55. SEBASTIAN SHAW
Sebastian Hiram Shaw es el líder de la rama en Nueva York del Club Fuego Infernal, una exclusiva sociedad secreta que intenta dominar el mundo. Aunque de cara al público, es un hombre de negocios legal y un humano ordinario. Shaw creó las Industrias Shaw, convirtiéndose en multimillonario a los 40, tras ser un aventajado alumno de ingeniería en la Universidad Carnegie Mellon, y usó algunos de sus millones para fundar el programa de los Centinelas cazadores de mutantes. Su prometida Lourdes Chantel fue asesinada por un Centinela, pero no vamos a ser teorizadores de la conspiración.
Su propio hijo, Shinobi Shaw, que puede alterar la densidad de su cuerpo, atravesó con su mano el pecho de su padre y le produjo un infarto. Pero no contento con el resultado, Shinobi puso una bomba en el chalet de montaña de Shaw.
Shaw es también en parte responsable de que Fénix se convirtiera en Fénix Oscura. Después de que el Profesor-X se mostrara como mutante, aparentemente volvió a sus inicios capitalistas, y convirtió la rama en Nueva York del Club Fuego Infernal en un club de strip-tease. Se decía que era un refugio seguro para mutantes, pero usaba a sus stripers telépatas para descubrir secretos de sus clientes.
Los poderes de Shaw incluyen la habilidad de absorber energía cinética, lo cual aumenta su fuerza. Por tanto, si tú le golpeas, se vuelve más poderoso. Puedes incluso dispararle o apuñalarlo, pero siempre se vuelve más poderoso. Tampoco necesita dormir si es golpeado lo suficiente. Así que no le toques, ¿de acuerdo?
54. ABOMINACIÓN
Cuando tienes un personaje construido para ser increíblemente fuerte como en el caso de Hulk, es casi imposible darle una amenaza creíble. Presentamos a la Abominación, creado, en todos los sentidos y efectos, como la versión malvada de Hulk.
Emil Blonsky pudo haber empezado como un espía ruso de la Guerra Fría, pero tras ser expuesto a los rayos Gamma, se convirtió en el mismo tipo de criatura grande, verde e increíblemente fuerte que Hulk, dándole a este último su primer igual en batalla. Pero además, Blonsky tenía unas cuantas ventajas con las que Hulk no contaba, incluyendo el hecho de conservar su intelecto y personalidad una vez transformado, y un nivel de fuerza que en estado “normal” era incluso superior a la de Hulk.
Aún así, gracias a la vieja regla de que “cuanto más se enfada Hulk, más fuerte se vuelve”, Abominación estaba en el bando perdedor en muchas de las peleas. Pero en años recientes, su enfoque se ha vuelto más psicológico y malicioso. En uno de los ataques más directos y con más huella que un archienemigo ha llegado a realizar en los cómics, mató a la esposa de Bruce Banner, Betty, culpando a Bruce de ello en el proceso. Mientras que la inocencia de Hulk sería finalmente demostrada, las acciones de Abominación tendrían repercusiones durante mucho tiempo.
53. KRAVEN EL CAZADOR
También conocido como Sergei Kravinoff, Kraven era un cazador de alto nivel que puso sus ojos sobre Spiderman para probar al mundo que era el mejor de todos.
En vez de usar armas, eligió cazar a su presa con sus manos desnudas. Esto puede sonar a una batalla rápida y poco más, pero Kraven estaba muy bien preparado y contaba con una poción de la jungla que le proporcionaba fuerza, velocidad y habilidades de rastreo. También tenía un gran conocimiento de los puntos de presión, y sabía como preparar venenos y tranquilizantes. Y llevaba unos bonitos pantalones de leopardo. A pesar de tener más de 70 años, tenía el aspecto físico de un hombre de 30 años. Probablemente los bonitos pantalones de leopardo tuvieran algo que ver.
Una vez, Kraven logró realmente derrotar a Spiderman. Disparó al trepamuros con un dardo tranquilizante y le enterró vivo, autoconvencido de que estaba muerto. Entonces se puso un traje parecido al de Spiderman y se adentró en Nueva York para, irónicamente, atacar a los criminales. Capturó a Alimaña, al que Spiderman derrotó necesitando ayuda del Capitán América, mientras el propio héroe despertaba y salía de tumba, dispuesto a atacar a Kraven. Una vez confrontados, Kraven no le devolvió los golpes, ya que había cumplido su objetivo. Liberó a Alimaña, quien derrotó rápidamente a un debilitado Spiderman hasta casi matarlo, teniendo que intervenir para separarles.
Entonces alegó que sus días de caza habían terminado, se retiró a su casa familiar finalmente en paz, y se suicidó de un disparo de escopeta. Afortunadamente, no manchó de sangre sus bonitos pantalones de leopardo.