Como serie un desastre, como experimieno social: tramposo, autoreferencial y por qué no, brillante. Personajes, trama, argumentos, episodios pésimos que no iban a ninguna parte y aburrian a cualquiera que no sea fan de Enya (premio para quien acierte la referencia) para colar un último episodio original que justifique toda la mediocidad anterior mediante el metalenguaje narrativo.
Ahora, o te gusta el último episodio por original y llevar hasta las últimas consecuencias la rotura de la cuarta pared y reconoces que lo anterior es un chiste o si venías diciendo que la serie era una maravilla este último episodio te desmiente.