en una masa viscosa y repugnante (Mignola optó por una solución más limpia al hacer explotar al señor Tod :lol: ). Ambos relatos comparten la idea de que una persona que ya pertenece más al reino de los muertos que al de los vivos pueda permanecer un tiempo más con nosotros, en uno mediante la hipnosis y en otro mediante el uso de drogas.

Una aventura simpática más que añadir a la colección.


12
El Vârcolac

Esta aventura, que al principio constaba solo 6 páginas, fue originalmente publicada en formato de tiras de prensa dominicales. Cuando la historia fue recopilada más adelante, Mignola la redibujó adaptándola al formato comic book y añadió unas cuantas páginas más.

Nos lo cuenta el propio Mignola en los apéndices del integral 1:

Citar
La historia me la inspiró un párrafo que leí hace veinte años que describía un tipo de vampiro rumano que "se come el Sol y la Luna y es capaz de causar eclipses". Lo más difícil fue localizar ese libro para encontrar el nombre del vampiro.

El Vârcolac se publicó en seis entregas en el formato de periódico de Dark Horse Extra. Cuando fue recopilado para La mano derecha del destino redibujé toda la historia, la extendí y la convertí en lo que actualmente es, un cómic.

Hay elementos que me gustan más en el original, y otros que me gustan más en esta versión. Así son las cosas.


Esta aventura, ambientada en Yorkshire en 1982, empieza (como tantas otras de Mignola) in medias res, con Hellboy llegando a un castillo aparentemente abandonado para matar a una vampira: la condesa Ilona Kákosy. Cuando se topa con su ataúd, estaca en mano, lo abre, y se dispone a matarla... pero, justo en ese momento, la difunta abre un ojo. El suelo parece entonces derrumbarse bajo los pies del demonio (podemos asegurar ya, sin miedo a equivocarnos, que esto es todo un lugar común en la obra de Mignola), y cae a una suerte de catacumbas en el subsuelo del castillo. Allí, una horda de muertos vivientes se abalanzan sobre Hellboy, pidiéndole a gritos que se quede. Aparece entonces la condesa para anunciar la llegada del Vârcolac, a quien denomina "el amo de todos nosotros", "el rey de los de mi clase". Se trata de una criatura alada de aspecto humanoide, tan grande que es capaz de eclipsar la luna a su paso. Y, según Ilona, a Hellboy lo odia, "no por lo que eres, sino por lo que podrías ser y no eres". Se abre aquí una puerta narrativa, por tanto, a conocer algo más del pasado del demonio rojo, puesto que según se infiere de este relato Hellboy estaba destinado a ser algo más, probablemente alguien poderoso en influyente... pero rechazó serlo (imaginamos que por militar en las filas del bien). Al final, justo cuando el Vârcolac está llamando a Hellboy, éste despierta y se da cuenta de que todo era una terrible ensoñación producida por la condesa. "¡Maldita! Hija de... ¡Me has echado un mal de ojo!", replica a gritos Hellboy (y, aunque la traducción no es muy ajustada, eso explicaría por qué nuestro protagonista comenzó a ver todo esto justo cuando abrió el ataúd y la condesa abrió un ojo). Sin más dilación, y pese a la súplica final de la condesa, Hellboy le clava la estaca en el corazón y acaba con su vida definitivamente.

Debo reconocer que cuando empecé esta historia tenía la expectativa de que el Vûrcalac tuviera algún tipo de relación con el vurdalak ruso (esto es: la variante del vampiro que regresa después de su conversión monstruosa para alimentarse de sus familiares aún vivos, pudiendo convertir a todos ellos, a la postre, también en chupasangres; el mejor relato que se ha escrito sobre el vurdalak es, sin duda, el de Alexei Tolstói de 1839, una joyita breve y estimulante que maneja la intriga y la tensión de forma admirable). Al final, pese a las similitudes fonéticas y a su naturaleza vampírica, parece que se trata de mitos independientes.

Un cómic este al que, a mi juicio, le ha faltado un poco de desarrollo, pero que juega con unos mimbres interesantísimos y resulta de muy agradable y rápida lectura.

13
Tortitas

Mignola al habla:

Citar
Un día alguien de Dark Horse me preguntó si estaba interesado en realizar una historia sobre un Hellboy joven. No lo estaba, pero en lugar de decir que no, contesté: "¿Y qué tal hacer dos páginas de Hellboy comiendo tortitas?". Pensé que no se lo tomarían en serio. Esperaba que no le gustaría a nadie, pero resultó tener mucho éxito entre los lectores. Está bien que a veces pasen cosas así.

