Thor: Marvel Gold 3: Ragnarok (1978) Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-thor-marvel-gold-3-ragnarok-1978/La etapa guionizada por Len Wein, que ocupó los dos anteriores tomos por completo, llega a su fin en esta nueva entrega de las aventuras de Thor.
Un tomo que está dividido en dos mitades claramente diferenciadas. La primera es obra de Wein, con Walt Simonson al lápiz y Tony DeZuñiga a la tinta, mientras que en la segunda entra como nuevo guionista Roy Thomas, que viene acompañado de John Buscema más el entintado de Tom Palmer.
Tras el juicio de Odín a Loki, que es desterrado a Midgard y privado de buena parte de su estado mental, Len Wein decide retornar a Thor a la propia Tierra a vivir sus nuevas aventuras.
Nuestro planeta es un escenario que ofrece muchas menos posibilidades que Asgard, pero de vez en cuando va bien un cambio hacia algo más terrenal para desconectar de tanta epopeya cósmica. La cuestión es que regresamos a los viejos tiempos de Lee-Kirby, con Donald Blake, la identidad mortal del Dios del Trueno, volviendo a tomar protagonismo.
Damocles, un chiflado que pretende someter a toda Nueva York, es el primer contrincante al que hace frente Thor. Nada del otro mundo, en lo que es una historia dramática de lo más tópica, con hermano sensato incluido.
La siguiente saga, que cierra la etapa guionizada por Len Wein, es bastante más ambiciosa. Una fábrica, toda construida de adamantium, totalmente automatizada es el insólito antagonista que amenaza la integridad de todo el planeta.
Un inmenso ordenador autosuficiente, llamado FAUST, que usa como lacayos a villanos tan dispares como Blastaar y el Zancudo antes de instalarse en lo alto de la atmósfera.
La acción en plena Tierra es un regreso al ingenuo pasado. Ahí está de nuevo el clásico recurso inquietante según el cual Thor se transformará en Don Blake si está sin tocar su martillo durante 60 segundos. Recurso que a estas alturas no se sostiene pues se supone que el Mjolnir puede volar solo hacia la mano de su amo.
Por lo menos, la batalla final contra FAUST en su órbita, con ayuda de Iron Man, está bastante bien.
Con todo, lo mejor es indudablemente el dibujo de Simonson.
Turno para Roy Thomas.Thor es una de las pocas series clásicas que todavía no habían pasado por las manos del discípulo de Stan Lee.
Un Thomas que no puede empezar su nueva aventura mejor acompañado, puesto que el apartado gráfico corre a cargo del equipo formado por John Buscema y Tom Palmer.
Antes de dar paso a la gran saga que pone título al presente tomo, los autores nos obsequian con un pequeño aperitivo. Un bonito cuento fantástico que Thor rememora, cual batallita, delante de un grupo de niños. Un agradable relato con moraleja final en el que Thor y Loki viajan a una tierra de gigantes llamada Utgardhall.
Ya en su segundo número, Thomas decide poner toda la carne en el asador dando inicio a una saga extensa y ambiciosa.
El guionista vuelve a poner a prueba la capacidad de resistencia del reino dorado sometiéndolo a su más mortal amenaza, el Ragnarok. El Ragnarok es un concepto sacado de la mitología nórdica que significa el ocaso de los dioses, la batalla que desencadenará el fin de todo el Universo.
No es el primer Ragnarok que nos encontramos en el título de Thor, así que Thomas intenta marcar perfil propio ampliando la parafernalia mitológica de personajes y leyendas con nuevas incorporaciones.
Llaman especialmente la atención dos nombres, Frigga y Sigyn, esposa de Odín y Loki, respectivamente, de las que prácticamente nada sabíamos hasta ahora. Lo único, un cameo de la primera en los primerísimos tiempos de la colección. De Sigyn, ni eso.
Otros asgardianos que se estrenan en esta saga son Hoder, el dios ciego, y Hermod, el veloz.
Por supuesto, no falta el habitual elenco de secundarios. Odín, Balder, Sif, Fandral, Hogun y Volstagg, juegan papeles indispensables en el transcurso de esta épica saga, especialmente los tres primeros.
Otro que tampoco podía perderse la fiesta es Loki. De hecho, el maléfico hermano de Thor está detrás de casi todas las amenazas que se acumulan en este ciclo argumental.
El apartado relativo a mitos y leyendas vinculados al Ragnarok es igualmente abundante en novedades, y creo que Thomas está especialmente inspirado a la hora de idearlos. Desde el viaje de Odín en busca de respuestas a los dominios de Mimir, guardián del Pozo de la Sabiduría, y de Volla, la bruja profetisa, hasta la batalla final.
Cuenta la leyenda que el Ragnarok tan sólo podría producirse en caso de fallecer Balder. Pero el caso es que el bravo guerrero goza de un voto sagrado según el cual ningún ser u objeto puede dañarle mientras permanezca en Asgard. Brillante.
Por supuesto, algo no sucede como es debido y los brazos ejecutores del Ragnarok ponen manos a la obra.
Este conjunto de criaturas que, según los profetas, deben llevar a cabo la destrucción de Asgard y sus moradores son: Hela, guardiana del reino oscuro y primera interesada en que la muerte llame a su puerta, la Serpiente de Midgard, el Lobo Fenris y las hordas de trolls. En realidad, Thomas echa mano de la mitología nórdica en la elección de estos seres. Seres que acaban librando la épica batalla final contra los dioses, en uno de los momentos más recomendables de la saga.
Luego está la participación de los tres terrestres. Su presencia en un principio parece fuera de lugar, pero a la postre se entiende su función y todo termina por encajar. El primero de ellos, Harris Hobbs, no es ninguna novedad, sino que es un personaje recuperado de las lejanas primeras sagas del Hombre Absorbente. Hobbs es un reportero que se cuela en Asgard, acompañado de su equipo, para grabar el más increíble reportaje televisivo de la historia. Sin embargo, quien acaba jugando el papel más importante en la trama es el cámara, Red Norvell.
Finalmente, la idea del segundo Dios del Trueno, y la forma como obtiene sus poderes, también me parece muy bien buscada.
No es una saga perfecta ni mucho menos. Creo que el ritmo de narración se ve obstaculizando por un exceso de flashbacks. Flashbacks que, a la postre, todos son necesarios para la correcta explicación del conjunto, pero que hacen la lectura menos fluida.
Tampoco faltan algunas situaciones fuera de todo sentido común, como ver a los tres reporteros filmando y paseándose como Pedro por su casa por los palacios reales, entrando hasta la cocina, como aquel que dice. O a Thor pidiendo a Red Norvell que le sostenga su cinturón de fuerza, cuando el terrestre ya había dado muestras de ser un individuo de quien desconfiar.
Con todo, la saga va sobrada de alicientes y creo que es más que disfrutable.
Y si no, siempre nos quedará el excelente dibujo de John Buscema, que nunca nos falla. Y menos cuando tiene la suerte de contar con un entintador de primera como Tom Palmer.
La saga termina con una nueva riña entre Odín y Thor, que obliga a éste a volver a emigrar a la Tierra. Pero eso ya queda para el próximo volumen.
Conclusión.La saga del Ragnarok hace de éste un muy buen tomo en el capítulo escrito, pese a que la parte guionizada por Len Wein no pasa de correcta.
En el apartado gráfico, ni un sólo pero. Directamente imprescindible.