Esta semana no podía ser otra obra... en la web:
Pulp, de Ed Brubaker y Sean PhillipsPulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips
“Ése era uno de los problemas de envejecer. Alcanzas una edad en la que todo el mundo te ignora o te trata como una molestia con la que se ven obligados a lidiar. Pero por dentro, todavía te sientes como la persona que eras hace treinta o cuarenta años. No piensas en ti como el hombre que ves en el espejo… o por lo menos yo no lo hacía.”
Pulp es una novela gráfica original creada por el famoso dúo creativo que forman
Ed Brubaker y
Sean Phillips (contando con el apoyo para el color de
Jacob Phillips) y publicada por
Image Comics en julio de 2020.
Nueva York, 1939. Son tiempos difíciles, y
Max Winters lo sabe. Su trabajo como escritor de los
westerns de
Red River Kid en una revista
pulp cada vez está peor pagado, y su corazón parece que no va a aguantar demasiado… ahora es un anciano con el único objetivo de dejarle algo a su pareja
Rosa antes de morir.
Puede que sea el momento de volver a ser lo que era; aquel forajido del salvaje oeste del que ahora escribe historias, pero quizá ése sea un tortuoso camino que ahora debería evitar. Pero la desesperación del momento mueve su vida, y el auge del nazismo, junto con la inminente guerra mundial jugarán un papel importante que puede cambiar las cosas… puede que aunque hayan pasado décadas, el mundo siga siendo igual de peligroso…
Otra vez lo han vuelto a hacer. Otra obra, otra pequeña joya, pero eso ya no debería ser sorpresa cuando hablamos de
Ed Brubaker y
Sean Phillips. Es cierto que con tantos éxitos y tantas grandes historias, parece que damos por hecho que nos tienen que proporcionar un nivel que está muy por encima de la media del resto de la producción de cómic americano, pero por más que lo demos por sentado, e incluso se lo exijamos, ya que sabemos de lo que son capaces, cada vez que lo consiguen deberíamos agradecérselo, así que ya voy dando las gracias por
Pulp.
Si uno lee mucha novela negra, especialmente si centra en un autor, o si alguien se pone a leer de seguido todas las obras de
Brubaker, va a encontrar patrones, va a ver elementos fijos, que obra tras obra estan ahí formando parte de distintas historias. Hay gente que tacha las obras de
Brubaker por este motivo de repetitivas, pero es una equivocación, ya que está obedeciendo las reglas del género
noir, y la narración en primera persona, de un protagonista solitario en problemas, generalmente fracasado en uno o varios aspectos de su vida, prácticamente siempre incluyendo el amoroso, son cosas que siempre van a estar ahí en un buen noir, así que depende del escritor en cuestión el que el lector se enganche a la historia por la trama, por la presentación de los hechos o por el estilo en general, y la verdad es que en ese sentido, aunque
Pulp recuerde a obras anteriores de
Brubaker, parece que también aporta cierta frescura.
Quizá esto se deba en gran parte por el protagonista elegido y la época en la que se ambienta;
Max Winters es un anciano que continuamente recuerda una época pasada, muy distinta a la que está viviendo, y esos
flashbacks dispersan la tensión de la trama principal cada poco tiempo para compensar los ritmos. Evidentemente, estos recuerdos son de su vida como
Red River Kid, un forajido en la frontera, un héroe de
western muy lejos del escritor con problemas de corazón en el que se ha convertido. En este aspecto, la forma de presentarnos la parte de
western de
Brubaker, es muy distinta a como podemos verla en el cómic europeo, siendo más concisa, simple y directa, un poco en la línea de esas historias
pulp de época.
Otro punto de relevancia en la historia es el contexto histórico-político; el nazismo, que también se estaba dando en América con partidos afines a las ideas de Hitler, sirve como elemento negativo, que genera una doble crítica dirigida al fascismo, que no sólo se queda en el momento en el que transcurre la historia, sino que hace su mensaje extensivo para la actualidad.
En cuanto a la lectura en sí, volvemos a tener un cómic de los que enganchan irremediablemente desde la primera página; el desarrollo de la trama en 1939, no da espacio para respiros y está en continuo movimiento, que sólo se relaja cuando echamos de vez en cuando un vistazo al pasado de
Max, que quizá, en algún momento, parece que no apetece, porque nos obliga dejar de lado la historia principal por el interés que despierta, aunque la maestría de
Brubaker, consigue que al final esté todo bastante equilibrado y consumamos ambas líneas argumentales como un todo.
Definitivamente, estamos ante un trabajo muy sólido, que aunque deja algunas incógnitas respecto al pasado del protagonista, deja totalmente satisfecho al lector, ya que la historia queda redonda. La he disfrutado más que
My Heroes Have Always Been Junkies, que al estar enfocada más hacia el estilo de
Criminal, no destaca tanto respecto al conjunto de la obra de
Brubaker, aunque sea una obra notable. Por ello, me gustaría mucho que siguieran en esta línea de enfocar sus novelas gráficas y trabajos más contenidos hacia direcciones y ambientaciones diferenciadas de la atmósfera
Criminal, y así poder expandir su universo con nuevas historias que siempre aportaran elementos novedosos combinados con el buen hacer de estos creadores. Por si no ha quedado claro, recomiendo fervientemente la lectura de
Pulp, tanto para seguidores de
Brubaker como para aquellos que se quieran iniciarse en él con una obra autoconclusiva.
Apartado GráficoAl igual que no es una sorpresa el buen hacer de
Brubaker a los guiones, no es una sorpresa que
Sean Phillips es un artista con mayúsculas. Es un gustazo verle en dos ambientaciones nuevas como son el final de los años 30 estadounidenses o el
western, en las cuales, evidentemente, vuelve a bordarlo. Y he de decir, que incluso le veo en mejor forma todavía que en anteriores trabajos, mucho más efectivo y con mejores acabados. Por cierto… ¿no se parece un poco
Max a
Dashiell Hammett? Serán imaginaciones mías…
Al color vuelve a repetir el hijo de
Sean,
Jacob Phillips, que se estrenara con el dúo
Brubaker y
Phillips en
My Heroes Have Always Been Junkies, destronando a
Elizabeth Breitweiser, que había sido la colorista habitual de la pareja. En aquella obra ya lo hizo realmente bien, y está demostrando en
That Texas Blood que también sabe dibujar y que con el tiempo podrá convertirse en un más que digno sucesor del legado de su padre. En
Pulp su color todavía me gusta más que en
My Heroes Have Always Been Junkies, especialmente en la línea temporal de 1939. En la línea temporal
western, utiliza más texturas, y colorea mucho menos, consiguiendo una muy buena diferenciación entre las historias, pero creo que sobresimplifica y queda demasiado plano. Aún así, me parece un colorista perfecto para las obras de
Brubaker y
Phillips, aunque me gustaba mucho
Breitweiser…
EdicionesTeniendo en cuenta que la obra salió el 29 de julio en Estados Unidos, todavía es muy pronto para que haya sido publicada en España, y más teniendo en cuenta el retraso que lleva la publicación patria de
Kill or be Killed del mismo equipo creativo, pero lo que es seguro es que tarde o temprano será publicada por
Panini Comics.
Hasta entonces, se puede disfrutar de
Pulp en su formato original americano; un tomo
Hardcover con tamaño estándar, sin extras, que seguramente, como ya pasó con
My Heroes Have Always Been Junkies, no tardará en salir en
TPB.