Como dice Querubo, es una historia simpática, eso desde luego. Siempre resulta entrañable ver a un pequeño Hellboy de dos añitos, pero si además lo vemos descubriendo el maravilloso sabor de las tortitas la secuencia gana un plus de adorabilidad.

Y, como dice Gatsu, a lo tonto, a lo tonto, algún concepto nuevo introduce esta historia de tan solo dos páginas. Concretamente, la primera representación del infierno en los cómics de Hellboy. Astaroth es informado por un demonio menor (Haborym) de que no volverán a ver "al chico": ahora tiene una razón de peso para quedarse en la Tierra (las tortitas).

No diría que es la mejor historia corta de Hellboy, como Kaulso, pero singular es un rato :lol:


14
Lunes 13/03/2023


LA CAJA DEL MAL Y OTRAS HISTORIAS

(Lectura 07 de 25: Tortitas [Dark Horse Presents Annual 1999], El Vârcolac [Dark Horse Extra #14-19], Adiós, señor Tod [Gary Gianny's
The Monstermen], La caja del mal [The Box Full of Evil], La naturaleza de la bestia [Dark Horse Presents #151] y El rey Vold [The Right Hand of Doom])



Después del cruce de marras, vamos con una nueva tanda de historias breves.

Todas ellas se encuentran incluidas en el Integral 1 (y, de hecho, con esta lectura damos fin a este primer volumen).

A comentar :birra:

15
Gracias, Q, por el resumen de este cruce  :birra:

Lo cierto es que yo esperaba algo más, porque iba con la idea de que en el tomo Máscaras y monstruos había una historia flojita (que ya hemos leído: la de Ghost) y otra destacable (la que nos ocupa esta semana). Y lo cierto es que éste es mejor cómic, pero tampoco para tirar cohetes. El guion es bastante básico, casi parece todo una excusa para mostrar tortas a mansalva (en este caso aderezadas con un poco de horror cósmico) sin mayor interés en los personajes ni en su caracterización. El Batman que aparece es, como ha señalado Querubo, poco reconocible; bien podría haber sido otro superhéroe al uso (quizá lo más vinculable a su perfil es la labor detectivesca que realizan durante el primer capítulo y que los lleva de un sospechoso a otro hasta dar con los Caballeros de octubre en el aeródromo). Respecto al Joker, cuya aparición me ilusionó mucho en la introducción, resulta a la postre ser un personaje totalmente ajeno a esta aventura, pues solo se le utiliza como pretexto para sacar a Batman de la historia al final del capítulo 1 y que Starman le dé el relevo (¿no habría sido más interesante verlos actuar a los tres juntos (Hellboy, Batman y Starman), aunque sea por un rato?). De hecho, ese prólogo, en su simpleza, me ha parecido de lo más entretenido de todo el número.


La forma de revelar todo el trasfondo de la trama en el segundo capítulo, con ese nazi al que le perdonan la vida para que pueda contar con pelos y señales todos los planes de su organización, es un cliché narrativo imperdonable; ya se podría haber pensado en una forma mejor de conseguir que los personajes (y, con ellos, el lector) averigüen la información que no sea el discurso del villano de turno al final de la función. Las referencias a Lovecraft ya ni siquiera se enmascaran: el propio Starman alude al escritor de Providence, dando a entender que su universo ficcional y nuestro universo real son exactamente el mismo. Starman pregunta: "¿Dios primigenio? ¿Estilo Lovecraft, quiere decir?", y Hellboy apunta: "Sí, no es tan raro como parece. Lovecraft sabía cositas". Vamos, que nos dan a entender que cuando Cthulhu o Yog-Sothoth o Nyarlathotep aparecían en los relatos que todos conocemos no era porque HPL tuviese una prodigiosa imaginación, sino porque simplemente plasmaba ahí el resultado de sus investigaciones  :chalao:  Eso sí, el dios que nos ocupa en esta ocasión, Suggor Yogeroth, entiendo que ha sido expresamente creado para este cómic, porque yo no recuerdo haber leído nunca nada sobre él en la obra de Lovecraft (y me he leído su narrativa completa).

No sé cuál de los dos capítulos (si Gotham: Maldad Gris o Jungla: Horror Verde) me ha gustado más. La primera parte se cuece más a fuego lento, con la investigación en las oscuras calles de Gotham, mientras que la segunda parte es más dinámica y, pese al exceso de tortas, el hecho de situar la acción en esa jungla hostil (nido del monstruo, que tanto me recuerda a la primera película de Depredador) le confiere un atractivo adicional.

Un cruce curioso, pero no especialmente recomendable. A ver si mejora la cosa la semana que viene.  :)

Páginas: [1] 2 3 ... 149
Carbonate design by Bloc
variant: carbon
SMF 2.0.7 | SMF © 2011, Simple Machines